miércoles, 29 de julio de 2009

TDAH: falacias, alarmismos, mitos, negocio y un poquito de mala leche.


Hasta los años ochenta la hiperactividad, por lo menos en nuestro país, era un raro diagnóstico que no significaba nada para casi nadie. Sin embargo, como hemos podido averiguar a posteriori, el déficit de atención, con o sin hiperactividad, siempre han estado presentes en nuestra sociedad. Para entonces, sobre todo en las escuelas, se limitaban a hablar de niños alelados o de niños cabrones (aún hay “profesionales” de la enseñanza que se permiten estas libertades nada inocuas). Hoy se sabe que importantes personalidades, de ser niños hoy, podían haber sido diagnosticado de esta afección. Por lo menos eso afirmó en su momento el eminente psiquiatra Luís Rojas Marcos haciendo una clara referencia a sí mismo. Por desgracia, también, recientes estudios realizados en instituciones penitenciarias, han demostrado que el porcentaje de internos con TDAH es más elevado que el de cualquier muestra de ciudadanos tomada fuera del centro. Y es especialmente alarmante que, entre esos internos con TDAH, la gran mayoría son consumidores de estupefacientes.

Así, de la ignorancia social hemos pasado, dentro del boom informativo, al más absoluto alarmismo y al hablar por hablar poniendo como centro de conversaciones para “analfabestias” el tema del TDAH o, lo que, para esos doctos inventores de la red es lo mismo a pie juntillas, la hiperactividad.

Un ejemplo que seguro han oído ya en alguna de sus miles de versiones: “los bebés hiperactivos”. Incluso, una “prestigiosa” web sobre pediatría afirmaba que algunos recién nacidos eran hiperactivos y se podía ver porque se movían continuamente... Siguiendo el hilo, en varios foros sobre el tema, muchas mamás afirmaban que sus cachorrillos con apenas año y medio tenían “la enfermedad de la hiperactividad”. Y la bola crecía con las aportaciones de “enteraos” de turno que afirmaban que se debía a determinadas dietas alimentarias, hábitos poco sanos e incluso prácticas sexuales durante el embarazo.

Acabemos con estas falacias de un plumazo. Un niño hiperactivo, aunque se le pueden ver algunas cosillas que nos hagan sospechar la posible existencia de TDAH, no puede ser diagnosticado con seguridad antes de los 6 o 7 años. Algunas de las características del TDAH está en toda la red, pero debe ser un profesional quien haga ese diagnóstico porque la sintomatología debe valorarse correctamente y, además, hay otras afecciones que comparten algunos de esos síntomas que además pueden darse, no darse o darse en un grado menor al esperado.

También hay que dejar muy claro que el origen de la hiperactividad no está claro y, aunque la genética puede tener mucho que decir, por ahora aún calla prudentemente. Así pues ese mito que pone a los dulces y las chuches como productores de la hiperactividad es sólo eso: un mito. Las llamadas guarrerías y chuches son culpables de una mala alimentación, incluso de caries, pero está científicamente demostrado que tiene una incidencia cero sobre el TDAH. En cuanto a las colas, como portadoras de la sustancia estimulante cafeína, pueden sorprender por su nula incidencia sobre estos niños, no así con niños nerviosos, con los que a menudo se les confunde. Sin embargo, ni a estos ni a otros niños es conveniente suministrarles sustancias psicoactivas ya que pueden alterarles la percepción y generarles procesos adictivos. Hablen con sus médicos antes de hacer nada que les genere dudas. Los niños no traen manual de instrucciones de origen, pero por ello no se agarren a la primera información sin acreditar que se les sirva. Incluso si la información parece acreditada, pero no les resulta del todo clara, cotéjenla donde y como sea preciso hasta que ya no existan dudas. La información es buena, pero hay que ser crítico y racional.

De niños hiperactivos, como de los que no lo son, hay muchos y muy variados porque cada uno tiene su personalidad, su grado de déficit de atención y de hiperactividad y, sobre todo su método para equilibrarse y salir adelante. Sin embargo, por lo general, la ayuda terapéutica y tratamiento conductual suelen ser una notable ayuda. En cualquier caso mantener alta su autoestima (y la nuestra) es una gran medida.

Otra de las cosas que se anda largando por las web’s de medicina ficción, es que todo niño con un mal rendimiento académico pueden ser hiperactivo. Pero la realidad es que ni son todos los que están, ni están todos los que son. Entre el 3 y el 7% de los individuos (y por tanto también de los niños) pueden tener TDAH, sin embargo el índice de malos estudiantes está entre el 10 y el 33% y siempre en función de los grupos sociales y los orígenes de los individuos. Las cifras no son, siquiera relacionables. Si a eso unimos la gran cantidad de personalidades con TDAH y que por tanto triunfaron en sus estudios, tenemos de nuevo una afirmación que no se ajusta a la realidad. Y es que, con un poco de organización y ayuda, el niño con TDAH puede desarrollar todas sus aptitudes que, además, en la mayoría de casos suelen ser muchas.

Quiero insistir y repetirlo hasta la saciedad si es necesario: no demos crédito a todo lo que internet nos cuenta del TDAH, y en general sobre nada. Debemos cotejar nuestras informaciones en libros y con profesionales en el tema. También podemos acercarnos a organizaciones que trabajan el mismo tema y que hay muchas. Y, sobre todo, desconfiemos de aquellos que quieran vendernos algo o saquen provecho de una información orientada en cualquier sentido.

Estas son algunas web cuya información me ha merecido mayor respeto, sin embargo, insisto, si el tema resulta de importancia para alguien cercano a usted no hable sin un verdadero conocimiento de causa y asegúrese de lo que dice, de lo contrario puede hacer mucho daño sin pretenderlo:

http://www.f-adana.org

http://www.feaadah.org/

Por otra parte, algunos estudios aún no confirmados y que se publican prematuramente deben mirarse con lupa, veamos un ejemplo:

http://www.uab.es/servlet/Satellite?cid=1096481466568&pagename=UABDivulga/Page/TemplatePageDetallArticleInvestigar&param1=1203318471311&setletertype=_aaa

La imagen ha sido extraída de http://mi-estrella-de-mar.blogspot.com y que ha servido para una conferencia en EE.UU. de esas donde se habla de aditivos alimentarios y azúcares como causantes o impulsores del TDAH. Algunas organizaciones están tan interesadas en esta relación que realizan carísimos congresos para defender en exclusiva lo que innumerables estudios científicos serios ya han descartado de forma categórica. Es curioso que lo que en su día no se hizo con la adición de flúor a las aguas de consumo humano, y que sigue sin demostrarse científicamente sea beneficioso y no sea perjudicial, se hace ahora con este tema donde no ha lugar.

lunes, 27 de julio de 2009

Tres tipos con clase (VII)



Como alimentar a Santa era algo carillo, una vez ubicados en el nuevo local, pidieron una botella de ponche de Jerez y dos vasos. Para Baltasar que seguía en estado casi catatónico por efecto de los calmantes, el batido de chocolate que le pusieron podía durar toda la noche.

--Si no teníamos bastante con nuestros pecadillos habituales, ahora nos lanzamos al alcohol –dijo Papá Noel mientras echaba cuello abajo su tercera copa--.

--Después de todo vamos de paisano. Si nos acercáramos a aquellas bellas damas. Para hablar, claro está. No podrían reconocernos.

--Sí... para hablar... está claro. Pero resulta que yo ya tengo señora para hablar.

Baltasar hizo un ruidito que podía entenderse por una carcajada y un goterón de batido le saltó de la boca debido al bajo control muscular que tenía con el Valium. Sin embargo sus ojos empezaban a mostrar un cierto brillo de vida. Tragó con dificultad y asomándose a una sonrisa divertida dijo:

--Un yonqui y dos borrachos de putas ¿Quién dice que ya no existe la Navidad?

Sus compañeros no pudieron evitar romper a reír, sin poder evitar atraer todas las miradas. Sobre todo la brutal ordinariez de las carcajadas de Santa. Cuando empezaron a calmarse Gaspar miró a Baltasar y este con un gesto de aceptación se dirigió al gordinflón:

--Creo que te debo una disculpa.

--No te preocupes, me hago cargo de las circunstancias.

--Eso quiere decir que aceptas mis disculpas.

--Por supuesto.

La paz y la alegría se vio interrumpida por el personal de seguridad del local que, bastante fura de tiempo, vino a llamarles la atención.

--Disculpe oficial –se dirigió Gaspar con sorna al guarda de seguridad--, no nos habíamos percatado de que estábamos en una biblioteca. Cuando nos terminemos esta enciclopedia –señaló la botella de ponche-- nos marcharemos a un lugar más adecuado.

El guarda de seguridad se puso completamente rojo y agarró por la pechera a Gaspar dispuesto a agredirle.

--Muchachito –dijo Santa con suavidad--, que tu novia te haya planteado un ultimátum no es excusa para que cometas ahora un flagrante abuso de autoridad que a la postre te costará muy caro.

El segurata soltó al Mago para encararse a su gordo acompañante.

--Oiga viejo, ¿qué sabe usted de mí? y ¿por qué habla tan raro?

--Sé que si no dejaras tu ropa tirada por ahí y no fueras tan guarro, tu novia no se hubiera visto obligada a plantearse a abandonar al futuro padre de su hijo.

--¿Qué está diciendo? – Dijo el uniformado con enorme sorpresa--.

--Que está embarazada y no quiere que el padre sea incapaz de ser un buen ejemplo para la criatura. Mi consejo es que te comportes con ella y seas un buen padre.

Ante el estupor paralizante del muchacho, Baltasar se metió una mano en el bolsillo y le alargó un estuche.

--Dale esto y cumple con sus condiciones. Aún podéis ser muy felices.

El guarda de seguridad abrió el estuche y vio un sencillo anillo de pedida que, sin lugar a dudas, sería la admiración de cualquier muchacha casadera.

--Te quedan dos horas de trabajo –siguió Gaspar--, piensa en todo lo que tienes que hacer para convencerla y cuando mañana te mire con esos ojos de asentimiento que saben poner las mujeres, le pides en matrimonio. No podrá decir que no, pero tú tienes que estar a la altura en el futuro. ¡Se un buen marido y sobre todo, se un buen padre!

El guarda introdujo el estuche en un bolsillo, dio dos besos a cada uno de los tres compañeros de mesa y se retiró a un rincón. Con la música ambiental nadie escuchó la conversación, pero todo el mundo se quedo sorprendido ante el espectáculo que habían visto. El dueño del local salió para hablar con el guardia de seguridad, pensando que, tal vez, había sido sobornado.

Baltasar se dio cuenta y con una habilidad propia de una sombra, en dos zancadas suaves, se plantó entre los dos hombres. Nadie hubiera dicho que aún seguía algo aturdido por la ingesta de medio tubo de calmantes.

--¿Sucede algo, señores?

A pesar del tono servicial, la interrupción del enorme nubio sorprendió a ambos. Sorpresa no era la palabra, realmente les paralizó de pánico.

--No... no... –Logró tartamudear el dueño del local que ya no pensaba en un soborno sino que más bien pensaba en miembros del crimen organizado--.

--Pensé que tal vez le preocupaba el objeto que nuestro cliente se había olvidado en nuestra joyería y que adquirió la semana pasada.

“¡Qué bien!”, pensó Baltasar, “ahora también tenemos que añadir la mentira a nuestra suma de pecados”.

El dueño dejó de acosar al segurata en cuanto el nubio volvió a sentarse. Lo más triste para Baltasar fue soportar las palmaditas en la espalda de sus compañeros de mesa.

--Tres virtuosos en apuros –dijo Baltasar con cierto desánimo en la voz--.

--Tres tipos con clase, diría yo –añadió Papá Noel con su habitual jovialidad--. Por cierto, alguien va a seguir contándome vuestra historia. Tal vez así podamos recuperar a vuestro durmiente amigo.

--¿Durmiente? –Preguntó con estupor Gaspar--.

Mientras Gaspar era un hombre de ciencia pura y dura, Baltasar era más metafísico, por ello comprendió mejor las palabras de Santa. Es más, de los tres Reyes él era el único que comprendía la verdadera dimensión del término Magos, por eso siguió la corriente a Papá Noel.

--¿Dónde te dejó Gaspar?

--Cuando llegasteis al castillo de Herodes.

--Un momento –cortó Gaspar--. En menos de dos horas cerrarán este local y tampoco conviene que nadie nos oiga en un lugar en que ya nos hemos hecho ver demasiado. Tenemos una casa cerca de aquí, vayamos a hablar allí tranquilamente.

--¿Tenéis algo para comer?

Imagen tomada de la hemeroteca de La Vanguardia.

viernes, 24 de julio de 2009

Nunca despiertes


El futuro te espera agazapado en un móvil. Suena como una llamada normal y, sin embargo,va a cambiar tu vida.

--¡Señor Llinars!

--¿Sí?

Te lo cuentan y no puedes creerlo. Aún así, con los nervios a flor de piel, vas a casa, te vistes con la elegancia que la situación requiere y acudes al lugar indicado.

--¡Buenas tardes!

La secretaria te mira. Seguramente ha visto tus ojos rojos, pero no te dará ni un soplo en ellos. Se limitará a ofrecerte un asiento donde ni se ha preocupado en mirar que ya no queda ninguno libre.

Esperas lo que toca esperar y, sea mucho o poco, te parecerá una eternidad. Entre tanto queda algún asiento libre, pero prefieres seguir paseando arriba y abajo por el corto pasillo para compartir tus nervios con todos los presentes. Tampoco eso te tranquiliza, pero haces lo posible por creerlo así.

--¡Señor Narcís Llinars! –Dice mecánicamente la voz de la secretaria indicándote la puerta número cuatro y con una mirada de nada disimulado alivio por poder perderte de vista--.

Pasas al despacho indicado. Dos hombres y una mujer te miran con cierta curiosidad mientras te ofrecen un asiento. Ahora sí que aceptas el ofrecimiento, pero antes te aseguras que no esté ocupada por algún enanito casi invisible. Quedas ubicado en el momentáneamente tenso silencio de sus miradas. De los hombres una cara te es muy conocida, pero habla el otro:

--¿Puede contarnos un chiste?

--Van dos en una moto y se cae el del centro por la ventanilla trasera.

Silencio. Tenso silencio. Pero no se miran entre sí, sólo te miran a ti.

--¿Y una anécdota real? –Pregunta ahora la mujer--.

--La última vez que acudí a buscar empleo el señor que me entrevistaba me siguió hasta la puerta del ascensor rogándome que me quedara y mejorando las condiciones a cada paso.

--¡Cielos! ¿Tan bueno es usted? –Sonrió ella--.

--¡No! Lo que sucede es que nadie me había advertido que el empleo era para ejercer como representante de una funeraria.

Por fin habló la cara conocida. La voz impresionante, cavernosa y profunda, sin quererlo, me obligó a concentrarme en sus matices sin escuchar lo que realmente me estaba diciendo.

--...le pregunto que qué experiencia tiene.

--¡Ninguna! – Contesto aturdido--.

El señor Luís del Olmo se ríe con ganas. Sus compañeros mantienen una sonrisa de complicidad. Me imagino que he fracasado y estoy dispuesto para levantarme, pero Don Luís se me adelanta y alargándome su mano dice:

--Señor Narcís, le dejo con mi productora. Ella le explicará los detalles. Me encantaron sus textos en ese blog tan heterogéneo que tiene y necesito un guionista como usted para animar un poquito este cementerio.

Estoy soñando. La productora me ofrece unas buenas condiciones. Pero, como digo, estoy soñando y ahora le toca sonar al despertador y no me quiero despertar.

¿Adivinan qué voz suena en el radio despertador?...

Imagen tomada de www.leomessifans.com

martes, 14 de julio de 2009

"Sucedió en un SEGUNDO" (Exilim-FC100)




Hace unas semanas me di de alta en www.bloguzz.com, una página en que fabricantes y patrocinadores se ponen en contacto con blogers para que prueben sus productos y opinen en sus respectivos blog’s, como me pareció interesante seguí el procedimiento. Es así como llegó a mis manos la promoción “sucedió en un SEGUNDO” de CASIO. Esta promoción está representada por la cámara fotográfica Exilim-FC100, un modelo a tener muy en cuenta de cara a las vacaciones.

Entre otras prestaciones, que ya comentaremos, cuenta con un sistema que, una vez configurado (sólo es darle a un botón para tener la máquina preparada), permite hacer fotografías consecutivas, mientras se tiene el botón de disparo apretado a fondo, hasta un total de 30 en un segundo. A esta característica hace referencia la citada promoción (“sucedió en un SEGUNDO”). Y esa es la característica con la que he estado trabajando desde que me llegó la máquina de prueba. Sin embargo... ¿saben cuán rápido transcurre un segundo? Y al mismo tiempo, ¿saben cuán espaciadas pueden llegar a ser esas 30 divisiones de ese tiempo? Hasta verme en la disyuntiva no he comprendido la dimensión de ambas cuestiones, aparentemente contradictorias y realmente ciertas.

Probé con la manía de meterse el dedo en la nariz, tal vez en busca de petróleo, de un compañero de trabajo, y fallé reiteradas veces en el momento de iniciar la exposición. Intenté el típico experimento del globo estallando y sólo una de las imágenes llegaban a captar una imagen borrosa del instante clave. La caída de objetos, el levantamiento de una falda, un accidente de moto, una torcedura de tobillo al bajar un bordillo... fallé, fallé, fallé y fallé... Y lo que es peor, casi me cuesta, en algún caso un ojo morado. Reza la promoción con la frase: “¡Un segundo puede hundir la reputación de cualquiera!”. De momento casi pierdo la mía con unos fallidos intentos que rozan la inmoralidad. Para sacar partido de esta interesante prestación de la máquina hay que ser ágil de gatillo cual pistolero del far-est, no obstante tendrás en tus manos un auténtico Winchester de repetición en lugar del vulgar Colt de acierta a la primera o muere en el intento.

Como ya dije, puede ser la máquina perfecta para las vacaciones, cuando los momentos estelares llegan con su pertinente aviso. O las fiestas familiares, ahora ya tendremos la perfecta imagen del proceso durante el cual el abuelo deja sus pulmones sobre la tarta intentando apagar las 81 velas. Y esa parada de palomita de nuestro hijo sobre la arena de la playa y... por qué no, tendremos algunas oportunidades más para captar el escurridizo rayo verde (concretamente 30 oportunidades más). Me recuerda, salvando las distancias, las EOS-5 y 6 de aquella época en que aún andábamos con carretes en la nevera. Salvo que aquellas máquinas, ya entonces, tenían precios que rondaban las 110.000 pesetas, unos 700 euros de hoy, pero que para el nivel de vida de la época podían equivaler a más de 2000 euros de hoy.

Las características de la Exilim-FC100 son impresionantes, con un zoom óptico de 5x y 9.1 mega pixels, puede hacer las delicias de cualquiera. Si además añadimos la capacidad de filmar en cámara rápida, es decir, crear imágenes en cámara lenta, estamos ante una pequeña maravilla.

Para comparar sus excelentes características, en mi caso he podido contar con otra máquina de dos generaciones atrás, concretamente la Exilim S880, un modelo que, en su momento, ya logró impresionarme. Hay que avisar que en el mundo de la fotografía digital las generaciones se suceden con una velocidad de vértigo. Esta tenía cerca de 7 mega pixels y un zoom óptico de 3x. Tal vez era más que suficiente en un entorno doméstico, pero díganme quién, especialmente en vacaciones, no busca una cámara superior a la anterior. El único pero comercial es precisamente algo que yo considero una virtud: su pequeño tamaño. Todas las Exilim caben en una mano y, a pesar de sus prestaciones no son auténticos mamotretos, desgraciadamente el “Homo Vacacionalis” necesita llevar a cuestas un pesado artilugio para grabar ese rollo estacional con que deberá torturar a sus visitas en los siguientes meses.

¡Ya está! Creo que estas próximas vacaciones me voy a preparar una colección de fotografías con imágenes de “Homos Vacacionalis” llevando a cuestas sus cámaras y filmadoras antediluvianas.

Como es lógico también debemos contar aquellas cosas que no nos han gustado del modelo y que en mi caso ha sido el manual de instrucciones. Ya sé que la mayoría de personas no llegan a leérselo nunca, pero cuando se tienen tantas características reseñables, el hecho de no ahondar en sus explicaciones (aunque sea en un apéndice) va en contra del producto. De hecho para poder sacar partido a la cámara he tenido que experimentar mucho con ella y aún hay cosas que desconozco. Tal vez exista un manual más completo en formato digital, pero como decía un profesor de comunicación, la documentación que no se pasado a formato de papel no existe de verdad.

De los muchos intentos trabajados con el sistema de 30 imágenes en un segundo, me quedo con la selección de tres consecutivas de la caída de una caja de pañuelos. Posiblemente no es nada del otro mundo, pero ya he explicado que esta prestación puede lograr una mejor adaptación en la resolución de eventos ya previstos que en el uso experimental.

Finalmente quiero agradecer a Bloguzz y a Casio esta magnífica oportunidad cuyo resultado espero sea del agrado de todos.

¡Ah!, por cierto... Si queréis una como esta, pero no ya os habéis gastado los cerca de 300 euros que hacen falta, en las reservas para Benidorm, tenéis una oportunidad siguiendo las instrucciones en http://sucedioenunsegundo.com/competicion.php. Preparar vuestro Colt, relajar vuestra moral, pactar con vuestra víctima y... ¡suerte!

martes, 7 de julio de 2009

Murió Michael Jackson... y han muerto más cosas.


Ha muerto Michael Jackson, el rey del pop. Bueno, la verdad es que falleció el pasado día 25, pero aún me cuesta creerlo. Poco sabíamos de su vida privada más allá de algún escándalillo puntual y las exageradas especulaciones con que a diario intentaban bombardear su rutilante estrella. En cualquier caso su vida privada es eso... privada, coto de sus familiares y amigos más próximos y a los demás debe conformarnos el cantante, el bailarín, el coreógrafo... el ARTISTA con mayúsculas que fue en vida.

Como todas las personas que suben a un escenario, Michael tenía sus incondicionales y sus detractores, pero ni unos ni otros pueden hacerle justicia. Creo que aquellos que nos acercábamos a su obra sin influencias subjetivas somos los que mejor podemos hablar de él en el escenario y la palabra que mejor lo calificaría es “espectacular”.

Ya en 1982 nos sorprendió a todos con un videoclip que cambiaría los conceptos que teníamos de estos, hasta entonces, vídeos promocionales. En poco tiempo cambiaron los parámetros de la música comercial y otros artistas se vieron obligados a cambiar sus fórmulas (véase el caso de Prince). Con todo, una nueva fórmula nunca es aceptada por todo el mundo. De hecho, los más roqueros, siempre mantuvieron las distancias con esta nueva forma de hacer mezcla de soul y música disco al estilo Hoollywood. Sin embargo, estos mismos que, en ocasiones se erigían en líderes argumentales en contra de su estilo, a la hora de preparar sus equipos de sonido utilizaban el “Billie Jean” o el mismísimo “Thriller” para configurar sus equipos ya que eran la mejor prueba para estos. Lo cierto es que nadie se podía resistir a su ritmo.

Como en su día ocurrió con The Beatles ha vuelto a suceder con Michael. No se puede decir que su obra sea demasiado extensa, pero tiene una indudable calidad que la hace, por ahora, inmune al paso del tiempo. Sólo esos dos mitos pueden tener más de diez canciones entre las 100 mejores de la historia y, sin lugar a dudas, “Thriller” es el mejor álbum de la historia seguido de lejos por el “Revolver” de The Beatles.

Tal vez, es muy pronto para hablar de la inmortalidad de su obra, pero no hay duda de que con su desaparición hemos perdido mucho.

Entre sus papeles han encontrado infinidad de canciones, de proyectos que ya nunca llevará a término. Hay quien habla de seguir con ellos, de llevarlos a un disco, pero ese ya no podría ser Michael Jackson, nunca sería del todo su obra porque él no hacía las canciones así. Cuando sus obras empezaban tenían muy poco que ver con lo que terminaban siendo. Sus trabajos recuerdan mucho a los trabajos de Charles Chaplin que se ponía a rodar un guión e iba quitando y poniendo cosas hasta dar por acabada la obra, y el resultado era totalmente diferente al guión original. Así era también Michael, sus obras finales estaban llenas de la fantasía propia de Nunca Jamás. Porque Michael Jackson era uno de los niños perdidos en la isla de los pentagramas del país de Peter Pan.

Lupus, anorexia, cáncer... en los pasados y en los próximos días escucharemos muchas cosas al respecto de su triste final, pero nada de eso importa. Se ha marchado un genio, uno más, y ya sólo podremos disfrutar de su legado. No nos volverá a sorprender nunca más.

Ahora las cámaras se regodean en sus despojos, en la marea de sus fans y se permiten inventar historias con el “Jacko” por aquí, “Jacko” por allá... ¿Jacko?... Ese era un término que Michael odiaba, pero él ya no está. Sin embargo, cuando escuchen una noticia donde se refieran a él con esa denominación, desconfíen, detrás de esa información, seguramente, hay alguien que no tenía demasiada afinidad por el artista y, posiblemente, algunos celos hacia la persona. Tal vez detrás se escuche la voz de ultratumba, como la de Vincent Price en Thriller, de uno de esos muertos vivientes que desea ser el niño en el bautizo, la novia en la boda y ahora el muerto en el entierro.

Este es un mal año. Decían que la crisis era económica, pero perdimos a Pepe Rubianes, Mario Benedetti, Farrah Fawcett, Karl Malden, Jorge Enrique Adoum, Samuel Richardson, Pina Bausch, Vicente Benavente Calla, Idea Vilariño, Tankei, Andrew Wyeth, Glenn Davis, Edmund Purdom, Dave Dee, Mel Ferrer, Michael Crichton y ahora Michael Jackson. Empezamos el año con una muerte que nos daba esperanzas pues obtenía el derecho a morir alguien que ya estaba, en verdad, muerta desde hacía muchos años. El caso Eluana dio la vuelta al mundo y sacudió los fundamentos del catolicismo retrógrado y el de una sociedad política italiana anclada en el pasado. Precisamente su líder, Silvio Berlusconi, nos ha mostrado hasta qué punto la muerto ha calado en lo más hondo de este año, porque él es el ejemplo de la muerte de la vergüenza. A él no le queda ni un ápice y en su villa de Cerdeña lo escenifica, incluso, con miembros de otras democracias... ¿Tendremos que sospechar de Agag y su suegro Aznar tan amiguitos del nuevo Duce?

En definitiva, un año de crisis en el que perdemos nuestros puntos de referencia y donde Michael Jackson, es seguramente, el más importante.

Imagen tomada de www.losingess.com.