martes, 30 de marzo de 2010

Explicaciones y disculpas

Se suspenden momentáneamente las series de artículos con los títulos: “Aviones comerciales que aún pueden encontrarse en servicio” y “Cómo realizar un blog de éxito”. La primera se suspende hasta la poder cotejar toda la información, dado que mucha de la que me ha llegado es contradictoria y se perciben errores aún no verificados que pueden obligar a un largo tratamiento de los datos. Respecto a la segunda estamos viviendo un cambio radical en el uso de Internet que afecta muy directamente al comportamiento de los navegantes frente a los blog’s y que debe analizarse antes de proseguir.

De cualquier forma, mis lectores, donde los haya, ya se habrán percatado de que hace varios meses que ninguna de las dos series ha tenido nuevos capítulos.

Respecto a las novelas en capítulos “Tres tipos con clase” y “El vampiro pragmático”, siguen en fase de producción aunque demoradas por otros trabajos que por ahora no verán la luz ya que están en proceso de registro.

Así mismo quiero pedir disculpas, una vez más, por el bajo nivel de producción en este blog por causas ajenas a mi voluntad y que, además, van a proseguir en los próximos tres meses.

Atte. Vicent (Vice vhön Khamy)

miércoles, 17 de marzo de 2010

Crean en Facebook un grupo llamado:“NO A UN PARTIDO POLÍTICO MUSULMÁN EN ESPAÑA”.

Crean en Facebook un grupo llamado:“NO A UN PARTIDO POLÍTICO MUSULMÁN EN ESPAÑA”.

Sí, esta es la denominación de un grupo creado en Facebook y al que me ha invitado un buen amigo. Ni que decir tiene que la invitación me ha sorprendido y que con una denominación tan particular he declinado de aceptar. Así que en estos momentos no sé de qué va este grupo, pero creo que tampoco deseo saberlo. Tampoco me he puesto en contacto con mi amigo (ignoro si esto le sorprenderá a él).

La cuestión es que esto me ha hecho pensar muy seriamente si hace falta explicar porque no se puede tener esta actitud, y más en un país como el nuestro que intenta mostrar su liberalismo y su modernidad.

En primer lugar el rechazo a un partido político musulmán, sin lugar a dudas, por el temor que generan algunos entornos de esta religión y que, por desconocimiento o por vagancia, tendemos a generalizar. La gran mayoría escuchan esto y piensan en el terrorismo, o en la sumisión a que están sometidas las mujeres en muchos países islamistas… o simplemente en esos pañuelos en la cabeza que llevan la mayoría de mujeres musulmanas que pasean por nuestras calles. Hay que reconocer que en este rechazo hay un “mucho” de prejuicios y un “muy poco” de de razonamiento. Así que, al margen del significado real de ese grupo de la red social, vamos a analizar seriamente la posibilidad de que se creara en España un partido político de estas características y veremos como la cuestión tiene mucho más de positivo que de negativo.

En primer lugar, todo partido político debe cumplir con la legislación vigente para poder establecerse legalmente en nuestro país. De este modo este, como cualquier otro, debe cumplir con la ley de partidos que le obliga a condenar cualquier atentado terrorista que se produzca en el presente (sabemos que el PP jamás condenó los crímenes cometidos por el estado terrorista de Franco, aún así está tan obligado como el resto de partidos a condenar los que se efectúen en el presente). Por esta ley de partidos nos aseguramos que este partido musulmán no va a apoyar a extremistas radicales capaces de atentar en nuestro u otro país.

Otra ley que puede ser muy positiva y que puede ayudar a modernizar todo lo musulmán en nuestro país, es la ley de paridad. Según esta ley todo partido debe presentar en sus listas candidatos de ambos sexos y con un porcentaje obligatorio de mujeres que no debe bajar de cierto valor. De este modo, la imagen machista que la mayoría de nosotros tiene del mundo musulmán quedaría desplazada por esas mujeres que, de seguro, aportarían un nuevo islamismo más acorde con los nuevos tiempos.

Por si todo esto no fuese suficiente, quedan las urnas. Este partido, como los demás, tendría la representación de aquellos que le votaran. Ni más ni menos. Por tanto, su representatividad, o no, estaría establecida como reflejo de una realidad social a la que, en justicia, no podemos darle la espalda.

Para los que recelan, no sin razón, de la mezcla de política y religión, hay que recordar que en toda Europa tienen representación (y en muchos gobiernan) los partidos democristianos que, como su nombre indica, intentan imponer (y muchas veces lo logran) sus preceptos cristianos y católicos. En base a esto no podemos oponernos a la creación de ningún partido relacionado con cualquier religión, siempre y cuando respete la ley. Dará igual si la religión es católica, ortodoxa, judía, musulmana, pagana, budista, sintoísta… o, incluso satánica.

A todos esos que piensan que no puede ser buena la existencia de un partido político de esta índole una pregunta: ¿qué es lo que realmente temen? Espero que no sean demasiado raudos respondiendo, pues en la respuesta verdadera hay mucho más de lo que creen.

Finalmente, tras investigar un poco, he descubierto que este supuesto partido aún está muy en pañales. Parece más una fórmula para soliviantar al personal que otra cosa. El partido se llama PRUNE y está fundado por un marroquí que espera sacar rédito de la ley que permite votar a extranjeros en las municipales. Sin lugar a dudas hablamos de un extremista que sueña con la musulmanización de una España a la que intenta darle el arcaico nombre de Al-Andalus. En su desvarío provocador me ha hecho reír con una frase:

«Seguro, algún día no muy lejano, no más de treinta años, uno de nuestros hijos será alcalde, ministro e incluso presidente de la nación.»

No dudo de que algún día uno de sus hijos sea presidente de este Estado (lo de nación no lo tengo tan claro), pues tales son las bondades de la verdadera democracia, pero le aseguro que para entonces sus hijos pensarán más como nuestros hijos y no como él. No hay nada que temer, aunque aún nos siguen haciendo daño los fundamentalismos religiosos (y no sólo los musulmanes), porque el futuro racional, el siglo XXI, es el del ostracismo al irracionalismo religioso.

El ciudadano del futuro debe aprender que nadie es más que nadie y el uso del gregarismo para ir contra otros, sólo puede causar la ruina de todos. Por eso yo he decidido no ser creyente y he decidido no ser ateo.


domingo, 14 de marzo de 2010

La corrupción de los mercados (Introducción)

La corrupción de los mercados (Introducción)

El liberalismo, tal cual, podría ser una buena filosofía económica, siempre y cuando los mercados fuesen perfectos, pero por desgracia los mercados distan mucho de esa perfección. Para tratar con esos mercados reales, tan lejanos del ideal necesario, existen tantas formas de liberalismo como liberales hay. Al final son aquellos que comandan los mercados los que imponen la forma de liberalismo que les conviene y que, por lo general es la que menos le conviene a ese mismo mercado.

El ideal de liberalismo es que existiese una autoridad, lo más ajena posible al mercado, con mayor poder que ninguno de los actores que intervienen en el mismo, que vele por la libertad de todas las transacciones. Generalmente esa autoridad deben ser los Estados y las asociaciones internacionales de estos. Las autoridades deben velar por la perfección de los mercados, pero cuando algunas empresas adquieren suficiente poder en alguna parcela de este, el mercado se pervierte. También si el elemento privado, base del liberalismo, interfiere en las políticas de la autoridad, el propio mercado queda corrompido.

Cuando el mercado se corrompe el liberalismo hace daño y arrastra toda la economía hacia el beneficio de unos pocos a costa del daño de muchos. La famosa mano invisible de Adam Smith es atada y todas las transacciones que se produzcan en ese mercado llevarán al enriquecimiento de unos y al empobrecimiento de mucho hasta desembocar en una crisis masiva.

Las multinacionales, la corrupción administrativa, la especulación, la intervención de la banca en los mercados, la financiación de los partidos, las modas, los intereses regionales, las ansias de poder, la religión, el control de la prensa, la falta de cultura, los derechos de patente, la SGAE, las complicaciones burocráticas, los favoritismos… son algunos de los muchos elementos que perturban la necesaria placidez de ese estanque llamado mercado que debería volvernos la imagen de nuestras intervenciones en él como si de un espejo se tratara.

En los próximos capítulos iremos analizando, uno a uno, todos esos elementos que perturban y corrompen ese mercado, con la idea, de, al final, poder teorizar si es posible llevar a término la filosofía del liberalismo o si tenemos que diseñar nuevos conceptos para la economía y un nuevo sistema más real y más útil.

Imagen tomada de la Wikipedia.

viernes, 12 de marzo de 2010

Endesa vuelve a engañar


Después de mucho insistir, después de muchas acusaciones nada veladas contra la compañía suministradora de electricidad Endesa, después de pedirles muchas explicaciones sobre los sucesos de la nevadita del lunes 8 de marzo de 2010, después de cuatro días con evasivas telefónicas y sin salir al paso, por fin el día 11 el señor José Luís Marín, director general de Endesa, tenía preparado su discurso para salir en rueda de prensa e intentar hacernos comulgar con ruedas de molino.
Bueno, con este inicio parece que soy muy beligerante hacia la empresa de este señor, pero con dos pinceladas rápidas verán que razones no faltan.
El susodicho afirmó, a modo de excusa que esta era una catástrofe de las que suceden una vez cada 50 años y vamos a aceptar con ello “pulpo como animal de compañía”. Por lo que no vamos a pasar es por su pretensiones oportunistas de afirmar que si la linea MAT (muy alta tensión) Francia-España hubiese estado acabada y le hubiesen permitido, hace 10 años, crear las líneas y subestaciones que la empresa pretendía, esto no se hubiese producido. Con esto último culpó a los municipios que paralizaron sus poco adecuados proyectos de aquel momento e intento influir a la opinión pública para que hiciera la vista gorda sobre todas las irregularidades que han generado, al tiempo que pretendían trasladar la culpabilidad a quienes dijeron no a sus abusos.
En primer lugar la MAT no será, cuando este acabada, una línea de distribución (que es lo que ha fallado) y, ni siquiera, es una línea de aproximación, sino de suministro a gran escala. Hay que recordar que en todo este proceso lo que falló no fue la energía en general, sino la aproximación y distribución a muchas poblaciones de las provincias de Barcelona y, sobre todo, Girona.
Respecto a los proyectos pretendidos de líneas y subestaciones que si hubiesen sido una posible solución, hay que decir que si no se construyeron fue porque Fecsa-Endesa no puso de su parte. En su momento las poblaciones afectadas demandaron el soterramiento de estas líneas y de las ya existentes y, como medida de presión, impidieron la construcción de algunas subestaciones. Endesa se negó ya que ello suponía un coste adicional importante para ellos, seguramente más que los 57 millones de euros que les están costando las actuales reparaciones (tampoco parece mucho para el daño que han causado a sus usuarios). Por otro lado, si las actuales líneas hubiesen estado soterradas, el peso de la nieve en los cables no hubiese derribado las torres, otro punto que inclina la balanza en su contra. Es más, si supuestamente hubiesen hecho lo que pretendían nadie garantiza que no se hubiesen caído todos los ramales, ya que todos hubiesen estado a merced del temporal.
Por supuesto que las redes soterradas tienen otro tipo de vulnerabilidades, en especial hacia las inundaciones, pero no es nada insalvable con un buen diseño del trazado, una buena ejecución del proyecto y el adecuado mantenimiento.

Veredicto: Fecsa-Endesa es culpable y la rueda de prensa una burla a todos los ciudadanos.
Dicen que ahora están poniendo todos los medios posibles para solucionar el problema lo antes posible, aunque tardará. Tienen a 700 técnicos sobre el terreno. Curiosamente antes de la adquisición de Fecsa por parte de Endesa había muchos más empleados en Catalunya... ¿de verdad están haciendo todo lo posible o sólo están intentando evitar la merecida sanción?
Como en el apagón de Barcelona de hace unos años, Endesa ha vuelto a demostrar su ineptitud y falta de preparación tan poco acorde con las facturas que nos cobra.

sábado, 6 de marzo de 2010

Ejemplos de neoliberalismo político (I)

Cuando Karl Marx empezó a trabajar con su idea de la plusvalía los fundamentos de los mercados eran muy diferentes a los que vivimos hoy en día, pero aún lo eran más las estructuras empresariales. Sin embargo, por mucho que pretendan decirnos que hoy sus teorías no sirven, no es cierto, siguen igual de vigentes, lo que sucede es que deben hacerse unas ligeras correcciones para que puedan amparar los nuevos factores que hoy entran en juego.

Posiblemente Marx no fuese un gran economista, pero en la época que le tocó vivir, era posiblemente el mejor y hay que decir que ambas afirmaciones son aplicables a Adam Smiht y David Ricardo, los dos espejos en que, con la debida deformación, se miran los avalistas del neoliberalismo económico.

Dicho esto creo que a nadie le cabe ninguna duda de cuales son mis opiniones respecto a la economía, así que este es el momento para sorprenderles.

Dicen que en una ocasión Marx afirmó que el no era marxista sino “marxiano”. No sé si ello es cierto, pero después de casi 150 años de malas interpretaciones del marxismo estoy decidido a creerlo. Yo tampoco soy marxista, sin embargo, la base económica de esa teoría aún tiene mucho recorrido, sobre todo si la reconstruimos en función de la realidad que nos toca vivir.

Pero Marx y el marxismo no son, por ahora, la cuestión, sino el evidente fracaso que suponen el actual capitalismo neoliberal. Este nuevo capitalismo no debemos confundirlo con aquellos otros del pasado como fueron el mercantilista y el industrial. Hoy son los frentes financieros lo único que cuenta, se intenta olvidar la producción, el trabajo, incluso las materias primas. Seguramente detrás de todos esos lujosos despachos, trajes y corbatas, subyace la economía de siempre encapsulada en una jaula de olvido, pero lo único que cuenta son unas transacciones vacías de contenido real y que, al final, repercuten sobre las vidas de millones de personas, el paisaje y la salud del planeta. Eso sí, esos individuos trajeados están a salvo de cualquier responsabilidad sobre las decisiones que toman. Sus actos sobrevuelan tan altos sobre sus implicaciones que se permiten ignorarlas, salvo aquellas que mueven dinero de unas cuentas a otras.

Si el viejo capitalismo liberal pretendía la eliminación de todos los aranceles y trabas al comercio, el actual sólo persigue el “megalopolio” de las multinacionales y el poder anónimo de sus grandes ejecutivos. El neoliberalismo no tiene ninguna intención de eliminar las trabas a la economía global, sino arrasar los mercados eliminando a la competencia de la forma que sea. Si una pequeña empresa es capaz de vencer en un mercado con precios mejores y más calidad, la gran empresa la intentará arruinar con prácticas poco éticas o incluso ilegales, si es necesario. Le intentará robar sus fuentes de suministro, sus secretos, incluso intentará influir sobre sus dirigentes y sobre sus trabajadores. Si después de todo, la pequeña empresa sigue siendo una barrera entre la multinacional y su control monopolístico del mercado, intentará adquirirla al precio que sea. Una vez comprada, la pequeña empresa será asimilada (como lo harían los Borj de la serie Star Trek), desmantelada en parte y desaparecerán la mayoría de los productos originales así como los puestos de trabajo que aquella tenía.

En el nuevo capitalismo neoliberal todo vale y el pez grande se come al chico. La guerra es entre las grandes empresas que se atacan, se muerden, se “opan”, se fusionan y se arruinan en una espiral que recuerda, en tiempo acelerado, los fenómenos propios de un choque de galaxias.

Uno de esos espectaculares choques galácticos lo venimos observando, desde hace muchos años, en el sector energético español. Todo empezó cuando se inició la privatización del sector y Fecsa se comió a Enher e Hidroeléctrica de Cataluña. La primera controló monopolísticamente toda Cataluña (justo lo contrario de lo que se debía pretender con la privatización). La primera consecuencia es que sobraban empleados y amparados por el gobierno de turno se deshicieron de algunos empleados mediante jubilaciones anticipadas. Pero la primera consecuencia no se hizo esperar y pronto, a pesar de que Cataluña era un área en pleno desarrollo, prácticamente se bloquearon las inversiones en mejora de la red. La cuestión empeoró pocos años después, cuando se terminó de privatizar y Endesa absorbió a Fecsa, trasladó sus oficinas a Madrid, con la consiguiente eliminación de los empleos que quedaban, y bloqueo definitivamente los trabajos de mejora (como se vería años más tarde con la super avería que dejó tres días sin electricidad a 800.000 ciudadanos de Barcelona). En aquel momento (en el de la absorción), el gobierno en el poder puso al mando de esta empresa a uno de sus secuaces (obviaremos el nombre), pero también lo hizo en las demás empresas del sector (de hecho llevó a cavo esto mismo en todas las empresas que privatizó). No sé si la idea era para que el gobierno no perdiera el control de esas empresas estratégicas o para perpetuar su poder a través de ellas cuando las urnas le arrebataran la legitimidad. La cuestión es que con esta maniobra impuso una nueva clase jerárquica que controlaba el país económicamente y cuyas acciones nos afectaban a todos. Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa... las eléctricas de nuestro país debían enfrentarse al reto de la competencia extranjera y por ello recibieron una jugosa compensación de la Unión Europea, sin embargo la competencia nunca llegó. Sin embargo, la falta de competencia llevó a estas empresas a la abulia total y otro tipo de tiburones aparecieron en esas aguas. El primer escualo que se percató del jugoso pastel fue Gas Natural que clavó los dientes con fuerza en Endesa, pretendiendo devolver sus oficinas a la vieja sede barcelonesa. Pero el actual “gobernador” de la eléctrica no quería trasladar su silla a otra ciudad (su empleo nunca peligró), tampoco tenía recursos ni argumentos para contrarrestar la opa, de hecho la mayoría de accionistas la apoyaban. Sin embargo, temporalmente, consiguió bloquearla con unos argumentos que de ser ciertos hubiesen impedido en su día la absorción de Fecsa por Endesa. Aunque en medios jurídicos colaboraron con esta estrategia, todos sabían que sólo era temporal ya que las demandas no se sostenían legalmente, sin embargo, en ese proceso, Gas Natural perdió grandes sumas de dinero y llevó la noticia a un foro político-racista muy alejado de la realidad personalista que se vivía.

La dilatación en el tiempo del proceso también llevó a otra solución más osada por parte del gobernador de Endesa (seguimos sin decir el nombre, aunque en este momento ya nadie duda de él): la presentación de una opa paralela por parte de una empresa extranjera: la alemana EON. Se dio la circunstancia de que esta empresa tenía el capital necesario para hacer una opa interesante porque no necesitaba proteger sus acciones de posibles opas de otras compañías. Precisamente un par de meses antes el gobierno alemán, haciendo uso de una legislación nacional poco acorde con la normativa comunitaria, había rechazado dos opas a esta compañía para proteger un recurso estratégico: la gasística del Ruhr, que era propiedad de EON. Curiosamente, la Unión Europea sancionaría al gobierno español por atribuirse poderes en este caso muy inferiores al de la actuación de Alemania. Pero lo importante es que caía aquí otro de los argumentos que el gobernador de Endesa había puesto como traba jurídica a la opa de Gas Natural: “el gas”.

El tema Endesa estuvo en medios periodísticos durante casi seis años, finalmente, bastante después de caer el gobierno que sostuvo aquella farsa, el gobernador de Endesa abandonó su cargo y los hechos se precipitaron. Ni Gas Natural ni EON se quedaron con ella, sino que fue una asociación entre Acciona y la eléctrica italiana Enel. Finalmente ha sido la italiana la que se ha quedado con todo el pastel. Lejos quedan las palabras de la presidenta de la comunidad de Madrid ante la opa de Gas Natural diciendo: “Endesa no se puede ir al extranjero” (por Barcelona). Sin duda protegía a su amigo, y hoy compañero de partido, Manuel Pizarro... (¡Anda, se me ha escapado el nombre!).

Todo este drama empezó allá por 1989 y empezó a adquirir dimensión en 1992 con los tratados de Maastricht, pero no se convirtió en el culebrón que se puede dar por cerrado desde junio pasado (2009) hasta el nombramiento de Pizarro como presidente de Endesa.

Y así acaba la primera lección de cómo el personalismo neoliberal corrompe la bondad de los mercados haciendo inviables las mismísimas estructuras del capitalismo.

La imagen fue tomada de la página web del diario ADN (www.adn.es).