miércoles, 27 de junio de 2018

Medio nuevo, tonto nuevo


En 1999 Internet era algo muy nuevo en nuestro país, pero no tanto en otros. Por cuestiones que no revelaré, durante unos días obtuve unas conexiones ultra-rápidas (para la época) y varios PC’s conectados. Una cosa muy lejos de alcance de cualquiera.

Por aquel entonces Federico Jiménez Losantos se asoció con una serie de individuos clave, que se autodenominaban liberales, y crearon una red de web’s con esa supuesta ideología y entre las que destacaba “Libertad Digital”.

Todas esas web’s eran distinguibles por utilizar las palabras “Liberal” o “Digital” en sus nombres, pero también porque en sus portales había enlaces de unas a otras.

Si había algo que distinguía a las web’s de la época y que lograba atraer el máximo de tráfico era los foros. De hecho el conocidísimo “Forocoches” también es de esa época, aunque no se parece en nada a lo que era. Por aquel entonces los tontos del país eran solo eso tontos que hacían gracia y que muy poco tenían que ver con los catetos neonazis y totalmente desinhibidos que hoy dominan, con total impunidad, ese espacio.

A diferencia de Forocoches, Libertad Digital ya apuntaba maneras por aquel entonces, supongo que producto de la personalidad del propio Federico. De entre todos los foros , el más sorprendente era el de Historia, por el que, de tanto, recurría a supuestos expertos para que la editorial pudiera imponer su visión particular y, a menudo, manipulada de la historia.

Pues bien, un día de 1999, encontrándome en tan ventajosa situación, accedí a ese foro y me encontré con una de sus trampas más alucinantes. El tema era la revolución de Asturias y la víctima un chaval que tenía muchísima información de primara mano y al que la jauría neofascista adicta a la web estaba desprestigiando con mentiras indemostrables.

A base de consultar información sobre la marcha a través de varios PC’s, empecé a lanzar enlaces y documentación que, no solo validaban la información que aquel chaval, nieto de uno de los mineros que participaron en aquella revolución, sino que además destrozaban el prestigio de cada uno de los miembros de aquella jauría que, uno a uno fueron desapareciendo de la web.

En un momento en que el tema parecía a punto de quedar zanjado, apareció un siniestro personaje que, como pude comprobar a través de los medios a mi alcance, salía a la palestra muy de tarde en tarde para reencauzar los foros históricos perdidos. Debo reconocer que necesité algo de ayuda, porque no soy precisamente un erudito en temas históricos, pero si algo sé es acudir a quien sí sabe y también localizar la documentación adecuada. Si afirmo que en aquellos inicios de Internet en España yo era de los pocos que tenía un dominio de excelencia en la búsqueda de información, tampoco engañaría a nadie.

El nuevo elemento contaba, supuestamente, con mucha información, pero debo decir que su fondo documental era muy limitado y su procedencia, sin duda, eran la Real Academia de la Historia, el fondo documental manipulado del Instituto Histórico Nacional de la época franquista (posiblemente a través de la Fundación Francisco Franco, aunque esto lo averigüé años más tarde a través de un libro de Paul Preston) y el fondo bibliográfico de Pío Moa. Pronto se hicieron patentes sus contradicciones pretendiendo criminalizar a los obreros asturianos, pero negando las pretensiones genocidas del ejército español. De hecho, en un momento dado, cuando ya se le hizo insostenible el reconocimiento del mal comportamiento de los militares, trató de pasar la responsabilidad a un gobierno de la República que, como todos sabemos, tardaron dos días en conocer la mayor parte de los hechos.

En aquellos momentos este personaje, que alguien me dijo podría ser el propio Pío Moa, tardaba más de 30 minutos en contestar a cada una de mis intervenciones por una media de 5 minutos de cada una de las mías… Y entonces sucedió: la web me bloqueó el acceso.

Nunca más volví a entrar en aquellos foros, pero me permití dar publicidad de aquella actitud en la red y creo que soy en parte responsable de que bien pronto todos supieran quienes eran estos “Liberales” y, en especial la propia “Libertad Digital”.

Por lo que me contaron poco tiempo después los foros de Libertad Digital fueron restringidos y murieron en su propia endogamia. Imagino que pudieron lavar  los cerebros de sus seguidores con mayor eficacia, pero sus posibilidades de captar a nuevas víctimas se desplomaron.

Con esto lo que pretendo dejar claro es que no hay que confiarse en esa extendida idea de que los fascistas son más tontos, porque también cuentan con más dinero y tiempo para dedicar en exclusividad, ya que siempre existe gentuza para la que, sin tener una verdadera ideología, les beneficia económicamente apoyar a estos descerebrados y, por eso, siempre que aparezca un nuevo medio, por complicado que sea, se llenará de estos mercenarios a los que habrá que ir marcando y expulsando poco a poco para acabar con las manipulaciones.

Si alguien tiene dudas sobre el poderío económico de estas posturas y la capacidad para contaminarlo todo, solo hay que darse una vuelta por la prensa española y su nulo valor informativo.

miércoles, 6 de junio de 2018

España o es plurinacional o no será


España será plurinacional o no será. Y, hoy por hoy, sus gentes no están preparadas para asumirlo. Porque desde el centralismo jamás se podrá construir una democracia, ni desde la homogeneización y mucho menos desde la negación de la realidad. Así que cada vez que un facha grita “España una”, le está asestando una puñalada por la espalda a “su propia” España.

Valle Inclán, Unamuno, Pío Baroja y hasta Antonio Machado, comprendieron que España debía entenderse como algo más amplio o que, tarde o temprano perecería. Que tanto la exclusivista visión de una España castellana, como la denominación de “español” únicamente a la lengua castellana, hacían de España un lugar donde no cabían la mitad de los españoles.

La España una, castiza y cuartelaría, jamás tendrá un sentido democrático, y su imposición siempre pondrá en marcha todos los procesos de independencia de la España periférica que, irremediablemente, se sentirán como territorios invadidos o meras colonias. Cuanto más se alargue esta situación, más fuertes y necesarias serán las fuerzas centrífugas y menos democrática se mostrara una España que se habrá convertido en mera represora.

Son tontos los que, como el señor Muñoz Molina, se creen que el ultranacionalismo es el que trae los aires de independencia. El ultranacionalismo, señores, es aquel que niega una o miles de realidades que oprimen a unos ciudadanos para que otros, como él, mantengan una comodidad intelectual poco meditada y nada empática.

España debe ser multicultural y plurinacional para que pueda existir la democracia, porque las ideas unificadoras solo son una mordaza para una importante parte de su ciudadanos ¿Tan tontos son como para no darse cuenta de la dictadura insufrible que representa la España unificada?

Del mismo modo, la denominación exclusivista de español al castellano, ya fue una negación de la españolidad de la mitad de la población de España. Poco importa los años que llevemos con estas mentiras a medias, porque no se puede edificar una democracia basándose en ideales exclusivistas como este y mucho menos llamando racistas a aquellos que se rebelan contra ellos, porque, como se puede ver, se está invirtiendo la realidad y con ello matando las pocas posibilidades de solucionar el problema.

No sé si España, a estas alturas tiene salvación, pero estoy seguro que si tiene alguna posibilidad no es siguiendo el equivocado camino del PP o la decidida beligerancia nativa de Ciudadanos en pro de un castellanismo supremo. El PSOE debe meditar y suprimir de sus filas a individuos, como el actual ministro de asuntos exteriores, que tienen una visión tan centralista, aun habiendo nacido tan lejos de ese mismo centro.

Sinceramente, yo no creo que España tenga muchas posibilidades, personalmente no daría ya ni un duro por ella. Lo mejor que le podría pasar es que Catalunya se independizara para que pudieran empezar a ver la realidad de lo que es, lo que fue y lo que puede ser. Aunque sin un cambio radical de mentalidad, España solo será una entelequia represiva hasta su disolución final.

martes, 8 de mayo de 2018

Reconquistemos el diccionario



Hace una década dediqué un artículo al tema del cambio de significado de las palabras para usos políticos. Era esta una tendencia antigua y que, a mi modo de entender, amenazaba gravemente a nuestra sociedad. Poco tiempo después, llegó la sentencia del Tribunal Constitucional “contra” el Estatut de Catalunya (el “contra” lo pongo entre comillas para que se vea que no me he equivocado de preposición) y pude percatarme de algo aterrador: la manipulación de las palabras podía haber llegado a la justicia.

Es curioso ver como cuando cuentas un chiste complicado la mayoría de gente parece desconectar y es incapaz de hallar las sutiles implicaciones que despiertan la hilaridad. Uno podría pensar que ante esta falta de dimensión de ideas, la mayor parte de la gente sería incapaz de dejarse llevar por la inercia que reinterpreta la realidad y hasta las palabras escritas, pero la realidad es que, esta misma gente simple, han sido los primeros en aceptar los nuevos diccionarios escritos en el aire por el neoliberalismo y el neoconservadurismo. Pero, lo que es peor, han creído en las reinterpretaciones hechas de la ley.

Supongo que, si hemos sido abducidos por una nueva ley universal que tergiversa la palabra escrita y redefine el significado de palabras que eran muy claras hasta hace poco, tendrán que existir unos agentes muy poderosos que graven en nuestros cerebros esos cambios. Pero, por otra parte, cómo existimos personas que somos conscientes de ese cambio. La respuesta es muy simple a todo. Porque todos intuimos ese cambio, pero solo necesitamos obtener conciencia de él cuando nos daña directamente. Por otro lado, el origen de nuestro engaño procede del único agente que tiene tanto poder: los medios de comunicación.

Creo que respecto al origen, no hace falta decir mucho más. Pero, sin embargo, respecto a los ámbitos jurídicos, la cosa debería de ser más complicada ¿Dónde se encuentra aquí la trampa?

Bien, todos sabemos que en la justicia española hay dos corrientes ideológicas principales: conservadores y progresistas. Uno pensaría por sus nombres que los conservadores serían incapaces de cambiar el significado de las palabras para cambiar el mundo. Sin embargo, debemos entender que lo que realmente llamamos conservadores, en realidad, son gente de derechas y tradicionalistas, y a poco que indaguemos en el pasado de nuestro país, tenemos que coincidir que la honestidad nunca ha sido el fuerte de esta “secta” (este término ya lo he explicado en otras ocasiones y prometo volver a él en el futuro). Así pues, los penalistas, fiscales, jueces, etcétera, del ámbito conservador, necesitan que la legislación vigente ampare sus deseos y nada tan fácil como reinterpretarlo todo, sin necesidad de cambiar la ley. Por desgracia, dentro de la justicia española, jueces y fiscales conservadores han ido copando todos los puestos de poder y modificando el significado real de todas nuestras leyes.

Puede que para esa gran minoría de conservadores esto les parezca bueno, pero en realidad han hecho una caricatura de toda la estructura legal de la ley que, por si no lo saben, es uno de los grandes pilares sobre los que se sustenta el mito de un estado, llevando a España a un estado de decadencia que puede ser definitivo para su destrucción definitiva. Porque un estado que ya no puede confiar en su sistema legal está dando saltos mortales sin red y, tarde o temprano, se estrellará.

Pocos casos han sido tan definitivos como la sentencia de “La Manada”, un grupo de post-adolescentes pasados de años que representan lo más repugnante de nuestra sociedad actual que destrozan de por vida a una chica recién llegada a la mayoría de edad, para alimentar su imbecilidad festiva. La ley es clara, puede que no todo lo concisa que debiera, pero todos sabemos que esa gran olvidada que es la filosofía de la ley, no daría lugar a dudas a unos jueces responsables, para poder dar una sentencia unánime de violación. No hace falta entrar más en el tema, pero todos sabemos que a los tres jueces les pudieron más sus prejuicios “conservadores” que sus juramentos en pro del cargo que ostentaban. Por desgracia todos sabemos que la sentencia de “La Manada” no es una excepción, sino la regla. No obstante pongo este ejemplo, y no otros, porque ha despertado, por fin, la indignación de un pueblo asqueándolo ante la indecencia del sistema legal español. Un sistema que fue avisado el pasado 8 de marzo de que en el tema de la mujer ya no iba a ser perdonado más veces, pero que ha insistido en esa deformación de la ley igual que sigue haciéndolo en otras. De hecho no voy a entrar en los temas relacionados con Catalunya, el YAk-42, la corrupción, etcétera, donde la deriva del sistema legal naufraga igual o más que en este, pero que, por partidismos, no han generado tanto asco como los dictámenes limitados sobre violaciones.

Según el ministro de justicia la solución está en cambiar la letra de la ley, pero todos sabemos que el problema no es ese, sino el de permitir que personas que no respetan la ley sean las que tengan que interpretarla y reinterpretarla. Claro que un ministro “conservador” cómo va a entender cuál es el problema si, parafraseando libremente a Bequer” el problema es también él.

Volviendo al tema de la manada como ejemplo, se ha acusado a los miembros de “la manada” de abuso y no de violación porque, según los jueces no hubo violencia ni intimidación, a pesar de que el guardia civil, experto en violencia de género, le robó el móvil para que no pudiera denunciar. Treinta años haciéndonos creer que la diferencia entre abuso y violación era la realización del acto sexual, y ahora salen con estas… Bueno, lo cierto es que alguien puso una coletilla en la identificación de abuso que se denomina “abuso carnal” que contempla la penetración y que debería ser utilizada con mucho cuidado como agravante del delito de abuso. Mediante este agravante las sentencias de abuso son comparables a las más bajas por agresión sexual, pero sirven para dar menor gravedad a un asunto. Tanto es así que el militar y el guardia civil de “La Manada” van a seguir cobrando el 75% de sus sueldos funcionariales mientras cumplen condena. Es decir, esta sentencia no puede cumplir las expectativas de una sociedad que evoluciona hacia el futuro frente a una justicia que involuciona reinterpretando la letra de la ley.

Aún ningún juez ha entendido que con la huelga del 8 de marzo la mitad de la ciudadanía les ha dicho que ya no habrá respeto para ellos si no cumplen con la letra de la ley sin reinterpretaciones patriarcales.

Agresión sexual es un atentado a la libertad sexual con violencia o intimidación. Y eran 5 tíos, hubo lesiones y le robaron el móvil para que no denunciara, así que la letra de la ley es clara e impide otra interpretación. Además el artículo 179 dice que si hay acceso carnal (que lo hubo) se agrava a violación sexual. Finalmente el artículo 180 nos da una lista de 5 enunciados que de darse dos implican un agravante adicional. De ellos vejación, más de dos violadores, vulnerabilidad (este debe ponerse siempre aunque los jueces tengan más margen de interpretación), beneficio de una posición de superioridad (hablamos de un especialista en delitos de violencia de género), uso de armas (no hizo falta). Como vemos, aún siendo generosos con los agresores, debe aplicarse este artículo, en especial al guardia civil por lo indicado. Las penas a contemplar serían de 12 a 15 años, siendo la máxima para el guardia civil por su conocimiento expreso de lo que debía hacer para irse de rositas.

Pero repito, este caso no es una excepción. Si lo fuera aún habría una esperanza. El verdadero problema es que la justicia está perdida porque esta es la regla general. Porque lo primero que le enseñan a un juez es a tener en cuenta el espíritu de la ley, y no existe otro espíritu que el de evolucionar con los tiempos y adaptarse a una sociedad que, en general, tiende al progreso moral. Desgraciadamente en España vivimos en un entorno de medios que pretenden mutar el significado de las palabras en pro de una involución que la sociedad no desea. Por eso tenemos que ser conscientes y no permitirlo. Lo de la manada es violación, el Yak-42 tuvo responsables que se fueron de rositas, los presupuestos incumplidos no puede contarse, robar es robar, un concurso de obras debe mantener su precio o sancionarse gravemente al incumplidor, las leyes no deben hacerse para proteger a los grandes capitales, la ley no debe interpretarse de forma diferente según las personas, las inversiones del estado deben ser equivalentes para todos sus ciudadanos, los impuestos deben pagarlos todos los ciudadanos proporcionalmente, el estado no debe pagar diferente a unas personas que a otras, la seguridad social debe ser universal y a nivel de pensiones también, no es admisible que el estado pague pensiones superiores a políticos, mandos militares y funcionarios de alto nivel o policiales. Todos esos detalles los hemos aceptado durante años y los habíamos tolerado mientras no quisieron hacer este asalto final de hoy en día que nos obliga a vivir siglos atrás de este XXI.

Tenemos una Constitución, la del 78, que no es excesivamente moderna, pero si ya partimos del modo en que PP, Ciudadanos y PSOE, se permiten reinterpretar el artículo 155 y saltarse otros artículos de la Constitución que lo limitan, sin guardar respeto a otras limitaciones escritas en el Código Penal. Es muy difícil entender nada.

Hay gente que recibe de buen grado todas estas manipulaciones y no podrás dialogar con ellos. Nuevamente lo he intentado recientemente y “he flipado”. Uno de estos personajes reproduce el primer punto del “Artículo 1” de la constitución y se queda tan ancho.

España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

Con esto pretendía afirmar que el independentismo era golpismo ¿Se imaginan mi cara? ¿Cómo puedes dialogar con alguien que tiene la mente tan pervertida como para ver en este epígrafe una excusa para todas las ilegalidades de este estado decadente?

Si lo leéis libres de dogmas este punto que delimita la filosofía bajo la que debe interpretarse toda la letra de la constitución del 78, sentiréis la misma tristeza que yo.

“Estado social y democrático de Derecho”. Me quiere explicar alguien donde están los principios sociales y democráticos de derecho en la interpretación actual del 155 y, sobre todo, en la impunidad otorgada a los grupos de ultraderecha en Catalunya. Y encima dice que estos son valores superiores de su ordenamiento jurídico: libertad, justicia, igualdad y pluralismo político ¿Entonces que hacen los políticos catalanes en prisión y si juicio? Y, sobre todo, ¿cómo es posible que las justicias internacionales le estén diciendo a la española que apesta en las causas de rebelión contra los políticos catalanes?

Solo me limito a hacer preguntas, pero si estas no tienen una respuesta sin manipulaciones del lenguaje que apoye lo que está ocurriendo en este país, quiere decir que el Gobierno, los fiscales y los jueces, están violando la Constitución desde el artículo 1 de la misma que, por si no lo saben, repito que indica la filosofía bajo la que debe interpretarse todo su articulado posterior. Filosofía que debe cubrir las ambigüedades que puedan existir.

En fin, seguiremos tratando este tema, pero os invito a seguir mi consejo de siempre. Cada letra escrita, cada palabra, cada frase, deben analizarse sin puntos de vista ni prejuicios (ni buenos, ni malos, porque sobre la palabra escrita siempre suponen una perversión). Y, sobre todo, no permitamos ni un minuto más la tergiversación de la legalidad vigente, porque esta supone una violación mucho peor que aquella que se comete con verdadero conocimiento de causa.

Hay que tener en cuenta que el verdadero poder de un sistema legal está en la correcta interpretación y que la desobediencia de esta es solo una potestad de la ciudadanía como protesta por una desincronización entre la ley y una parte de la sociedad más evolucionada. Los jueces y fiscales nunca deberían reinterpretar la ley bajo el prisma propio, dado que eso supone un atentado contra la base del sistema judicial y que es uno de los pilares que a su vez sostienen el estado.

La desobediencia civil de la legalidad vigente nunca va contra el sistema judicial sino que lo hace contra los poderes legislativos y ejecutivos en demanda de una modificación del sistema legal que se adecue a los tiempos y ampare las partes más progresistas de la sociedad, anticipando problemas futuros. Pero cuando se escriben leyes que van contra la evolución de la sociedad, en realidad se está invitando a la desobediencia civil.

No se pide pues, que el sistema judicial modifique la interpretación de la ley, es más, se pide que no se permita la existencia de jueces como los del TSJ, TC y AN, que sí reinterpretan la ley y, encima, lo hacen bajo un prisma totalmente aberrante y desnortado de los que significan la moral y el progreso evolutivo de esta. Por si no hubiese suficiente mierda en este tema, estos fiscales y jueces están violando los principios garantistas que a un sistema legal de un estado democrático se le presuponen.

Por si a algún gobernante guarda en algún rincón de su alma algo de responsabilidad democrática, sería un buen momento para implementar responsabilidades civiles en la justicia y pensar en indemnizar por tan brutales aberraciones de la justicia española. Claro, que esto es difícil cuando este estado de aberración ha partido de una filosofía nacida a finales des años 80 en el seno de lo que hoy es el Partido Popular, pero que ha terminado metastatizando en el PSOE, Ciudadanos, los medios de comunicación, la justicia… Y dicen que ya está empezando a crear tumores en la RAE y hasta en Podemos.

Recuerda, no aceptes las interpretaciones de nadie, ni siquiera las mías. Lee hasta la letra pequeña, pero elimina primero tus prejuicios y atiende a los artículos que te explican la filosofía de aquello que vas a leer. Pero, antes que nada, recuerda que las palabras pueden tener muchos significados, busca aquellos que protejan al que sufre y ten empatía, porque cualquier otra cosa provocara víctimas, aunque no quieras.

sábado, 28 de abril de 2018

Democracia vs. Dictadura


¿Recuerdan cuando Albert Rivera dijo aquello de que las Dictaduras estaban bien porque tenían un cierto orden? Bueno, pues creo que él no lo sabía, pero esa es la base de la supervivencia de esos sistemas de gobierno: el orden. Por supuesto, no se molestó en comentar en qué consistía ese orden. Supongo que era demasiado pensar para él.

Una dictadura es, por definición, un régimen totalitario y, por tanto, las libertades ciudadanas quedan restringidas. El Sistema Penal  (leyes, jueces y castigos) y policial en un sistema autoritario, debe infundir el suficiente temor a la ciudadanía, como para evitar el desorden público y, en caso de producirse, debe ser rápidamente extinguido usando toda la fuerza a su alcance. Así pues, el triunfo de una dictadura, como sistema autoritario, estriba en la imposición del orden.

Por su parte, el gran valor de un sistema democrático, está en los derechos ciudadanos. Cuanta más libertad y protección de esta, tenga un sistema de este tipo, más democrático será. Por supuesto que democracia quiere decir gobierno elegido por el pueblo, pero su verdadero valor estriba en que los ciudadanos se sientan tan a gusto en él como para considerarlo su sistema. Por eso en una democracia deben escucharse las disidencias a tiempo como para poderlas compensar y que nadie, dentro de un estado con este sistema, se sienta atrapado por él.

Entre el orden represivo y la libertad total, hay un enorme número de pasos que recorren toda la gama de posibles sistemas políticos. Una gradación que, para no restringirnos a dictaduras y democracias, podríamos llamar “de esclavitud social a libertarismo”.

Queda claro que en una dictadura todo vale mientras exista paz social, pero en el momento en que los ciudadanos copen las calles, el valor de esa dictadura caerá hasta la imposibilidad de sostenerse.

Por su parte, en una democracia, el orden y la paz social no son necesarios, pero siempre deben respetarse unos ciertos derechos civiles. Porque la democracia puede cambiar y adaptarse a las necesidades de la sociedad que la componen para lograr esa paz social. Así, en un país donde un gobierno no puede alcanzar esa paz social, siempre se pueden hacer unas nuevas elecciones en las que el pueblo deberá elegir a otros representantes que puedan elegir esos problemas. El problema aparece cuando determinados poderes económicos limitan el ejercicio del poder o aquellos que son incapaces de resolver los problemas fuerzan el modo de seguir gobernando. Porque en una democracia, cuando un número suficiente de ciudadanos no encuentran encaje en el sistema, ese sistema ha fracasado.

Pero en una democracia aún hay algo peor que el hecho de que la ciudadanía no se encuentre a gusto o que parte de ella no logre su encaje, y es que los sistemas penales y policiales, traten de comportarse como en una dictadura.

Varios sindicatos judiciales se han extrañado estos días de las enormes protestas generadas por la sentencia a ese grupo de animales autodenominados “La Manada”. Por supuesto, estos señores no han querido recordar que el pasado 8 de marzo hubo una huelga quejándose del brutal machismo de nuestra sociedad. No han pensado que esta sentencia ya no es una más, sino que es la gota que colma el vaso en un estado en plena decadencia.

El gobierno del PP, bajo el apoyo y la tolerancia de Ciudadanos y PSOE, ha implementado una serie de leyes represivas que solo sirven para proteger a aquellos que están en el poder, mientras desasiste a esa ciudadanía a la que se deben. Por si esto no fuese suficiente, nos encontramos que en aquellos casos en que se vulneran las libertades individuales, la justicia no solo no está a la altura, sino que tiene los santos cojones de criminalizar a las víctimas. Por si fuese poco, vemos como miembros de los cuerpos policiales son escuchados y apoyados mientras judicializan sus mentiras y los ciudadanos de a pie ven pisoteados sus derechos en los tribunales por  ellas.

En pocas palabras, los ciudadanos no se sienten afines a un sistema que ya no ven como una democracia. Un sistema que ha limitado sus libertades, pero que, a un tiempo, le ha arrebatado su seguridad por un delincuente mayor que es el propio estado. Por otro lado, aunque el estado pretende mantener el orden, como lo haría cualquier dictadura, también ha quebrado en este ámbito porque las luchas pacíficas le sobrepasan y, en un toque de absurdidad de imitación democrática, trata de inventar violencia donde no la hay y negarla donde todos la estamos viendo.

Que un juez no sea capaz de ver hasta qué punto, tal y como está el país, la sentencia de “La Manada” ha destruido el mito de España, solo nos dice que no está capacitado para el cargo que ejerce… Y puede que para ningún otro.

jueves, 1 de marzo de 2018

Las mentiras de María


El THC (tetrahidrocannabinol) es el psicotrópico básico por el que la marihuana es consumida. Sin embargo, en general, un “porrito de  maría” puede introducir en el organismo de su consumidor, más de 500 sustancias no inocuas. De hecho, salvo la nicotina, puede ser tanto o más nocivo que un cigarrillo de tabaco, con el agravante de que los cigarritos de la risa ni siquiera llevan filtro. Las similitudes entre ambas sustancias aún son mayores si en lugar de consumir las hojas de la planta, se consume pasta hecha con sus semillas o las flores secas (“chocolate”, grifa, “piedra de fus”…).

Pero el THC no es el único psicotrópico que contienen los diferentes cáñamos y, en especial el Cannabis Sativa, que normalmente conocemos como marihuana. Están bastante estudiados, también, el  CBD (cannabidiol), el CBN (cannabinol) y el THCV (tetrahidrocannabivarina).  En realidad, se han contabilizado hasta 113 sustancias que establecen algún tipo de interacción con el sistema nervioso humano. Por todo esto es muy importante no infravalorar las posibles consecuencias de su consumo. No obstante, este artículo no pretende ser ni un estudio químico, ni farmacéutico sobre la marihuana y sus derivados.

Hablando de farmacéuticas, la marihuana ha encontrado una sorprendente salida en este negocio, fruto de todas esas sustancias que hemos comentado. Cabe destacar la aplicación, que sus derivados industriales o los simples porros artesanos, en el tratamiento de dolores crónicos y mitigando los efectos secundarios de la quimioterapia en tratamientos agresivos contra el cáncer. Son innegables sus beneficios en puntuales tratamientos médicos que, además, han permitido la reducción del consumo de calmantes opiáceos, con mayores efectos secundarios y también de adicción. No obstante, alrededor del cannabis también han aparecido cremas, jabones y hasta alimentos, de dudosa efectividad y cuestionable moralidad.

Para la marihuana, el cannabis, la maría, la marijuana o como le queráis decir, la realidad es que toda su fama está dirigida por uso lúdico que tiene sobre el sistema nervioso, y que todo lo demás se usa como cortina de humo para superar las barreras morales que supone su consumo. En ese aspecto, no obstante, tienen razón aquellos que lo comparan con el alcohol, ya que sus implicaciones no son tan diferentes. El gran problema de la marihuana, no obstante, es el mismo que el del tabaco. Porque mientras el alcohol se puede consumir individualmente, sin necesidad de que parte de sus toxinas químicas vayan al organismo de terceras personas, el modo común de consumo, tanto de tabaco como de marihuana, implica el padecimiento del entorno que queda expuesto a las mismas toxinas que el consumidor.

La marihuana, además cuenta con un problema adicional al del tabaco, y es que muchas de las sustancias que acompañan a los cigarritos de la risa, son capaces de estresar  los sistemas inmunitarios de los fumadores pasivos, provocando innumerables alergias. Bueno, algún caso se ha dado también con el tabaco, poro son más frecuentes las alergias cutáneas en contacto con la ceniza.

Por otra parte, mientras la marihuana no sea totalmente legalizada y perfectamente controlados sus cultivos, siempre está el riesgo del uso de pesticidas y otras sustancias que introduzcan toxinas letales en las plantas y que se liberan en los “porritos”.

Me preocupa, pues, mucho, la enorme publicidad que se está dando a la marihuana para hacer casi una virtud de su consumo, cuando, en general, en un grave riesgo para la salud pública. No obstante, sigo estando a favor de su legalización total, porque es lo único que permitiría tener un control efectivo de este producto y, en especial de sus formas de consumo.

También me preocupa que se compare la marihuana con cualquier otra sustancia, porque difícilmente va a tener los mismos problemas que esta y, a menudo, obviamos las verdaderas desventajas de la que queremos apoyar. Sin ir más lejos, en el dibujo que he encontrado en Pinterest, se hace una comparación con el alcohol, pero se omiten importantes puntos básicos que no son nada favorables a la marihuna, por ejemplo, que los efectos de la marihuna se dan desde la primera calada, pero que se puede llegar a consumir alcohol sin llegar a alcanzar la sintomatología expuesta…Cuestión, también de efectividad y cantidad.