martes, 17 de enero de 2012

La nueva responsabilidad del PP



Hemos dejado pasar la primera andanada informativa tras la muerte del fundador del PP (antes AP) para empezar a  evaluar las implicaciones y las obligaciones que vienen añadidas a este evento. Una vez muerto el que dirigió los destinos de la derecha española, marcó el camino de lo que tenía que ser y no ser el conservadurismo y dinamitó de la forma que pudo todos los proyectos de progreso democrático en nuestro país, el PP tiene ahora una serie de compromisos y obligaciones hacia el Estado y la sociedad española que deben ser ineludibles.
En primer lugar ha llegado el momento de acabar con el franquismo residual que ha impedido durante más de treinta años cerrar el proceso transicional. Para ello el PP debe definir cuál es su concepto conservador para medirse con los partidos de ese ámbito que hay en toda Europa. En su día Don Manuel aglutinó bajo sus siglas todas las tendencias de la derecha; desde las más livianas a las más ultras, siendo tolerantes con las posturas franquistas y sustentando las teorías que, en oposición a la realidad, daban validez a esa dictadura y negaban su naturaleza terrorista. Es hora también de que los muertos descansen en las tumbas, igual que ya lo hace Don Manuel, y recuperemos esa memoria histórica que se amontona en las cunetas de nuestro vergonzante pasado.
Sé que el tema del perdón implícito a nuestra tutelada democracia, es un dogma de fe para las estructuras del PP, pero eso, en contra de lo que creía su fundador, no es un impedimento para firmar una paz para todos.
Cierto es que fueron muchos los que colaboraron con aquella caza de brujas continuada que fue el franquismo y que por responsabilidad no deberían volver al ejercicio del poder, por eso la responsabilidad del PP aún es mayor para con todos los españoles. Después de todo son muchos los miembros de su partido que, durante años, ajenos al dolor que producían, se han permitido hacer apología de ese régimen dictatorial de un modo que, en otros países más civilizados, les hubiese supuesto responsabilidades penales graves.
De Rajoy es ahora la palabra y no debe escudarse ni en el poder ni en la crisis para responder a la gran pregunta: ¿Van a poder descansar los fantasmas del pasado o tendremos que seguir viviendo con ellos?
Pero debe pensarlo rápido y bien porque los nuevos tiempos ya están aquí, España se lo va a exigir y 11 millones de hooligans y la mayoría absoluta de unas elecciones cuestionables, no son suficientes para controlar a un país que ha perdido la fe en los políticos que exigen sacrificios al pueblo y son incapaces de predicar con el ejemplo. La representatividad de quien gobierna debe estar fuera de toda duda, pero el don de Mariano aún se escribe con minúscula.

Imagen extraída de www.vigoalminuto.com

lunes, 16 de enero de 2012

Españoles, Fraga... ha muerto... ¡BUAAAA!



Las necrológicas se llenan hoy de “ha muerto Manuel Fraga Iribarne” y, como buenas maestras del su significación, hacen para el finado una buena elección de elogios que llevarse a la tumba. Casi se diría que los eligen al peso emulando esos puñados de tierra bendecida que se echan sobre el féretro una vez ha bajado a la fosa de los enterramientos en el suelo. Las buenas palabras son todo un rito llevado a cabo más para ahuyentar los miedos a ese casi tabú que es la muerte, que como una sincera fórmula de recordar al desaparecido y consolar a sus seres queridos.
Don Manuel no fue diferente en ese aspecto y tuvo cosas buenas y cosas malas, aunque estas últimas fueron de las que dejan cicatrices en el alma e incluso en los cuerpos. No en vano Fraga fue llamado la mano izquierda de Franco y, en su papel de franquista firmo las sentencias a muerte de muchos conciudadanos. Mientras otros respiraban bajo la sombra del dictador, él salió al extranjero donde destacó en sus estudios, pero nada de los aires que vivían aquellos pueblos quiso para el suyo. Aquí se limitó a ser el peso muerto que la nueva democracia debía arrastrar del franquismo, el símbolo de que el Caudillo lo dejó “todo atado y bien atado”. Aún así le llamaron “Padre de la Constitución” cuando solo fue el muro de contención que evito que aquel papel mojado que nos regalaron en 1978 como Carta Magna, llevara escritas las palabras que pudieran darnos una plena democracia.
Hoy la prensa escrita va llena de frases y palabras que van del elogio a la tolerancia por una figura política que ha muerto. Yo solo espero que no queden muchos como él si es que queremos tener esperanza.
¡Descanse en paz!

NOTA FINAL: Lo peor no es lo que digo, sino lo que cayo.

Imagen extraída de www.desmotivaciones.es

sábado, 14 de enero de 2012

Estadios míticos del fútbol: los tres grandes.



El fútbol es un deporte de masas, aunque, tal vez, deberíamos decir espectáculo. Las jugadas más plásticas, el fútbol de ataque y creativo son los mayores atractivos. Pero saber de fútbol no se limita a las tácticas o a los jugadores. De hecho, muchas veces, lo que levanta más pasiones de este gran espectáculo no es lo que sucede en ese rectángulo de variadas dimensiones. Las aficiones, los estadios, la historia, la épica, la diversión… hay muchísimas variables que pueden decir algo más de lo que es el fútbol. Por supuesto, para los jugadores, no es lo mismo jugar en lugar que otro. Así, a lo largo y ancho del planeta, hay toda una serie de “Estadios” que deben escribirse con mayúsculas porque los jugadores foráneos que tienen la suerte de jugar allí los recordarán para siempre.
A continuación daremos una lista y algo de su significado para este mundillo del fútbol.
Para empezar hay tres viejos estadios que todo el mundo conoce: Maracaná (Río de Janeiro – Brasil), Azteca (Ciudad de México – México) y Nou Camp (Barcelona – España). Los tres, en sus mejores momentos tenían aforos superiores a los 100.000 espectadores, pero la incorporación de nuevas medidas de seguridad redujo aquellas cifras.
El estadio brasileño se erigió con vistas al mundial de 1950 y allí se jugó la final del llamado maracanazo, porque Uruguay derrotó a la anfitriona por 2 a 1. Se afirma que asistieron 210.000 aficionados. La cifra choca con el actual aforo de 92.000, eso sí, todos sentados; o los 103.000 tras la reforma de 1999, con 77.000 asientos. En 2014 volverá a ser sede de la final de otro Mundial.
Azteca es de los tres el único que aún supera las cinco cifras de espectadores, concretamente 105.064. Es propiedad de Televisa y son varios los clubs que en diferentes épocas han disfrutado de él como local, y en ocasiones al mismo tiempo: Nexaca, Atlante, Atlético Español, Cruz Azul y en la actualidad el América de México.
Azteca, inaugurado en 1966, ya ha vivido dos finales Mundiales: en 1970, que consagró a Brasil, y 1986, en que México celebró este evento ante la renuncia de Colombia, y consagró a la Argentina de “la mano de Dios”. Pero el momento estelar de este estadio fue la semifinal entre Italia y Alemania de 70, el llamado “partido del siglo XX”. Italia ganó agónicamente por 4 a 3, pero gran figura fue el alemán Libuda, conocido por “el rubio de oro”. Este teutón estaba llamado a pasar a la gloria de este deporte de no ser por formar parte de un arreglo de partidos al año siguiente que acabó con su expulsión de la Bundesliga. En 1996, con 52 años, murió de una apoplejía, solo y en la miseria. Permitidme que me extienda un poco más en este punto pues desde aquí me gustaría hacer, con estas líneas, un pequeño homenaje al que también fue llamado también el “Garrincha alemán”: Reinhard “Stan” Libuda.
Finalmente acabaremos con el tercero de los grandes estadios míticos, el Nou Camp o Camp Nou según quién o cuándo lo diga. Aunque su nombre oficial, para que quede claro, es el segundo: Camp Nou. Su actual aforo es de 99.354 espectadores, pero desde su inauguración en 1957 ha sufrido muchas remodelaciones que han aumentado y disminuido mucho su capacidad. El máximo lo alcanzó durante el Mundial de 1982 con 120.000 espectadores. A pesar de ese aforo es el único de los tres Estadios que no ha vivido una final de un Mundial, ya que la final del 82 se jugó en el Santiago Bernabeu.
El dueño de este estadio es el F.C. Barcelona que, casualmente, es el único club de Europa que desde 1955 ha jugado todos los años alguna competición oficial de ámbito continental. Eso unido a que es el estadio de mayor aforo de esas competiciones, lo convierten en el Estadio mítico con que todo jugador europeo sueña.
Todos los campos tienen su momento histórico, pero este Estadio, como consecuencia de estar viviendo la explosión de un proyecto futbolístico nacido en “La Masía” está renovando esos  grandes instantes cada día. En la actualidad ha nacido un nuevo turismo futbolístico en que personas de todos los continentes vienen a pasar unos días a la ciudad Condal con entradas incluidas para este Estadio donde disfrutar de un futbol de fantasía con el Barça. No en vano algunos de esos viajes están empaquetados bajo el nombre de “Dream Maker Stadium”.

Imagen tomada de www.diariorural.com

martes, 10 de enero de 2012

El posible Nobel de la Paz a Otegui desata una tormenta en Twitter



Se ha desatado una tormenta en twitter porque se ha divulgado que la izquierda abertzale ha propuesto a Otegui para el Nobel de la Paz. Hay que decir, no obstante, que quienes han puesto el grito en el cielo han sido el facherío nacional y la España Cañí. La propuesta viene de mucho más lejos de lo que algunos se piensan. Concretamente de las profundidades del imperio británico. Pero es que allende los mares saben que el señor Arnaldo lleva trabajando para que ETA abandone las armas desde hace más de cinco años. Son muchos en el mundo abertzale que piensan, desde comienzos de los noventa, que la lucha armada había perdido su sentido, pero la fuerza que los más violentos ejercían sobre los demás y, sobre todo, lo inapropiado del tema GAL, hicieron imposible un mejor desenlace antes de hoy.
Una prueba de cómo habían cambiado las cosas pudo ser el, creo que falso, atentado a Aznar que algunos miembros de la banda pudieron, tal vez haber pactado con el aparato publicitario del que después sería el presidente, y que tuvo una víctima inocente como daño colateral. Era obvio que los terroristas conocían el blindaje del vehículo del entonces candidato del PP, la cantidad de explosivos utilizados era claramente insuficiente para dañarlo, sin embargo, la deflagración hacia fuera no era tan controlable y generó víctimas inocentes. Es posible que no existan más pruebas y que sean achacables a la chapucería de la banda, pero las acciones al respecto de don José María durante su presidencia, incluida su lapidaria denominación de la banda, no me dejan ninguna duda. Por lo menos al resto del mundo si tendrían que generarle unas pocas… de dudas, digo.
Paro la acción que más me llamó la atención y más me repugnó, fue el cambio de denominación del CSI por CNI. Con este cambio el servicio de inteligencia nacional no solo alteraba su nombre, sino también servicio a la nación por un servicio al gobierno, algo intolerable para un país que se llama democrático. De un plumazo había desaparecido aquel resorte que permitía al CSI vigilar al gobierno para evitar que se propasara. Al mismo tiempo el gobierno, como si de un cuerpo policial más se tratara, dictaba las prioridades de investigación. Fruto de este cambio los especialistas se centraron en la kale borroka, pero dejaron de lado el terrorismo internacional, a pesar de que los caprichos bélicos del gobierno del PP nos habían puesto en el objetivo del islamismo. Doscientas víctimas inocentes, de todas formas, no les hubieran descabalgado del poder de no haberse empecinado en culpar a ETA de lo que el “modus operandi”, la situación de la banda y, sobretodo, las tempranas palabras de Arnaldo Otegui desmentían ¿Cuándo ETA había desaprovechado la oportunidad de apuntarse un tanto brutal? Pero por aquel entonces ETA ya no se podía permitir acciones que no se dirigieran directamente a los núcleos del poder. Tiempo atrás los atentados de Hipercor y el concejal Blanco habían desconectado a la banda del mundo aberzale. Una cosa era la lucha armada por la independencia de Euzkadi y otro el exterminio de inocentes. ETA había perdido el rumbo y el sentido, y ni la llegada de las derechas al poder podía enardecer a lo que un día fueron sus bases. Posiblemente aún habría personas que enarbolarían las fotos de etarras como si fueran héroes, pero para la mayoría eran unos mafiosos que habían puesto a los verdaderos independentistas en el disparadero.
En estas salsas, y con el PSOE ya en el poder, en 2006 ETA anuncia una tregua permanente. Desgraciadamente aquellos que eran herederos de un terrorismo aún más brutal como fue el régimen franquista, se empeñaron en poner el máximo de palos a las ruedas de la paz (los mismos que hoy claman al cielo ante el posible Nobel de Otegui). Con todo, creo sinceramente que la tregua tampoco se hubiese podido mantener mucho tiempo. El núcleo violento de la banda seguía muy vivo y, aunque ya eran muchos los que hablaban de paz, los más duros dieron un golpe de mano dentro de ETA representado por el atentado de la T4. La enorme cantidad de explosivos utilizados en aquella acción hacían prever una orgía de sangre en los siguientes meses, pero en lugar de eso se mostraban sus grandes carencias. Entre tanto Otegui ya había cambiado su lenguaje, todo y que se notaba que ETA mandaba sobre el discurso político (algo que se hubiese podido evitar de no haber ilegalizado a Batasuna en 2003), las palabras del líder habían perdido su agresividad. De hecho se notó que la banda había intentado puentear al propio Otegui frente a los medio, pero estaba claro que la voz entre líneas del batasuno era también la que los abertzales no podían transmitir más allá de los filtros etarras.
Así que a pesar de su encarcelamiento, de la ilegalización de Batasuna y de la mordaza ejercida por los violentos, Otegui logro colar, en nombre de la mayoría de los abertzales, un mensaje de Paz. Creo que es algo mucho más meritorio que las acciones de Juan Carlos para traer esta “democracia” tutelada tras tomar el testigo de Franco y, sin embargo, también fue nominado al Nobel. Nadie, desde la racionalidad, puede culpar a Otegui de las 829 víctimas de ETA (tampoco a Juan Carlos se le puede culpar del millón de muertes del franquismo, muchos miles después de la guerra). Pero es que hay un número enorme de Nobeles de la Paz que sí son directos responsables de muchas muertes e incluso auténticos genocidios.
Pues con la tormenta “Otegui al Nobel de la Paz” descubrimos que la información ha sido filtrada a través del PP después que el CNI (ya sabemos que nueva forma antidemocrática de funcionar tiene) se la entregara al mismísimo señor Rajoy ¿Qué perversa intencionalidad tiene todo esto en manos de un partido que siempre ha sacado partido del tema ETA?

La imagen es una captura de la web del diario QUÉ!