miércoles, 9 de diciembre de 2009

La muerte de la mano invisible


El neoliberalismo nos ha prometido demasiadas veces que la aplicación de sus recetas clásicas impediría las crisis cíclicas predichas por Keynes. Y una y otra vez se han aplicado esas recetas para dar de bruces con una crisis peor a la anterior y generada por la misma ambición que un día constituyó la mano invisible de Adam Smith.

¿Y por qué no funciona ya la mano invisible?

Smith vivía en un mundo muy diferente del nuestro. Las crisis de su época podían deberse a dos circunstancias: carestías de una o varias materias primas, generalmente originadas por alguna catástrofe natural, o un desarreglo entre producción y demanda más largo de lo normal que su inefable mano invisible terminaba por arreglar. Las primeras, entonces como hoy, eran difícilmente subsanables, aunque hoy se rectifican antes, pero las segundas, al contrario, hoy son las peores. En tiempos de Adam Smith los empresarios arriesgaban su fortuna en sus empresas y esta, a menudo, no era importante, por lo que o el empresario que escogía un camino erróneo se arruinaba pronto o rectificaba a tiempo, regulando a su vez el desequilibrio generado en la economía y constituyendo el sustento de esa mano invisible. ¿Pero que sucede si los nuevos empresarios son meros ejecutivos que no arriesgan nada y además disponen de un capital casi infinito para equivocarse y prevalecer en el error lo que haga falta? Que nada ni nadie será capaz de rectificar los grandes errores que se producen en la economía de nuestros días. Es más, los errores de las grandes multinacionales obligan a las pequeñas empresas a seguir caminos tan equivocados como el suyo para sobrevivir. Todo esto genera una enorme bola de nieve que acaba con la anexión de los pequeños corpúsculos de resistencia económica racional, anexionados por la insaciable barriga de las erróneas multinacionales hasta el estallido de crisis cada vez más descomunales.

Ante el poder de estas grandes empresas ni los mayores estados pueden presentar batalla y terminan sucumbiendo a las políticas que estas deciden para salir de las crisis que ellas mismas han provocado. Unas políticas de rescate donde todo el mundo pierde, incluidas las mismas multinacionales... ¿Todos? No, los ejecutivos siguen en sus asientos y, a pesar de las menores ganancias, o incluso pérdidas en sus empresas, acaparan más poder, debilitando más y más, las estructuras de la economía racional.

Hace años una crisis se cebaba tanto en los obreros como en sus amos, después algunos ejecutivos también quedaban fuera del sistema y de su anterior estatus, pero hoy los ejecutivos sólo caen tras la quiebra de su empresa y, aún en ese caso, se van con varios e inmerecidos millones de euros en los bolsillos que no llegarán a los acreedores y mucho menos a los empleados que sustentaron el verdadero valor de esa empresa cuando aún lo tuvo.

El neoliberalismo de las multinacionales le ha amputado la mano invisible a Smith y ahora intenta aplastar los últimos reductos de coherencia a la economía.

Pero, ¿qué se puede hacer para remediarlo en medio del vendaval? Ciertamente muy poco, salvo evitar las estúpidas recetas neoliberales de siempre. Sólo hay que escuchar a esos prohombres y gusanos que reclaman el abaratamiento del despido y la reforma laboral como solución al paro. Es obvio que facilitar el despido no contrata nuevos empleados y menos cuando la recesión aún está viva. De hecho es el elevado coste de los despidos lo que impide el cierre en masa y la deslocalización al culo del mundo de las pocas empresas que aún quedan. No es el abaratamiento del desempleo lo que necesitamos, sino la reducción de costes del mismo. A una empresa el mantenimiento de un puesto de trabajo le representa mucho más dinero de lo que paga al trabajador. Reducir dos terceras partes de lo que paga por él a la seguridad social. Esto abarataría el empleo lo que facilitaría su contratación, sin embargo reduciría los ingresos del Estado para la seguridad social, por lo que tendrá que crearse un nuevo impuesto al consumo que reducirá el nivel adquisitivo de los trabajadores.

El IVA graba por igual a productos nacionales y foráneos, pero el abaratamiento del empleo puede hacer más competitivos los productos nacionales, lo que a su vez hará más atractivo nuestro país para montar factorías o de lo contrario las nuevas PYMES terminarían por apartar del pastel a las grandes multinacionales.

En este panorama los trabajadores seguirían llevando la peor parte, pero el aumento del empleo hará que sus salarios también empiecen a revalorizarse pronto sin reducir en exceso la productividad final.

Imagen tomada de www.uv.es

domingo, 29 de noviembre de 2009

¿"El Mundo" hace trampa en sus propias encuestas?


Siempre encontrarás en este mundo gente que no sabe perder. Los reconocerás porque hacen evidente que se creen que "El Mundo" es suyo.

Bueno... esto es un juego de palabras, pero esto no:


Sí, lo han adivinado. Es una encuesta de esas manipuladoras del amigo Pedro Jota. Lean la pregunta: ¿Qué le parece el editorial conjunto de 12 diarios catalanes atacando al TC?
¿Qué les parece eso de "atacando al TC"? O no han leído el editorial o se limitan a hacer una de esas embestidas brutales, irracionales y demagógicas contra Catalunya y todo lo que suene a catalán, de las que tienen por costumbre.

Pero el drama de este medio de "descomunicación" aún es mayor. Sí, ciertamente, porque también manipulan sus encuestas. Unas encuestas que no sirven para nada (o, tal vez, sí) y les asusta que pueda fallar su justificación.

La cuestión es que hace algunas horas me advirtieron a través de facebook, sobre la existencia de esta encuesta. Me dijo un amigo que votara, que vieran los de la "España Cañí" que no todo era su cortita mirada del mundo. Si votábamos unos cuantos en el apartado qué sí, a lo mejor se les bajaban los humos. Y ni corta ni perezosa voy y lo hago... perdón, lo intento. Y falla el voto.

"Será el navegador" --pienso--. Y dejo el Explorer y pruebo con Safari, con Firefox, con Chrome... fallan todos. Pero cuál será mi sorpresa cuando pongo "NO" y la encuesta se lo traga. Cambio la IP de acceso y uso otro PC de la red. Sigo el mismo proceso con idéntico resultado.

Enseguida me pongo en contacto con cinco amigos y dos consiguen votar "SÍ" a la primera, uno a la segunda y los otros dos no pueden.

¿Qué pasa en la web de "El Mundo"?

Muy fácil, falsifican sus propias encuestas para justificar el paranoico sinsentido de su línea editorial.

Y que medios como este se llamen prensa escrita...
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INFORMACIÓN DE ÚLTIMA HORA

Al parecer puede tratarse de una mala programación de la web, lo curioso es que los fallos se decanten más en un sentido que en otro. Después de un tiempo de análisis se van igualando más, paro aún estamos lejos del 50%.

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MÁS INFORMACIÓN

Ahora aparece una información: "Resultado provisional pendiente de revisión de votos fraudulentos". Me pregunto si se analizarán más cosas o se van a limitar a asegurarse de que no se den más votos en el "BIEN" de lo que a ellos les interesa... mañana seguiremos informando, pero, sobre todo, vamos a verificar si esto es habitual en el resto de Internet.
¿Por qué existen estas encuestas en los medios de comunicación? y ¿por qué los resultados siempre apoyan a la línea editorial? ¿Es qué lo lectores no tenemos criterio para analizar todas las tendencias y extraer sólo la sustancia?
Creo, tristemente, que la respuesta general es la negativa.
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CONCLUSIÓN

Definitivamente, una semana después, podemos cerrar, sin lugar a dudas, que la encuesta no ha sido limpia. No podemos, sin embargo, valorar el grado de fraude ni especificar la forma, sin embargo, la misma conclusión es la prueba, en si misma, de que la encuesta no ha seguido su curso normal. Por desgracia hemos analizado otras encuestas de web's supuesta mente serias con resultados casi tan desalentadores. La conclusión, pues, es que de forma genérica, las encuestas en Internet no poseen ningún grado de fiabilidad. Lo que nos lleva a creer que los concursos mediante votación que se celebran en la red son tan poco creíbles como estas encuestas.
Esperemos que lo de votar por Internet en unas elecciones generales no se ponga de moda porque las posibilidades de fraude son muchas y algunas no tan evidentes como la de estas encuestas.

jueves, 26 de noviembre de 2009

La dignidad de Cataluña

Este es el editorial que ha presentado la flor y nata de la prensa catalana. Periódicos de toda índole, de todas las tendencias y que representan, sin lugar a dudas, la opinión de la mayoría de los catalanes. Bueno... eso no es cierto, porque la mayoría de los catalanes pensamos que se han quedado cortos, que hay mucho más que decir, incluso algunos creen que hubiera sido mejor callar y empezar a pensar en la independencia, porque si un tribunal formado por personas que no respetan sus propias normas es el que va a dictar su ley por encima de la voluntad de todo un pueblo, amparándose en una constitución caduca, es que ha llegado el momento de soltar amarras.

No todos pensamos igual, así que este texto es el consenso de todas las tendencias, el máximo común divisor, de lo que importa en Catalunya.

A continuación el texto reproducido:

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La dignidad de Catalunya

Después de casi tres años de lenta deliberación y de continuos escarceos tácticos que han dañado su cohesión y erosionado su prestigio, el Tribunal Constitucional puede estar a punto de emitir sentencia sobre el Estatut de Catalunya, promulgado el 20 de julio del 2006 por el jefe del Estado, el rey Juan Carlos, con el siguiente encabezamiento: «Sabed: Que las Cortes Generales han aprobado, los ciudadanos de Catalunya han ratifi cado en referendo y Yo vengo en sancionar la siguiente ley orgánica». Será la primera vez desde la restauración democrática de 1977 que el alto tribunal se pronuncia sobre una ley fundamental refrendada por los electores. La expectación es alta.
La expectación es alta y la inquietud no es escasa ante la evidencia de que el Tribunal Constitucional ha sido empujado por los acontecimientos a actuar como una cuarta Cámara,confrontada con el Parlament de Catalunya, las Cortes Generales y la voluntad ciudadana libremente expresada en las urnas. Repetimos, se trata de una situación inédita en democracia. Hay, sin embargo, más motivos de preocupación. De los 12 magistrados que componen el tribunal, solo 10 podrán emitir sentencia, ya que uno de ellos (Pablo Pérez Tremps) se halla recusado tras una espesa maniobra claramente orientada a modificar los equilibrios del debate, y otro (Roberto García-Calvo) ha fallecido. De los 10 jueces con derecho a voto, cuatro siguen en el cargo después del vencimiento de su mandato, como consecuencia del sórdido desacuerdo entre el Gobierno y la oposición sobre la renovación de un organismo definido recientemente por José Luis Rodríguez Zapatero como el «corazón de la democracia». Un corazón con las válvulas obturadas, ya que solo la mitad de sus integrantes se hallan hoy libres de percance o de prórroga. Esta es la corte de casación que está a punto de decidir sobre el Estatut de Catalunya. Por respeto al tribunal –un respeto sin duda superior al que en diversas ocasiones este se ha mostrado a sí mismo–, no haremos mayor alusión a las causas del retraso de la sentencia.

Avance o retroceso
La definición de Catalunya como nación en el preámbulo del Estatut, con la consiguiente emanación de símbolos nacionales (¿acaso no reconoce la Constitución, en su artículo 2, una España integrada por regiones y nacionalidades?); el derecho y el deber de conocer la lengua catalana; la articulación del Poder Judicial en Catalunya, y las relaciones entre el Estado y la Generalitat son, entre otros, los puntos de fricción más evidentes del debate, a tenor de las versiones del mismo, toda vez que una parte significativa del tribunal parece estar optando por posiciones irreductibles. Hay quien vuelve a soñar con cirugías de hierro que cercenen de raíz la complejidad española. Esta podría ser, lamentablemente, la piedra de toque de la sentencia.
No nos confundamos, el dilema real es avance o retroceso; aceptación de la madurez democrática de una España plural, o el bloqueo de la misma. No solo están en juego este o aquel artículo, está en juego la propia dinámica constitucional: el espíritu de 1977, que hizo posible la pacífica transición. Hay motivos serios para la preocupación, ya que podría estar madurando una maniobra para transformar la sentencia sobre el Estatut en un verdadero cerrojazo institucional. Un enroque contrario a la virtud máxima de la Constitución, que no es otra que su carácter abierto e integrador. El Tribunal Constitucional, por consiguiente, no va a decidir únicamente sobre el pleito interpuesto por el Partido Popular contra una ley orgánica del Estado (un PP que ahora se reaproxima a la sociedad catalana con discursos constructivos y actitudes zalameras).

Los pactos obligan
El alto tribunal va a decidir sobre la dimensión real del marco de convivencia español, es decir, sobre el más importante legado que los ciudadanos que vivieron y protagonizaron el cambio de régimen a finales de los años 70 transmitirán a las jóvenes generaciones, educadas en libertad, plenamente insertas en la compleja supranacionalidad europea y confrontadas a los retos de una globalización que relativiza las costuras más rígidas del viejo Estado-nación. Están en juego los pactos profundos que han hecho posibles los 30 años más virtuosos de la historia de España. Y llegados a este punto es imprescindible recordar uno de los principios vertebrales de nuestro sistema jurídico, de raíz romana: Pacta sunt servanda. Lo pactado obliga.
Hay preocupación en Catalunya y es preciso que toda España lo sepa. Hay algo más que preocupación. Hay un creciente hartazgo por tener que soportar la mirada airada de quienes siguen percibiendo la identidad catalana (instituciones, estructura económica, idioma y tradición cultural) como el defecto de fabricación que impide a España alcanzar una soñada e imposible uniformidad. Los catalanes pagan sus impuestos (sin privilegio foral); contribuyen con su esfuerzo a la transferencia de rentas a la España más pobre; afrontan la internacionalización económica sin los cuantiosos beneficios de la capitalidad del Estado; hablan una lengua con mayor fuelle demográfico que el de varios idiomas oficiales en la Unión Europea, una lengua que, en vez de ser amada, resulta sometida tantas veces a obsesivo escrutinio por parte del españolismo oficial, y acatan las leyes, por supuesto, sin renunciar a su pacífica y probada capacidad de aguante cívico. Estos días, los catalanes piensan, ante todo, en su dignidad; conviene que se sepa.
Estamos en vísperas de una resolución muy importante. Esperamos que el Constitucional decida atendiendo a las circunstancias específicas del asunto que tiene entre manos –que no es otro que la demanda de mejora del autogobierno de un viejo pueblo europeo–, recordando que no existe la justicia absoluta, sino solo la justicia del caso concreto, razón por la que la virtud jurídica por excelencia es la prudencia. Volvemos a recordarlo: el Estatut es fruto de un doble pacto político sometido a referendo.

Solidaridad catalana
Que nadie se confunda, ni malinterprete las inevitables contradicciones de la Catalunya actual. Que nadie yerre el diagnóstico, por muchos que sean los problemas, las desafecciones y los sinsabores. No estamos ante una sociedad débil, postrada y dispuesta a asistir impasible al menoscabo de su dignidad. No deseamos presuponer un desenlace negativo y confiamos en la probidad de los jueces, pero nadie que conozca Catalunya pondrá en duda que el reconocimiento de la identidad, la mejora del autogobierno, la obtención de una financiación justa y un salto cualitativo en la gestión de las infraestructuras son y seguirán siendo reclamaciones tenazmente planteadas con un amplísimo apoyo político y social. Si es necesario, la solidaridad catalana volverá a articular la legítima respuesta de una sociedad responsable.

Publican también este texto El Periódico, La Vanguardia, Avui, El Punt, Diari de Girona, Diari de Tarragona, Segre, La Mañana, Regió 7, El 9 Nou, Diari de Sabadell y Diari de Terrassa.

lunes, 19 de octubre de 2009

Cada manifestante cuenta... por 40.


Este debía haber sido el eslogan de la manifestación que 48 asociaciones próximas a la Conferencia Episcopal realizaron por las calles de Madrid. La última de esas "manis" sabadeñas organizadas por la España "cañí" para tumbar a cualquiera que gobierne sin el permiso de los herederos del franquismo. Sin embargo, a pesar (o tal vez precisamente por ello)de la incorporación de la plana mayor del PP y FAES, la manifestación hizo el ridículo. La razón no es que no inflamaran las cifras de asistentes como de costumbre, sino que esta vez se utilizó un nuevo programa informático capaz de calcular hasta el último asistente y dar una cifra real con un error inferior al 0,1%.

Si las cifras de asistentes no cuadraron, tampoco lo hacen la de los costes de esta cita: 130.000 euros . En esta cifra no se cuentan muchos de los viajes y comidas que se dieron a los casi 80 autocares de jubilados aragoneses y que, como se supo después, algunos no acudieron a la manifestación. Según dijeron a Europa Press los organizadores, esa cifra procede de donaciones particulares. Sin duda una bonita forma de malgastar el dinero en tiempos de crisis. Me pregunto si esos particulares cerraron sus empresas y mandaron a la calle a sus trabajadores para poder pagar las donaciones o se limitaron a empeñar algunos de sus preciosos trajes o bolsos de Loewe... ¡Qué barbaridad! Sin duda los de Pro-Vida, Pro-Clero y Pro-Franco debieron pensar: ¡Sata Rita Rita, lo que se da no se quita!

¿Y que se pagó con ese capital? El reflote de España ante la crisis no. Para los asistentes antes muertos que socialistas... y eso que se les supone a favor de la vida según el eslogan: "Cada vida cuenta". ¿O era "cada cuenta paga"?

Lo cierto es que los pitos y flautas del evento fueron los 300.000 watios de megafonía, para alegría de los vecinos de la urbe (en especial los que deseaban dormir la siesta), tres pantallas gigantes, las pancartas realizadas con tela de Gucci y 300 globos de helio (no sé si para intentarse cambiar la voz en alguna especie de orgía final). También se crearon banderolas y camisetas para venderse al módico precio de 12 euros o un par de hostias de las que dan vida... o vidilla.

En resumidas cuentas, con los preparativos de siempre, la COPE arengando a sus hordas en pos de la toma de la capital y otras 47 organizaciones demandando la retirada de la ley del aborto, más como excusa para dañar al ya tocado gobierno de Zapatero, que con la intención de lograr ese hecho, se plantaron el sábado 17 en Madrid. "Más de un millón de manifestantes" decía la COPE rebajando su cifra inicial de dos millones y medio... también, en Ávila, uno de sus cinco territorios baluarte, insistía en que centenares de abulenses habían asistido, pero realmente incluso la palabra decenas se puede quedar algo grande. Bueno, algún abulense sí fue. Vimos a Aceves... creo.

Dicen que el gobierno autonómico, de Doña Esperanza valoró la asistencia en medio millón y la guardia urbana, de Gallardón, bajaba hasta los 150.000. Pero la cifra real ha estado por debajo de los 58.000 según este nuevo programa basado en imágenes HD y capaz de contar a individuo por individuo (de hecho ahora se le quieren implementar nuevos programas que serían capaces de identificar a cada uno de los asistentes para descubrir quién faltó.

Si Rajoy quería utilizar los resultados de esta "macromanifestación" para presentar una moción contra la nueva ley del aborto que le permitiera distraer a la opinión pública del pestazo que emerge de sus filas, le salió el tiro por la culata. Un poco más y se quedan solos la cúpula del PP, la de la iglesia y cuatro jubilados que merendaron a escote. Bueno, la verdad es que a poco más que eso se resumió la manifestación. Eso sí, con 300.000 watios que también cuentan.

A partir de ahora, si Rajoy quiere tener más éxito, le aconsejo que lidere las manifestaciones contra la directiva del Atlético de Madrid. Tendrá más acompañamiento.

Imagen extraída del Diario de Navarra

sábado, 3 de octubre de 2009

21 de diciembre de 2012


El 21 de diciembre de 2012 se acaba... el calendario Maya. La librerías están llenas de libros que nos hablan de un fin del mundo, de la llegada de una nueva conciencia, del fin de la civilización actual... Y es que determinadas fechas tienen un atractivo especial tanto para lo negativo como lo positivo. Algunos ejemplos recientes:

--El 8 de agosto de 1988 se concertaron cientos de bodas en todo el mundo (incluso en China dónde habitualmente se utiliza otro calendario).

--El 9 del 9 de 1999 se habló del nacimiento del anticristo, lo que sí sucedió fue algún que otro problema informático debidos a programas mal realizados en Unix y Linux y que se vieron afectados por las secuencias de nueves.

--El 1 de enero de 2000 se esperaba una hecatombe informática, el llamado efecto 2000 sirvió para que muchas empresas de software hicieran un gran negocio y que las empresas de telecomunicaciones, servicios informáticos y de seguridad pusieran un servicio de guardia para aquella media noche... No pasó nada. Hacía años que los nuevos ordenadores ya pensaban en el nuevo siglo y, en general, los ordenadores tienen una vida útil muy corta ante la tremenda evolución de estas tecnologías.

--El 1 de enero de 2001 llegaba el nuevo siglo y el nuevo milenio, también hubo quien dio trascendencia a esta fecha... Nada.

En cambio fechas que, a priori, no tenían ninguna trascendencia, al final han implicado cambios radicales para nuestra sociedad actual, díganse el 11/9/2001 que llevó a una nueva era de seguridad e invasiones en oriente próximo, y el 11/3/2004 que desenmascaró definitivamente la hipocresía y afán de poder de los gobiernos de Aznar , posibilitando una nueva tendencia para luchar contra los excesos cometidos como resultados de la primera fecha.

Bueno. No nos enrollemos más y volvamos al tema.

Frente al 21 de diciembre de 2012 hay tres tendencias:

--Los catastrofistas que promulgan una situación apocalíptica con el choque de un asteroide contra la Tierra, un ataque nuclear, una invasión alienígena estilo "V"... El resultado sería el fin del mundo o de la civilización humana. También entre estos pensamientos encontramos los que creen que lo que sea que vaya ocurrir aún se puede evitar porque es culpa nuestra y aún estamos a tiempo de cambiarlo, y los que no, los que creen que "la suerte está echada".

--Los espirituales que hablan de un cambio de tendencia humana, del inicio de una nueva civilización, una nueva conciencia. Aquí hay muchas tendencias y de algunas viene hablándose desde los años setenta del pasado siglo, como la que habla de los niños índigos. Esta última teoría nos dice que desde los años setenta están naciendo personas diferentes cuya aura es de ese color azul y poseen unos poderes aún no descubiertos, pero que llegado el momento servirán para guiar a la humanidad a una nueva conciencia global, una nueva civilización... tampoco hay una unicidad en esa explicación según los autores.

--Los pasotas son los que esencialmente no creen en la trascendencia de esa fecha concreta o, incluso, ignoran todo el flujo de información que en ese sentido les llega. hay que decir que este grupo abarca a la mayoría de los individuos de la sociedad. Por lo menos así se manifiestan cuando se les pregunta. Por otro lado, la actual crisis económica y esa tradicional necesidad de creer en algo del ser humano, ha hecho que en los últimos meses muchas personas que se manifestaban pasotas han pasado a uno de los otros dos grupos.

Personalmente me tendría que incluir en el grupo de los "pasotas", sin embargo he visto la oportunidad que hay en el revuelo que esta teoría está levantado. Tal vez, usando la fuerza generado por la creencia en el cambio nos pueda servir para forzar un cambio positivo a la humanidad ¿Por qué no aprovechar el momento para cambiar lo malo y potenciar lo bueno que tiene nuestra sociedad?

Volvemos a insistir en que hay muchas teorías para explicar el significado del 21/12/2012 y no todas son útiles. Por ejemplo, de los catastrofistas que piensan que ya no tiene remedio, nada podemos hacer, tampoco de los espirituales que tienen una idea muy definida sobre ese cambio. Pero entre unos y otros tenemos los que piensan que aún podemos hacer algo y los que desean saber más, ellos pueden ser nuestros primeros soldados para hacer un mundo mejor ... Y si los unimos a todos ¿no vendrían en nuestra ayuda muchos de los pasotas?

Propongo, pues, que identifiquemos los problemas más grandes y los más sencillos de nuestra sociedad y busquemos soluciones racionales y que todos podamos llevar a cabo. Busquemos ante todo cambios que se puedan realizar desde la base y empezando la casa por el tejado. No son los gobernantes ni las empresas quienes van a dirigir ese cambio, sino los individuos. No creáis mentiras como la de las bolsas de Carrefour, pero cuando podáis usar bolsas reciclables usarlas y si usáis las de plástico reciclarlas y aseguraos de que no van a parar donde no deben. Todos debemos ser responsables de nuestros actos y todos debemos conocer a fondo sus posibles consecuencias. Pero, sobre todo, obliguemos a cambiar las leyes que permiten a los poderosos hacer a este mundo tan injusto.

Empecemos por los ejecutivos de las empresas que ganan cantidades insultantes de dinero cuando la riqueza la producen unos peones cuyos sueldo son insignificantes, pero que se usan como moneda de cambio para salvar unas empresas donde lo que sobran son sus dirigentes.

Otra cuestión son los paraísos fiscales... ¿por qué no se paralizan las transacciones económicas desde y hacia esos lugares? ¿Por qué no se les embarga económicamente? ¿Por qué no se les cortan los cables submarinos y bloquean todas sus telecomunicaciones? ¿Por qué no se les invade y requisan todos sus ordenadores? Por bestiales que parezcan algunas de estas soluciones se han llevado a cabo contra regiones y naciones que ocultaban peligros mucho menores.

Y ya, de paso, por qué no nos preguntamos la razón de que los ejecutivos de todas las multinacionales, a pesar de sus insultantes sueldos, no sean responsables jurídicos de las acciones de las empresas que dirigen.

El hambre, el sida, el coltán, los niños soldado, la represión, la falta de libertades, la desigualdad, la intolerancia... Todo tiene arreglo si todos lo queremos y somos capaces de dar el segundo paso y el tercero, el cuarto... Paso a paso hasta el 21 de diciembre de 2012. Tal vez no sea una realidad, pero es una oportunidad y las oportunidades deben aprovecharse.

Imagen extraída de www.historiasdelaciencia.com

lunes, 28 de septiembre de 2009

¿Usamos bien los teléfonos móviles?



La verdad sobre la telefonía móvil.

Consejos para el buen uso de la telefonía móvil:

--Limitar el número y duración de las llamadas.

--Usarlo como instrumento de emergencias o localización dando preferencia al uso de la telefonía fija.

--Preferir el uso de manos libres o cualquier fórmula que permita alejar la antena y la fuente de radiación de la cabeza.

--Cuando se porte el aparato en standby, procurar tenerlo la más lejos posible del cuerpo y en especial de los riñones, corazón, ojos y cerebro.

--Evitar, en lo posible, su uso en interiores, dado que tiende a aumentar su potencia de emisión para atravesar estructuras sólidas.

--Vigilar los cargadores eléctricos y sumar las recomendaciones habituales para este tipo de elementos.

--Hasta hace poco su uso estaba prohibido en los aviones, de hacho aún se necesitan permisos especiales dado que pueden interferir en la electrónica de estos. Así mismo no esta indicado para personas que usan marcapasos, también pueden alterar el funcionamiento de estos, así que, además, debe procurarse mantenerlos alejados de estas personas.

--Su uso en vehículos está regulado por las normas de tráfico ¡Respetarlas!

--Controlar su uso en lugares públicos, en especial junto a jóvenes y niños, más sensibles a los perjuicios de las radiofrecuencias.

--En general, las antenas deberían estar retiradas de las viviendas y zonas concurridas.

Como es obvio, pocos o ninguno de estos consejos establecidos en el año 2000 es seguido total o parcialmente.

El gran problema y peligro de este sistema de comunicación es que hemos olvidado todas sus perniciosas características y sus posibles consecuencias, en favor de nuestra comodidad y el fenomenal negocio que se ha establecido.

Hay que recordar que el teléfono móvil es un emisor receptor de microondas de baja potencia y alta frecuencia. Estos aparatos emiten en la banda UHF entre 900 y 1800 MHz con una potencia teórica máxima de 2Watios (límite legal establecido para evitar el calentamiento de los tejidos de la cabeza), sin embargo, en algunos aparatos, la potencia puede llegar a los 8W. Como es de suponer, la radiación más peligrosa es la que parte de un punto más próximo al individuo ya que después, al expandirse la señal, la potencia incidente es menor. Por eso la potencia emisora del aparato personal es muy importante y la posibilidad de utilizar elementos que alejen su antena de las partes sensibles del organismo es muy a tener en cuenta. Por otra parte, es conveniente el uso del terminal en las mejores condiciones de comunicación con la antena de zona, dado que este terminal aumenta o disminuye la potencia de emisión en función de estas condiciones.

Ya no hablaremos de los teléfonos vía satélite, mucho más potentes y por ello potencialmente más peligrosos, porque su elevado coste los hace inusuales. Pero si tendremos en cuenta que las nuevas generaciones, con frecuencias mayores, son energéticamente más poderosas y merecen nuevos estudios que no se han llevado a cabo correctamente. Por ejemplo los GSM son potencialmente más peligrosos que los arcaicos sistemas analógicos y los UTMS aún más peligrosos que los anteriores. Hoy ya hablamos de sistemas de entre 3,5 y 24,5 GHz.

Es importante tener en cuenta que las microondas se usan para generar vibraciones en determinadas uniones moleculares, ya sea para intervenir estas o para el análisis de las moléculas. Así los microondas caseros actúan a 2,45 GHz haciendo vibrar la unión H-O de la molécula de agua, provocando el calentamiento de todos los materiales que la contengan. Así mismo, otras frecuencias pueden incidir sobre otros enlaces (especialmente covalentes) de átomos diferentes y no todos son igualmente conocidos ni evitados en la radiación de la telefonía móvil. Las empresas de telecomunicaciones han realizado muchos análisis sobre la incidencia de unas potencias u otras en el uso de la telefonía, pero han evitado, disimuladamente, llevar ese estudio a toda la gama de frecuencias.

Las entidades que han elaborado los estudios existentes sobre telefonía han definido los efectos observados en usuarios de esta telefonía y afectados por la proximidad a antenas repetidoras en un cuadro de síntomas:

--Incremento del estrés con alteración de las ondas cerebrales y otros ritmos orgánicos.

--Pérdida de reflejos, retardo en la toma de decisiones, pérdida de memoria, mente en blanco, problemas de concentración.

--Dolores de cabeza persistentes.

--Trastornos varios del sueño.

--Alteraciones auditivas, zumbidos, mareos y vértigo.

--Alteraciones del ritmo cardíaco.

--Hipertensión.

--Irritabilidad.

--Calentamiento de tejidos blandos, en especial la cornea con riesgo de sufrir cataratas.

--Quemaduras cutáneas (eritemas).

--Distonías vegetativas.

Una larga exposición, aún no habiéndose manifestado los síntomas anteriores, puede dar lugar a depresión, ansiedad, tumores, bajada de las defensas inmunológicas, aparición o aumento de las verrugas, necesidad orgánica de aportes más elevados de las vitaminas hidrosolubles porque se destruyen “solas”.

Cuestiones adicionales.

La enorme proliferación de la telefonía móvil, sobre todo en los últimos cinco años, ha llevado a que no se contemple casi ninguna de las medidas preventivas. Posiblemente el teléfono móvil no sea un peligro inminente ni visible para las personas, pero hay que tener en cuenta que esa era la misma percepción que se tenía del tabaco hace 50 años. También como en este, tenemos “fumadores pasivos” de la telefonía móvil. Creo que podríamos llamarles “usuarios pasivos” a todas esas personas que sin disfrutar de las ventajas de este medio de comunicación, quedan al alcance de las radiofrecuencias y sus posibles efectos secundarios.

Además de los propios aparatos ya hemos hablado de las antenas de reemisión, pero al hacerlo nos hemos referido únicamente a los enlaces entre estas y los teléfonos móviles, sin embargo, la mayoría de estas están enlazadas con otras antenas con una gama de frecuencias entre los 900 y 1800 Megahercios y potencias de entre 15 y 150 Watios (realmente perturbadoras). Aunque se desaconseja su instalación próxima a guarderías, escuelas, hoteles y hospitales, no existe una verdadera normativa al respecto y de haberla se incumpliría metódicamente ya que lo contrario obligaría a su unión mediante cables (fibras ópticas) y la instalación de pequeñas centrales en su base que encarecerían este servicio.

Desde hace tiempo, sobre todo con lo que respecta a las ciudades, se viene demandando la creación de una única red unificada de telefonía móvil para evitar la anárquica proliferación de antenas y la brutal contaminación de frecuencias que nos invade. Debería sorprendernos como las compañías de este tipo de telefonía han creado infraestructuras propias cuando han sido tan reacias de hacerlo en el caso de la fija.

También deberíamos rebelarnos contra la brutalidad de ofertas que nos animan a consumir telefonía móvil por placer a pesar del peligro que implica y se ignora continuamente. Sin duda nos dejamos vencer fácilmente por la comodidad, pero la progresión en los casos de determinados tipos de cánceres (leucemia, cerebral, tiroideo, páncreas...) indica que algún nuevo elemento ha empezado a actuar en su progresión y estas radiaciones son una de las posibles respuestas.

Imagen tomada de somosmac.com

sábado, 26 de septiembre de 2009

El ojo que todo lo ve y la justicia ciega.


PRIMER JUICIO DE LA HUMANIDAD CONTRA DIOS.

Se juzga por los cargos de posesión y uso de armas de extinción masiva.

Habida cuenta que el acusado no se ha presentado a las audiencias previas a este juicio ni ha respondido a los requerimientos dados por este tribunal. Se procede a seguir con los autos dando al susodicho como declarado en rebeldía.

Se inician pues los procedimientos inculpatorios por los delitos de posesión y uso de armas de extinción masiva en base a las pruebas documentales presentadas por la acusación y basadas en el panfleto publicitario usado por sus seguidores y conocido por los nombres de Torá, Biblia y Antiguo Testamento, entre otros. Se han analizado, para el proceso que ahora nos afecta, los capítulos relativos a la desaparición de las ciudades de Sodoma y Gomorra y a los concernientes al poco claro suceso del Diluvio Universal.

En referencia a estos cargos se solicita a las partes que presenten sus testimonios, previos al juicio, antes del día 30. Así mismo se recuerda la necesidad de aportar cualquier prueba que se considere de interés, antes de esa fecha, para permitir el estudio de las mismas por la parte contraria, con la antelación suficiente, es decir, 24 horas antes de la ejecución de los autos. También se advierte que la presentación de nuevas pruebas durante el proceso quedará limitada a la normativa del tribunal.

Sin más preámbulos se cita a las partes para el día 1 en este juzgado con el fin de escuchar las anotaciones previas de las partes.

El Presidente del tribunal de justicia del mundo libre de dogmas.

Intermundo a 18 de octubre de 2007.


AVE a quién le toca



Todas las ciudades del mundo están atravesadas por túneles: ferrocarriles, autovías, servicios varios. El túnel es una fórmula correcta y habitual para descongestionar las urbes modernas. Muchos recordamos aquellas vías de ferrocarril que atravesaban las zonas industriales de nuestras ciudades y que separaban barrios enteros cada vez que un “mercancías” pasaba por allí. Que decir de los cables eléctricos y de teléfonos que rallaban el cielo de nuestras calles saltando de fachada en fachada y de poste en poste. Y en las zonas medievales, como reliquia histórica, vemos unos canales centrales por donde un día bajaron las “aguas sucias”. También hemos perdido de vista los canales de riego, los pequeños riachuelos y las torrenteras que aliviaban las montañas de los alrededores inundando nuestras calles cuando llovía torrencialmente. Hoy todo eso son espacios que ocupan diferentes estratos de nuestro subsuelo metropolitano.

Así pues, a nadie le extraña cuando las impenitentes obras aparecen en la puerta de sus hogares para excavar una zanja, ya sea para realizar una reparación o para introducir uno de esos servicios. Es algo que, por lo general, supera los límites de la simple molestia, pero como acostumbra a ser algo limitado en el tiempo y posee una lógica de necesidad innegable, nadie se queja más allá de las barrabasadas innecesarias que se generen debido al mal proceder de los “técnicos”. Los problemas empiezan cuando las obras se alargan en el tiempo, en ese momento cualquier pequeño ruido innecesario, cualquier proceder fuera de lugar, cualquier trabajar sábados y domingos o en horarios que no dejen dormir… es una tortura para los vecinos que ya han sido condenados a padecer ese suplicio en teórico beneficio de la ciudad. Así debieron ser, en Barcelona, las obras del Carmelo que terminaron ultrajando la vida de un centenar de familias. Qué se puede decir cuando ves un bloque de pisos partido por la mitad, mostrando las fotos familiares, los abiertos cajones de la cómoda, la escobilla del wáter… y a un anciano llorando amargamente la pérdida de toda una vida bajo los escombros aún a pesar de que no hubo víctimas. Los hogares tienen alma, pero no cuentan.

El bien de la ciudad prevalece. Así se lo han dicho a los vecinos de la Sagrera que llevan más de tres años asaetados con las obras del intercambiador para la línea 9. Aún así, entre protesta y protesta, saben que el día que su suplicio acabe, tendrán un nuevo servicio en la puerta que revalorizará sus viviendas. Sólo piden que no les agredan más de lo necesario, porque el capitalismo y las obras no entienden nada sobre el bienestar de los ciudadanos. En cuanto a los profesionales de la siquiatría sólo significan un aumento de la clientela.

¿Y el AVE?

“Nari nan, nari nan, nari nan”… como diría “La Trinca”. Un túnel que atravesará la ciudad de punta a punta (de Sants a la nueva estación del Norte que en origen debió ser la única), obligando a los convoyes a circular a una velocidad reducida, con subidas, bajadas y curvas no adecuadas para este tipo de medio y generando una serie de vibraciones que otros medios de transporte subterráneo no harían jamás. Por si fuera poco, el AVE, por el centro, no supone ningún plus para la ciudad y pone en peligro a muchos edificios, incluido el popular Templo de la Sagrada Familia. Por si todo esto no fuese suficientemente indignante, se ha evitado, mediante oportunos desvíos, pasar por delante de los hoteles más importantes, reduciendo el impacto a este colectivo que, además, pretendía un apeadero en pleno Paseo de Gracia.

El AVE que hoy se construye nada tiene que ver con aquel que a principio de los años ochenta diseñamos con nuestro corazón todos los barceloneses y la mayoría de catalanes. Aquel tenía una única estación en lo que hoy es el centro comercial de “La Maquinista” y lanzaba su vías hacia Francia en busca de París y después el resto de capitales europeas. Con el tiempo también llegaría a Madrid, pasando por las grandes poblaciones del Vallés (Sabadell y Terrassa) y acercándose al flamante aeropuerto internacional de la Catalunya Central. El AVE de nuestros corazones nos abría al mundo, este de hoy le ofrece un par de paradas en nuestra ciudad al metro de Madrid.

Esto es triste, pero no duele demasiado, ya hace mucho que aprendimos a que nuestros sueños fueran robados con las escusas más absurdas. Tampoco es tan doloroso ver el enorme agujero que alcanzará más de treinta metros de profundidad pegándose a la fachada de tu edificio. Empieza a ser algo molesto que algunas empresas de transportes se nieguen a traerte según que artículos hasta casa porque tienen que llevarlos a mano y por pasos muy estrechos durante demasiados metros. Ni el año mal durmiendo porque una grúa chirria a las 7:30 de la mañana y otra a las 23:15 amenazando con colarte una viga por la ventana (sábados y domingo inclusive).

Lo verdaderamente molesto es que aún existan políticos sinvergüenzas que se atrevan a decir, a los medios de comunicación, que nadie quiere las obras en la puerta de su casa y que por eso la gente se junta a protestar. Y el adalid de esta clase de insultos a la ciudadanía es nuestro alcalde, el señor Hereu… ¿Señor Hereu –por curiosidad- cuantas obras tiene en la puerta de su casa?

Junto a mi bloque tengo ya una vía de metro (línea 1) y otra de tren, además, por la otra manzana de más abajo pasa otra de metro (línea 2) y aún otra más abajo otra de tren. Todas se construyeron aquí y no hubo ninguna de las actuales quejas ¿No desmiente eso las reaccionarias manifestaciones del alcalde? Pero es que metro y cercanías, además de las vibraciones que convierten la toma de un baño normal en un jakuzzi, ofrecen un servicio que da valor a nuestras vidas y nuestros hogares… ¿Pero el AVE? (este AVE, quiero decir).

El túnel del AVE, para pasar bajo la línea 1 y cercanías, bajara hasta unos 30 o 40 metros de profundidad, sin embargo, en un par de manzanas tendrá que ascender a sólo dos. Esa será una rampa brutal que deberá realizar a baja velocidad pues a continuación tendrá que hacer una ese con dos ángulos rectos. El AVE es un tren de vagones largos y no adaptados para el subterráneo, las vibraciones que generará serán unas seis veces mayores que las líneas de cercanías (las peor adaptadas al paso subterráneo). A partir de ahora ya no tendremos jakuzzi, directamente nos expelerá del baño con todo el agua de la bañera.

Parece que este desastre ya no tiene remedio, tal es la voluntad de nuestros mediocres políticos, ¿pero alguno ha pensado en compensarnos por el desaguisado? ¿Para qué? ¿Quién de los afectados volvería a votarles? Como son votos perdidos seguros ya se aprovecha para barrer toda la mierda hacia el mismo agujero. Cuando se acaben las obras, el tramo afectado de la calle Mallorca se convertirá en una vía rápida por donde miles de coches pasearan sus humos y bocinas ante el rojo de la Meridiana. Las estrechas aceras de ese tramo que nunca permitieron poner una marquesina a las paradas de autobús, seguirán igual de menguadas y los negocios, que hoy han abandonado la calle asfixiados por la obras, ya nunca volverán, porque nadie va a hacer nada para que esta zona se recupere. Así que a la paletada de tierra le seguirá una de mierda y el alcalde feliz. Entre tanto, una manzana más abajo, bajo el colegio de curas se ha realizado una pequeña zona de maniobras para la línea 2 y han compensado al colegio con un carro de millones que ha servido para que este verano lo hayan reformado de arriba abajo. Curiosamente ese es el colegio electoral donde nos toca votar… ¿pretendían que no nos enteráramos o es que les da igual?

Enlaces interesantes que pueden ayudar a la comprensión de este artículo:

http://www.cucadellum.org/2008/07/nota-de-prensa-de-ave-pel-litoral-ave.html

http://www.cucadellum.org/2009_02_01_archive.html

La actual imagen corresponde a la llegada de la tuneladora bautizada como “Barcino” y fue publicada en la web de “La Razón”. Los actuales problemas informáticos que padezco me impiden publicar fotografías propias más actuales y, sin duda, más interesantes.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Revilla vs. Laporta: ¿Democracia? ¡No, gracias!


Ya hace meses que nos quejamos de lo mal que separa su vida como presidente del Barça de la personalidad particular y política que es, el señor Laporta. Todo el mundo puede tener sus ideas independientemente de quien sea, pero debe cuidar muy bien de en que foros se expresa. Eso no quita de que su impronta en la entidad blaugrana no deba estar impregnada de las ideas que mantiene, eso sí, siempre desde el respeto a la propia entidad, sus significados y las personas. Dicho esto, y a pesar de la crítica que supone al presidente blaugrana, hay que señalar que hay personas, y supuestas personalidades, que aún andan más erradas en sus funciones y funcionalidades que él. Y de esto hemos sido testigos todos los españoles en las últimas horas.

Los invitados a los palcos de los campos de fútbol, por desgracia, acostumbran a ser personas muy poco deportivas y aún menos ligadas al significado de lo que se juega en el césped. Por esa razón sus conversaciones tratan sobre temas que nada tienen que ver con el juego. Así ayer Laporta se vio acompañado por el presidente de Cantabria (personalidad que hasta la fecha me había caído muy simpática) y soltó la indiscreta frase pseudopolítica: “Estáis machacando a Cataluña”. Claro, castellano y, muy posiblemente, fuera de lugar. Pero si la indiscreción de Laporta fue cuestionable, aún resultó peor la actitud del señor Miguel Ángel Revilla que se picó más que una guindilla (iba a decir que un chorizo picante, pero hubiera estado doblemente mal).

Esta vez, la poco asesada actuación del mandatario blaugrana, sirvió para descubrir un personaje realmente fraudulento que se ha instalado en la política de nuestro país con un populismo más hipócrita de lo que está dispuesto a reconocer. Posiblemente hoy habréis escuchado las declaraciones que el presidente montañés despachó en un foro, teóricamente deportivo como “El Larguero” de Cadena Ser, pero en ningún lugar las críticas descarnadas que ellas merecen. Los periodistas de prestigio se han echado a un lado dadas las prebendas habituales que el Chávez de Cantabria les da. Y no hablo de las anchoas, sino las declaraciones y otros juegos corteses que sirven a esos figurantes de la información para mantener su prestigio en el universo de la noticia.

A quien no le agrada la imagen de Revilla en el programa de Buenafuente, en “el Intermedio” o en cualquier otro que le permita manifestar su humanidad jovial a los cuatro vientos. Sí, Miguel Ángel Revilla parecía un político atípico y del pueblo, pero ha resultado ser un palurdo intransigente que pretende acaparar todos los micrófonos.

No dudo que a Revilla no le guste el independentismo catalán, pero este es un país libre y democrático (o por lo menos otros como él se jactan de ello) y él un representante político del mismo, así que al criticar esas posturas, de la forma en que lo hizo, estaba haciendo un ejercicio de todo lo contrario a lo que es realmente democracia. Además, eso lo extrajo de una sola frase que le molestó: “Estáis machacando a Cataluña”. Es decir, que para negar la expresión que le molestaba pasó al ataque haciendo acusaciones infames, antidemocráticas, fuera de lugar y en un foro que no le pertenecía (de esto último puede ser más culpable el medio de comunicación que el político). Todo un ejemplo de un gran político español previo a la transición y que también nos recordó aquella Pilar Rahola que gritó a la guardia urbana: “¡No saben quién soy yo!”… otra decepción del populismo político. Pero Revilla aún fue más allá, porque tampoco era nadie para rebatir la frase que tanto le molestaba. Es difícil para un agresor saber que lo es, incluso, a veces, es difícil para la víctima. Para comprender lo que se le decía tenía que haber estado en Cataluña, tenía que haber tenido una sensibilidad especial para entender lo que se le decía, pero estaba más preocupado por atender a una acusación que, a pesar del plural, él hacía totalmente propia.

Revilla, tal vez en un golpe de iluminación repentina, para no perder su buen nombre ante los catalanes o quizá para hacer creer que le preocupaban algo más que su traje, insistió en que “hay que separar a los catalanes de personajes como Laporta”. Era tarde, Miguel Ángel Revilla ya había terminado de machacar a Cataluña, a la democracia y a todo razonamiento humano.

Tristes, muy tristes las declaraciones de Revilla, no sé si espoleadas por el resultado del partido que, desgraciadamente, pasó a un segundo plano, especialmente ante la prensa de Madrid que busca cualquier excusa para encumbrar al Real Madrid y asaetar al Barça. Esta vez, gracias a Revilla lo ha conseguido.

Por si esta desgracia no fuera suficiente, el señor Joan Laporta, en unas declaraciones a Europa Press Televisión, quedó como un señor sabiendo no hacer leña del árbol caído (por Revilla): “Respeto la opinión del presidente igual que respeto a Cantabria y confío en que también se respete mi opinión”.

Dice Miguel Ángel Revilla que no piensa volver a asistir a ningún evento donde se halle el señor Laporta. Que nos haga un favor a todos y en especial al deporte y no vuelva a aparecer en ningún evento deportivo aún sin Laporta, ni tampoco en programas de este ámbito. Es más, por muy simpático que se haga, que no vuelva a pasear su jeta por la tele, ni su voz por las radios, ni que la tinta, con palabras suyas, vuelva a manchar los rotativos.

Chávez sólo hay uno y ya sobra.

Imagen tomada de Flickr… de un particular.

jueves, 17 de septiembre de 2009

¿A qué huele el amor?


Imagen tomada de flikr.



¿A qué huele el amor?

Eso depende de la edad,

de la vida,

del corazón.

Primero el aroma dulce y suave

del abrazo de una madre

y el rancio traje de un abuelo

que juega en el suelo con su nieto.

Después a una mañana

de soleado domingo.

Pero al crecer empiezan los cambios

y el amor es mojado

como la tierra en el mes de abril.

Y al crecer más,

cuando se encienden los fuegos del cuerpo,

huele al atardecer, frente al mar,

de finales de agosto.

Y en la madurez

el suave crepitar del hogar

en invierno.

Incluso, hacia el final,

huele a un ramo de flores frescas

en el cementerio.

Muchos y ninguno

del amor son sus aromas,

depende de cada cual,

depende de la edad,

depende... del primer beso

y también del último.

Pero, ante todo,

hay que estar vivo.

domingo, 13 de septiembre de 2009

¿Ha reventado la burbuja inmobiliaria?


Últimamente son muchos los medios de comunicación y entidades oficiales que insisten en decir que la burbuja inmobiliaria ha explotado. Palabras que no son contrarrestadas ni por inmobiliarias, ni constructores, ni bancos… ni intermediarios. Sólo los ciudadanos dudan de este hecho, sobre todo cuando tienen que enfrentarse a la adquisición de una vivienda. Los precios apenas han bajado entre un 10 y un 15% en el mercado… ¿Es ese el tan cacareado reventón de la citada burbuja?

Hace un año, cuando la crisis aun no nos había enseñado su letal directo de derechas, las calles estaban llenas de carteles de “se vende”. En estos momentos, cuando más de una familia se debe estar viendo obligada a vender su vivienda habitual para sobrevivir, los carteles escasean ¿Por qué?

Si hemos sido testigos, durante más de ocho años, de un complot de bancos, constructoras, inmobiliarias e intermediarios (y algún que otro funcionario corrupto), para crear y mantener una burbuja inmobiliaria que les reportaba pingües beneficios, no sería posible que ahora se estén aliando para que el inminente reventón (yo no creo que haya estallado todavía) no les genere demasiadas perdidas.

En mi buzón aparecen frecuentemente papeles dónde “un particular” está interesado por un piso en la zona. Cuando lo contactas todo son pegas y termina haciéndote una oferta que no alcanza ni el 40% del valor en el mercado actual, después intenta regatear y puede llegar a subir hasta el 60%. Hay se queda, lo que da a entender que el precio real de los pisos es un 40% más bajo que el del mercado actual… Pero esa no es razón para que las ofertas hayan desaparecido de las fachadas, sobre todo cuando los intermediarios siguen marchando casa por casa haciendo esas mismas ofertas ¿Entonces cuál es la razón?

Debo reconocer que algo se me escapa, pero no tengo ninguna duda de que existe alguna clase de fuerza, algún comprador avispado, que se ha hecho con ese material sobrante del mercado y que está logrando que el precio nominal de la vivienda se mantenga artificialmente alto. Incluso en edificios de nueva construcción no se llega a ver aquel antaño habitual “venta de pisos”. Recién acabados muestran sus cristales impolutos, sin manchas de pintura, y sólo en un par de balcones aparece un teléfono móvil o el símbolo de una inmobiliaria, sólo los locales restan eternamente en venta… ¿Qué está pasando?

Pase lo que pase, este es un gran paso a tras. Poner diques ante una riada sin dejar escapar algo de agua, sólo sirve para obtener una explosión más violenta, pero algo más tarde. Si la burbuja termina de estallar justo cuando estemos apunto de superar la crisis, sólo servirá para terminar con nuestros esfuerzos por superarla. Por oro lado, si tiramos abajo ahora todo el mercado inmobiliario, podremos empezar a reconstruir este sector sobre una base sólida y bien asentada. Es curioso que las mismas personas que quieren imponer medidas liberales, como el abaratamiento del despido, para solventar la crisis, sean los que están poniendo trabas al libre mercado inmobiliario durante la crisis. Como cambia su percepción liberal cuando es su bolsillo el que se resiente, ¿no?

El mercado inmobiliario empezó a dispararse en 1994, justo al terminar el frenazo del anterior tirón inmobiliario, el del 92. Al principio, la crisis post-olímpica, que se alargó hasta la primavera del 96, mantuvo esa subida dentro de unos niveles aceptables, pero la salida de la crisis y el aumento de la inversión extranjera (especialmente la inglesa) dispararon el mercado de las áreas costeras primero y el de las grandes ciudades después. Con la llegada al poder del PP se tomaron erróneas medidas que favorecieron a los beneficiarios del sector y se inicio una escalada brutal de los precios y donde los fenómenos de corrupción no dejaron de producirse.

Aparejado a este boom vinieron otros fenómenos aún menos controlados: la demanda de mano de obra muy barata (en ocasiones tendente a la esclavitud) y la subida de precio de las materias primas y el suelo. Esos tres efectos colaterales son, por si solos, tan dañinos como la propia burbuja, así que los analizaremos por separado.

La mano de obra mayoritaria de la construcción fue la inmigración ilegal. Por lo general la inspección laboral fue muy tolerante o no supo frenar una tendencia producto de la alegría de ese mercado laboral. Un mercado laboral que, a pesar de la inmensa demanda, no debía otorgar ventajas a los trabajadores como las obtenidas en el boom del 92. Entre tanto, la contratación de inmigración de todo tipo generó una espiral de efecto llamada de la que sólo se beneficiaban los constructores. Con la caída de la construcción, esa bolsa de trabajadores foráneos quedaba sin fuente de ingresos y se vertían sobre todo el mercado, con las mismas condiciones, lo que producía una paralización salarial y extendía la bolsa de desempleo. Si en su momento se hubiese vigilado a este sector, también en este ámbito, la crisis actual hoy sería más leve.

El boom de la construcción solicitó, cada vez, más y más materiales de construcción, haciendo subir sus precios tan sólo por la ley de la oferta y la demanda. Pero además, no había materiales para todo lo que se construía por lo que al principio se empezó por importar algunos de ellos, sin embargo, pronto la industria aumentó su producción. Puede parecer que si se aumentó la producción también se puede reducir ahora, pero no es tan sencillo. Antes del boom sólo las fábricas de ladrillos más rentables tenían cabida en el mercado, con el boom se abrieron factorías de materiales cuyos costes de fabricación eran mayores sin aportar un plus de calidad. Incluso aparecieron factorías de productos de menor calidad. Así mismo, las factorías ya existentes, rebajaron, muchas veces sus controles de calidad para crear más producción y sobreexplotaron yacimientos de materias primas con un encarecimiento suplementario. Volver ahora a las calidades normales y precios originales no será sencillo.

Finalmente, igual que el que compró una vivienda en pleno boom no se resigna a vender más barato, el dueño de suelo edificable tampoco aceptará menos dinero por su posesión. Si tenemos en cuenta que, por lo general, los dueños de suelo no acostumbran a tener problemas económicos dado que sus ingresos no dependen de ese suelo, será muy difícil que el precio del suelo vuelva a bajar.

Con todas estas premisas, el valor de la vivienda que subió de un 500% a un 600% desde 1994 a 2007, ha bajado ahora de un 10 a un 15%, pero debe bajar aún de un 60 a un 70%, para que se pueda aceptar como reventada la burbuja inmobiliaria. Una vivienda que en 1994 costaba 10.000.000 de pesetas, unos 60.000€ hay, con la bajada actual, cuesta de 260.000€ a 320.000€, cuando su precio debería descender a unos 130.000€.

No, la burbuja inmobiliaria no ha reventado ¿Por qué, entonces, las administraciones se empeñan en decir que sí?

Sólo hace falta ver como protegen las ventas de pisos… incluso sus imágenes. Alguien duda de dónde ha salido esta…