Parece que Catalunya se ha convertido en el sexo de
España, mientras unos basan absolutamente
todo en ganar votos jodiendo a Catalunya, otros quieren ganar sus votos,
cediendo lo mínimo, de lo mucho que se le ha escatimado desde Madrid, para
retener la presidencia. Entre tanto todos hablan, casi sexualmente, de
Catalunya sin tener en cuenta a los catalanes. De hecho, los peores de todos,
pretenden hablar en nombre de los catalanes, obviamente expresando sus propias
falsedades sexuales en lugar de qué les gusta, qué desean, qué necesitan o qué quieren
realmente los catalanes. Claro, que eso solo lo desvelaría un referéndum y esa
postura es imposible para esa España tan poco dada a movimientos plenamente
democráticos.
Catalunya es para la política española como el sexo
para la religión (especialmente la católica, donde la represión sin control parece
ser la única medida).
Solo una cosa más… Cada vez que oigo a Feijóo intentando
sacar partido de la situación de Catalunya, me dan ganas de gritarle: “¡Feijóo,
hoy no follas!”