viernes, 30 de agosto de 2013

Donde nace el sentimiento


El nacionalismo unionista ha fabricado, el solito, más de un 20% de los nuevos independentistas. En este ámbito se lleva la palma el diario “La Razón”, que se reparte gratuitamente en muchos lugares y que ha lanzado una campaña de completa enajenación contra todo aquello que ellos creen importante para Catalunya (poco importa que represente a la Catalunya independentista o a cualquier otra, porque ellos ignoran la variedad tan amplia de catalanes que existen).
El ejemplo más hilarante es el de la ya famosa “Vía Catalana”. Primero la llamaron acto contra las libertades, pero al tiempo llamaron acto de libertad la contramanifestación que en pleno 11 de Septiembre pretenden hacer un grupo de unionistas (sin duda los más fachas del reino) intentando envolver la simbólica Sagrada Familia. Aún a sabiendas que la Vía Catalana pasa tocando y va a tener una extensión de unos 300 kilómetros. Algo así como mostrar el orgullo de un asteroide frente al Sol. Personalmente pienso que, llamar ejemplo de defensa de libertades a unos exaltados que con banderitas españolas van a intentar provocar a las familias que festejarán el 11 de Septiembre en la Vía Catalana, es un ejemplo brutal de manipulación.
Siguiendo con la Vía Catalana, el mismo medio subversivo de la derecha española se fija en la petición de la ANT para lograr voluntarios que se desplacen hasta las tierras de Tarragona, mucho menos pobladas, y cubran huecos en 159 tramos. Eso fue hace una semana y ahora la ANC solo necesita cubrir huecos en 90 tramos de 200 metros. Sin embargo esta petición servía al diario para decir, en titulares, que la Vía Catalana ya era un contundente fracaso. Por supuesto “La Razón” obvia el hecho de que dos centenares de periodistas de medio centenar de países ya han pedido sus acreditaciones para cubrir el evento, lo que en sí ya supone un triunfo, y eso aunque aquellos 159 tramos finalmente estuviesen desiertos.
Pero los incansables pupilos de Marhuenda, siguen trabajando con el microscopio para inventar sus titulares. El último fue intentar sacar partido a toda portada, de una de las muchas camisetas que se lucirán en la Vía Catalana y cuya etiqueta reza “Made in Morocco”. Se me hacía difícil saber como podían presentarlo contra Catalunya en general y contra el independentismo en particular, pero por absurdo que pudiera parecer, logran hacer un titular de portada solo con eso.
Pero “La Razón” solo es una de muchas de las voces que gritan desquiciadas contra el independentismo y a su pesar son fábricas de nuevos independentistas. Este periódico no se diferencia demasiado de esos vídeos, la mayoría un poco “canis”, que aparecen en You Tube cada vez que pones “Cataluña” en el buscador. En la mayoría solo escuchas insultos y en los pocos que pretenden ser serios ves a alguien que expone datos aparecidos en el diario anterior o medios similares, sin ningún tipo de razonamiento y que tratan como verdades absolutas creyendo convencer a alguien de algo con ello… bueno, sí, a mi me convencieron de justo lo contrario de lo que pretendían. El problema es que fuera de Catalunya muchos les dan tanto crédito que, hasta la sesuda e inteligente Lucía Etxebarria, que jamás acostumbra a dejar cabos al viento, pues se ve afectada por uno de esos argumentos en su libro “Liquidación por derribo” (a pesar de ello estoy en la obligación de recomendar el libro porque, en general, lo merece).
No sé si fue fruto de ese dejarse llevar por el entorno o un mero ejemplo de pedantería pretendiendo decir a los catalanes como debía sentirse porque ellos lo saben todo, pero hace algo más de un año y medio, un centenar de intelectuales, de esos que antes creía más liberales, firmaron un manifiesto contra (me gustaría subrayar esta preposición) el independentismo que a un tiempo negaba  la mayoría de reivindicaciones de los catalanes y, sobre todo, esos continuos actos de acoso y derribo contra todo lo que sonara a catalán. Me recordó tanto a aquel texto inventado sobre los Sabios de Sión y que terminó ayudando a los súbditos de Hitler a participar de la “Solución Final”. Es curioso que sea tan fácil ver el racismo de la sociedad contra alguien que tiene un color de piel diferente, pero que difícil es cuando se lleva a cabo contra conciudadanos de siempre que creían tener el derecho a ser diferentes y mantenerlo junto a una igualdad del resto de derechos. Pero no, un catalán tiene menos derechos que cualquier otro español y encima se ataca a su identidad de todas las formas posibles. Si esa no es una razón necesaria y suficiente para reclamar la independencia, entonces no puedo entender como este mundo no está formado por una única nación y que habla exclusivamente la lengua indoeuropea original.

Pero no todo son cardos en este jardín. Imbéciles los hay en todas partes, en España y en Catalunya, pero gente que intenta entender a los demás y por la que vale la pena ir de uno a otro lado arreglando las cosas, también. De todas formas, los continuados esfuerzos de los diferentes gobiernos por utilizar a los catalanes para tapar ellos sabrán qué, y el uso de la catalanofobia para ganar votos, han llevado al pueblo catalán a una situación insostenible. El tema es, sin duda, mucho más extenso, y la crisis ocupa un lugar central en todo ello, tanto como la tradicional opacidad de las cuentas de las administraciones españolas, pero al final solo importa una cosa: Catalunya no se siente querida y los que deberían intentar que no fuese así son los máximos responsables de ese sentimiento. No se puede generar afección con las amenazas y el miedo, así que, aunque lo que se planteara a los catalanes fuese un futuro miserable en solitario, terminaría por parecer una alternativa mucho más atractiva que el presente… Así que si encima las perspectivas son mejores…