lunes, 29 de abril de 2019

Análisis de los resultados Generales 2019


Estas elecciones han dado unos resultados muy previsibles con una excepción: el grado de la debacle del PP. Sinceramente, lo esperado era que quedara en torno a los 80 diputados. Y no solo desde fuera, también los rivales de Casado dentro del partido esperaban que el partido pudiera salvarse económicamente. Y es que ahora su subsistencia dependerá de que la Banca acepte que los populares se arrastren un poco más por el lodo y les laman la punta de los zapatos y lo crean rentable. El PP, parafraseando a Soraya Saenz de Santamaría, está en “liquidació”. Si la vicealbóndigaba esperaba el hundimiento del irracional Casado para recuperar el control del PP, ahora se encuentra con una situación económicamente irrecuperable y que, para salvarse, exigirá del compromiso de que el PP venda un poco más España a los cuatro poderosos que llevan desde el franquismo robándonos a todos.

La situación del PP es crítica más allá del Parlamento, porque, además, han perdido un senado que tenían controlado, a favor de los socialistas, pero que, además, ven como ERC se ha convertido en la tercera fuerza política de esta cámara. Y si el resultado es malo, el PP va a tener que aguantar hasta después de las elecciones municipales, europeas y autonómicas (para la mayoría de comunidades), porque no hay tiempo suficiente para convocar un congreso extraordinario y relevar la actual cúpula fracasada. Parece que el hundimiento del PP aún puede crecer en las próximas fechas. Que Casado hablara como el propio Abascal ha tenido un precio, pero violar el necesario cinturón sanitario con el fascismo que le permitió aceptar el apoyo de VOX en Andalucía, puede haber sido definitivo. Y es que los fascistas siempre preferirán un fascista profesional, como los de VOX, antes que un aficionado como Casado. Además, la derecha moderada que siempre supuso la gran mayoría del voto del PP, se ha ido perdiendo poco a poco mientras se obsesionaba en su cruzada contra los catalanes. No en vano es precisamente en esa comunidad donde los populares han recibido su derrota más dura.

Y sí, el PSOE ha ganado las elecciones, pero con solo 123 escaños. Y es la primera vez que el PSOE gana unas Generales sin ganar en Catalunya, donde, definitivamente, el independentismo, a pesar de no haber movilizado todo su voto, ya se ha instituido como la única alternativa posible. Negar que Catalunya ya vive en un estado propio, aunque el centralismo español no le permita hacerlo funcional, es engañarse miserablemente y engañar a toda España. Pero eso es lo que tienen los partidos españolistas y una prensa nacional que se ha dedicado a esconder las ruinas franquistas que aún impiden instituir una democracia de verdad.

El PSOE no tendrá bastante con pactar con Podemos, por lo que, lógicamente, no podrá formar gobierno hasta después de las elecciones municipales. Después deberá pensar si se pone de rodillas ante los fascistas de Ciudadanos. Porque un partido como C’s que ha nacido para extender el odio no aceptará ninguna otra forma de apoyo a Sánchez. Otra alternativa es pactar con Podemos y los independentistas, pero de eso Sánchez no piensa ni hablar, lo mínimo, hasta mediados de junio. Aunque hay otra alternativa que nadie ha tenido en cuenta, y es que los socios presupuestarios se unan de nuevo: PSOE + Podemos + Compromís + CC + PNV y, posiblemente un NA+ alejado de las tesis del PP de Casado, creo que así también se pueden sumar los votos necesarios para investir a Sánchez.

Claro que como Casado es ya un cadáver político, el PP para su supervivencia obligará a dimitir a todo el equipo de Casado y Aznar y eso nos llevaría a un nuevo PP a las órdenes del IBEX 35, así que tampoco extrañe que tras el Congreso Extraordinario, ese nuevo PP se abstenga en una sesión de investidura, para así arrebatar a Ciudadanos la iniciativa política. Esa sería la jugada más inteligente, porque Ciudadanos habría tocado techo en España y ya se encuentra a la baja en Catalunya. Si el PP quiere recuperar su esencia, debe protegerse de Ciudadanos y abandonar a VOX en la extrema derecha para que se desinfle de forma natural. Ahora es el momento de renunciar al franquismo y convertirse en el partido demócrata que nunca supo ser. Pero, personalmente, no creo en esta posibilidad, porque el PP siempre ha vivido de las ruinas del franquismo y la cabra tira al monte.

De lo que podemos estar seguros es que la imbecilidad del 155 no solo ha pasado factura a Catalunya, en España va a estar haciendo daño durante años, cosas de la tercera Ley de Newton.

domingo, 3 de febrero de 2019

Chamberlain y la Europa que nunca aprende


Arthur Neville Chamberlain, tenía mucho miedo a que se repitiera la tremenda sinrazón de la Primera Guerra Mundial, tal vez por ello no juzgó correctamente ni al fascismo, ni al nazismo que asolaban Europa. Precisamente, a pesar de la ingente cantidad de exiliados que llegaban de Alemania, su incomprensión de la amenaza nazi, le llevó de cabeza hacia aquello que tanto temía: otra gran guerra.
La historia culpa a Chamberlain de ser muy crédulo con un Hitler que se mostró como un gran anfitrión  en unas negociaciones donde el Reino Unido realizó unas concesiones que no eran de su incumbencia. Pero mientras el Primer Ministro británico regresó muy contento con los compromisos adquiridos por Hitler, este lo entendió como una prueba de debilidad. Sin embargo, esto no hubiese sido así si su predecesor, Stanley Baldwin, hubiese reaccionado cuando Alemania e Italia se incorporaron en la contienda de España. Claro, que el propio Chamberlain hubiera podido modificar ese error cuando llegó al cargo en 1937, especialmente teniendo constancia de los artículos sobre las Brigadas Internacionales que a diario aparecían en la prensa inglesa. Recordemos que Inglaterra (esto no es extensible a todo el Reino Unido) siempre se ha visto como el gran compensador de Europa, interviniendo como pesa para equilibrar la balanza de poderes y así evitar que ninguna nación europea lograra destacar sobre las demás. Sé que esto choca frontalmente con la filosofía del Brexit actual, pero creo que entonces no pensaba igual la sociedad inglesa, de lo contrario hubiese sido impensable firmar los tratados internacionales que al final llevaron a Gran Bretaña a los campos de batalla europeos.
Por si alguien lo cree, esperar de Francia algún tipo de acción que no ampliara su territorio, era algo impensable, por lo que, en ese aspecto, si los británicos no movían ficha, los líderes franceses no harían nada contra el fascismo y el nazismo más allá de sus fronteras. Por muy de izquierdas que fuesen los líderes franceses, Francia no lideraría una cruzada internacional contra el fascismo.
Al final, que Francia y Gran Bretaña no pararan al fascismo y al nazismo, en el tubo de ensayo de España, tuvo como consecuencia la mayor pérdida de vidas humanas en una guerra. Y esta vez sí fue sangre británica y francesa.
De aquel error el mundo no ha aprendido nada. La ultraderecha vuelve a conquistar cotas de popularidad en Europa que recuerdan al periodo de entre guerras. El fascismo y el nazismo nunca desaparecieron del todo, pero aprendieron el juego de la hipocresía y se enlazaron a los poderes más oscuros y corruptos de muchos estados. La hipocresía de los nuevos fascismos les ha permitido crecer dentro del corazón de las democracias, contaminando, incluso, muchas de las voces de la supuesta izquierda.
La corrupción, los grandes poderes económicos, la iglesia, los medios de comunicación… Un mensaje subliminal de odio, racismo e irracionalidad, ha contaminado nuestras sociedades. Incluso aquellos que salen a protestar por la llegada de las primeras consecuencias de esta ola, pueden estar contaminados de ella, sin embargo, es más preocupante su inserción entre el poder de los estados como Italia, España o, incluso, Francia.
Por todo esto tenemos que ser muy receptivos a los movimientos que se enfrentan a este gran paso atrás de la humanidad. Tenemos que apoyar la esencia de los movimientos de los “gilets jaunes”, “el Procés”, la nueva corriente feminista, movimiento LGTBI y cualquier lucha obrera por lejana que nos parezca (incluidos los taxis, por muchos fachas que les lideren). Porque tenemos que ser conscientes de que detrás de esta gran regresión de la humanidad están los beneficiados de siempre, los que explotaron África, los que asesinaron Palestina, los que crearon las dictaduras de Latinoamérica, los que facilitaron las matanzas del Yemen, los que destrozaron Chechenia, los que olvidaron a los kurdos, los que vieron armas de extinción masiva en Irak, los que distribuyeron el coltán que costó vidas de niños, los que trazaron fronteras en África con tiralíneas sin respetar sus idiosincrasias, los que permitieron Guantánamo, etcétera, etcétera, etcétera.
Por eso aquellos que tienen el poder deberían demostrarnos su compromiso con los pueblos y contra el fascismo, pero me temo que todos esos líderes nos han vuelto a demostrar su poca vergüenza rindiendo su pleitesía a la intromisión final contra Venezuela.
¿Quién coño ha votado a Guaidó?

sábado, 12 de enero de 2019

Pan y Circo


Cuando Juvenal en el 140 a.C. acuñó la expresión “pan y circo” criticaba el nacimiento del “Populismo”. Por un lado se plañía por la pérdida de interés del pueblo por la política y por el otro por la aparición de una serie de políticos sin escrúpulos que, a través de promesas de beneficio personal (pan) y de espectáculos públicos (circo), lograban el consentimiento de aquellos que debieron interesarse por sus intenciones reales y los efectos reales de las políticas que podían aplicarse.

Cabe decir que, en los limitados tiempos de democracias en España, especialmente durante el siglo XIX y los inicios del XX, los intelectuales españoles readaptaron y actualizaron la frase como “pan y toros”. Con todo, a la caída de la dictadura de Primo de Rivera, con una tradición de reivindicaciones obreras (especialmente en Catalunya) y de reivindicaciones sufragistas femeninas, el pueblo de aquel momento estaba más vivo y cercano al conocimiento de lo que significaba la verdadera política para sus vidas.

La Guerra Civil primero y la represión franquista después, combatieron contra ese espíritu político de los ciudadanos y que es lo único que les separaba de su esclavitud. Entre razias, asesinatos sumarísimos, exiliados políticos y represiones varias, el general Franco se atrevió a decir aquella frase que lo explicaba todo en su máxima y superlativa hipocresía: “…hagan como yo y no se metan en política”.

La Constitución de 1978, es la mayor de las mentiras que se han escrito y firmado en este país, pero nacía bajo un esperanzador pacto tácito de ir modernizando el texto hacia las mayores cuotas de humanismo liberal que concebían las imaginativas mentes de los Padres de la Constitución. Con todo, para los más progresistas quedaba claro que el texto, a pesar de la buena voluntad y la fe en el pactismo, debía renovarse y, a no más tardar diez años, debía llegarse a un nuevo proceso constituyente del que emergería la Constitución que un país moderno necesitaba. Todo eso murió tras el 23 de febrero de 1981 cuando Juan Carlos I reunió a las fuerzas políticas, salvo las catalanas y vascas, a una conferencia en la que hoy sabemos que el monarca, bajo la amenaza militar, llamó a frenar los valores liberales y sociales de la constitución. El verdadero golpe de Estado había triunfado.

¿Pero cómo pensaba sostenerse esa dictadura en la sombra sin que se descubrieran los hilos que en su día tejió el propio Franco, sin que se vieran los nudos del “atado y bien atado”? Muy fácil: “Pan y Circo”. El pan se llamaba OTAN y Mercado Común, pero para ello también deberían hacerse enormes esfuerzos en una reestructuración industrial que llevó al cierre de empresas como “Altos Hornos del Mediterráneo”,  grandes fuentes de empleo, pero que eran totalmente insostenibles estratégica y logísticamente, en un país de industrialización moderna. También tuvieron que sancionarse las más obvias prácticas empresariales de tipo franquista que frenaban el avance económico a través de la competencia desleal, por este principio se cargó con el máximo exponente de estas prácticas: José María Ruíz-Mateos. El teatro de este peculiar personaje ayudó mucho a crear un mito de justicia que estaba muy lejos de ser real. Seguramente esto era un gran motor para el propio personaje que veía como otros empresarios más afortunados seguían con sus prácticas corruptas ligadas al agujero negro de Madrid y que, lejos de sufrir su castigo, eran marcados como modelo a seguir.

Se acabaron los monopolios y se regalaron las joyas del INI a los mismos que sostenían los nudos del franquismo dentro de la carcasa de supuesta democracia. Entre tanto, los partidos que aceptaron el pacto, se endeudaban con una banca que veía crecer su valor dentro de esa estructura oculta de poder. Y con el dinero prestado, el clientelismo y la corrupción, acababan con la última esperanza de regenerar el país.

Pero como cuando uno cree su poder asegurado no se conforma con ello y lo quiere ejercer con más beneficios, llevaron a Aznar hasta la presidencia del gobierno y empezaron a asomar las seberas costuras con que habían fajado a la democracia.

Después de la victoria del PP en el año 2000, la promesa del “Pan” no bastaba, así que el circo del fútbol y la TV eran insuficientes. Pero la “democracia”, a raíz del pacto del 23F, había introducido dos factores más en su circo: ETA y los catalanes. Y ahora el PP los explotaría hasta el límite. Posiblemente la pobre capacidad intelectual de un presidente endiosado, le impedían reconocer que ETA había ido perdiendo el apoyo del mundo abertzale desde el atentado de Hipercor en 1987 y la banda llevaba años intentado una salida honrosa. Fue una legislatura infernal para los pueblos catalán y vasco, con insultos casi diarios hacia ellos, pero mientras el personalista Jordi Pujol intentaba negar la evidencia, posiblemente porque su verdadero problema lo tenía en casa, con una familia metida en todo tipo de asuntos turbios y él colaborando intensamente con la Casa Real y otros elementos de las costuras del Estado, el presidente vasco Ibarretxe impulsó su Plan para un referéndum de independencia.

“No se meta usted en política”. Me imagino que la frase seguía resonando en los cerebros de los españoles que sobrevivieron al franquismo, pero aceptaron los mensajes que desde el populismo del PSOE y, sobre todo, del PP, les vendían diciendo que los vascos son ETA y ETA asesina, o la culpa de sus problemas económicos es de los catalanes que odian el castellano, que ellos vendían y aún venden, como el único español…

Cuando en 2004 el atentado del 11M nos golpeó en el corazón de Madrid, durante unos meses pudimos comprobar la falta de empatía y las mentiras de las verdaderas estructuras del país. Unos meses es que los humanistas de todo el Estado nos sentimos más unidos que nunca y derrotamos al endiosado Aznar, que aunque no se presentaba a las elecciones, era la verdadera figura que, desde hacía años, era la única figura ideológica distinguible.

Al débil presidente socialista Zapatero le faltó el valor para romper muchos de los nudos, que ya se antojan gordianos, con los que el franquismo sigue estrangulando la democracia. Así, entre tontería y tontería, llegamos a 2010 en que se consuman todas las traiciones contra el pueblo catalán y este, en una declaración publicada por todos los medios de prensa, lanza lo que sería las bases del Procés: “Por la Dignidad de Catalunya”.

Va a empezar un periodo en que todos los partidos democráticos de Catalunya, incluido el PSC, van a exigir un referéndum de autodeterminación y, muy pronto, entenderemos por qué FAES y Aznar apadrinaron el nacimiento del partido Ciudadanos (C’s) en Catalunya. Un partido que tanteará entre el ideario más rancio, antidemocrático, inculto y falto de empatía, que pueda encontrar. Ciudadanos está lleno de personas rencorosas que no aceptan la realidad y culpan a quienes les rodean de sus propios problemas personales. Buscan los residuos de la España profunda dentro de una región que siempre ha luchado por la modernidad. Estos individuos serán la base con la que una prensa, ya bajo las manos de la banca, y por tanto las costuras del estado, reescribirán una realidad que permita odiar a los catalanes sin remordimientos.

Pero si los catalanes nos hemos convertido en el circo para España, también nos hemos convertido en un pueblo fuera de control porque ese circo, para nosotros es política pura y dura. Ya no existe un catalán (aquel que vive, trabaja y quiere a Catalunya) que no esté vendido y que no se dé cuenta de que solo hay salida en la independencia. Otra cosa son las formas y los temores. El pan ya no basta a los catalanes, el circo no nos interesa porque somos sus actores, por eso España carga las tintas en un arma típicamente colonial: el miedo. Pero mientras el pan y el circo te adormecen y atontan, el miedo, por sí solo, únicamente puede funcionar durante un tiempo limitado… Y no sé si eso las costuras del Estado lo han tenido en cuenta.

Pero, mientras hablamos de catalanes y vascos, qué pasa con las izquierdas democráticas de España… Pues que les escuchamos decir cosas como que el independentismo ha despertado al fascismo en España ¿Queda claro que el Pan y Circo adormece y atonta? Pero no a las costuras del Estado. Esperemos que Podemos, IU y demás terminen de desperezarse algún día y no se dejen engañar por las etiquetas de “nacionalistas” con que la prensa española ha cargado a las revoluciones de las naciones del crisol español contra el fascismo.

Afortunadamente no solo la revolución de las nacionalidades ha plantado cara al fascismo, también existe la revolución de las mujeres: el feminismo. Y es que el fascismo también está anclado en las más casposas estructuras patriarcales y ha forzado a las mujeres a denunciarlo. Estamos hartos de verlas definidas como feminazis, pero denigraciones tan brutales solo pueden indicar que están metiendo el dedo en la llaga. Junto al movimiento feminista también vemos una lucha de fondo del movimiento LGTBI que desde los años 80 han estado ganando parcelas de igualdad dentro de esta democracia tutelada. Nadie se ha fijado mucho en este movimiento porque le han creído una lucha exclusivamente de derechos cuando en realidad es una lucha por los principios del humanismo liberal más fundamentales y que, por tanto, entra en lucha frontal contra el prehumanismo fascista de las costuras del Estado.

Quien está bajo mínimos nunca debe conformarse con migas de Pan y aquel que tiembla sobre la cuerda floja del Circo, nunca deberá adormecerse por él porque caería irremediablemente a la nada.

Queridos españoles de la España profunda, votantes del fascismo, la hipocresía o el adormecimiento, clientes de la prensa de la omisión y la mentira; esperamos que os satisfaga el Pan y que disfrutéis del espectáculo desde la grada, pero recordad que nada es eterno… Ni siquiera Roma.