martes, 21 de diciembre de 2010

“The Phenomena”… de tanto en tanto.


Una y otra vez vivimos en la espiral de los mismos, para los mismos y solucionando los problemas de los mismos. Una crisis provocada por los mismos y que se vuelve a enfrentar con los métodos aprobados por sus responsables y los gobiernos del mundo tragan y los pueblos pagan, con su dinero, con su sangre, con su hambre, con sus vidas… Pero, de tanto en tanto, entre la masa borreguil que camina cabizbaja en la senda del matadero, aparece una oveja negra. Será una oveja vilipendiada, atacada y, la mayor parte de las veces reducida y exterminada, pero, también de tanto en tanto, la oveja logra prender la llama de la esperanza entre algunos elementos de la masa que no están del todo dormidos. Y entonces los dueños del matadero tienen miedo de que se les acabe la comida.

De tanto en tanto los estudiantes de Francia se levantan contra Sarkozy, los estudiantes de Gran Bretaña lo hacen contra Cámeron y se permiten “ahostiar” a la mismísima realeza… De tanto en tanto aparece un WikiLeaks que nos cuenta los “mal guardados” secretos de alguno de nuestros verdugos… de tanto en tanto un ciudadano anónimo pierde la cabeza y se lía a tiros con unos cuantos inocentes… De tanto en tanto…

Cuando el camino fosforescente de anuncios televisivos no es suficiente para guiar a la manada, los verdugos sacan sus perros pastores para devolver los borregos al redil. Pero… de tanto en tanto, las ovejas negras sacan los dientes. Los estudiantes toman sedes de poder y los hackers se organizan para atacar diabólicas fortalezas digitales donde habitan los sicarios del poder. De tanto en tanto las ovejas negras logran cerrar algún matadero.

Estimados señores, como ya no ganamos suficiente, les vamos a negar su asistencia médica, su jubilación y su derecho a descansar. Y esto seguirá así hasta que sus líderes bajen la cabeza y ustedes obedezcan como esclavos. Piensen que la culpa no es nuestra, es de los sublevados que les niegan sus vacaciones, su paz y a nosotros nos impiden seguir ganando miles de millones cada día con su lana, su piel, su carne, sus tendones y sus higadillos.

Estimados señores, la resistencia es inútil.

Pero, de tanto en tanto, las revoluciones triunfan y logran cambiarlo… al menos durante un tiempo. Pero las revoluciones tienen un especial atractivo cuando vemos a los viejos verdugos siguiendo la nueva línea fosforescente.

Imagen tomada de http://portal-cifi.com

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