viernes, 4 de septiembre de 2009

La gripe de la A a la Prensa.


La gripe A, desde la primavera pasada, ha llenado las páginas de la prensa diaria y minutos de TV y radio con demasiadas puntualizaciones de pánico. Desde el primer momento se empezaron a contar los contagios primero y las víctimas mortales después, en busca de algún macabro record que llevar al libro “Guiness”, pero lo cierto es que estamos ante una gripe más (o influenza que parece una palabra más bonita). La sustancial diferencia de esta nueva gripe con otras es el tipo de virus que no responde a los parámetros proteínicos de las que nos azotan con mayor frecuencia y para las que ya teníamos una vacuna, más o menos útil, que se revisaba anualmente con muy pequeñas modificaciones. De este modo los diferentes laboratorios farmacéuticos se han lanzado a la caza y captura de la fórmula para vacunarnos de la gripe A/H1N1, en una carrera que sospechamos algo tramposa.

Las primaras alarmas se encendieron en México cuando la pandemia estaba ya muy extendida y, dada la estructura sanitaria del país, había dado innumerables casos con final trágico. Para entonces el virus (si es que era originario de este país) ya había traspasado muchas fronteras y pronto se reportaron casos en EE.UU., Canadá, Gran Bretaña, países de Centroamérica y pronto en España. En ese tiempo se había cerrado el país y dejado a los turistas encerrados en los hoteles en una cuarentena tan extraña como espectacular. De una parte el gobierno mejicano intentaba demostrar una dudosa eficiencia y por otro se alarmaba a la opinión pública.

Como era de esperar, el volátil virus de la gripe escapó y pronto otros países basados en la misma eficacia del absurdo realizaron acciones, tan espectaculares como poco efectivas en el mismo sentido, que aún generaron más “pánico” sobre el tema de la gripe A (por aquel entonces aún llamada gripe porcina). Las actitudes rayanas en el racismo de China y Rusia no ayudaron demasiado. Una vez fuera del México, y con la lupa de la prensa enfocando la futura pandemia, cada caso, cada muerte, se convirtieron en noticia que ayudaba a pasar por alto otras que en manos de la opinión pública hubiesen podido tener repercusiones: casos como las consecuencias de la propia crisis en todo el mundo, el prostíbulo de Berlusconi en Cerdenya para los italianos o las corruptelas de cargos del PP en España. Así pues, muchos grupos de poder se vieron beneficiados por este boom informativo y sus medios de prensa afines no dudaron en darle la necesaria relevancia. Con esto ya vemos que las informaciones sobre la gripe A, que tanto nos han alterado, tienen una relevancia informativa muy superior a la que merecen.

Dicho todo esto pongamos en su sitio a esta gripe con unas informaciones más acordes con la realidad.

La gripe, en general, es una enfermedad menos benigna de lo que creemos. Si bien la mayoría de los casos no reportan ningún tipo de gravedad, estoy seguro que muchos, a lo largo de nuestras vidas, hemos padecido algún episodio gripal realmente malo. Estoy casi seguro de que esa gripe no era la tan cacareada gripe A. También en la comparativa gripal de nuestra prensa hablan de unos episodios de influenza, a principios del siglo XX, en que murieron millones de personas. De hecho, anualmente, la gripe de temporada se lleva por delante la vida de unos veinte mil españoles. Seguramente sus certificados de defunción no lo establecen así, por lo general, leeríamos “insuficiencia cardiorrespiratoria”, pero algunos médicos si apostillaran “como resultado de las complicaciones en un proceso gripal”. Si añadimos las septicemias por bacterias oportunistas, deshidrataciones, neumonías, fallos hepáticos y renales, infartos, efectos secundarios por el uso de antigripales y alguna que otra tontería más que pueda matar a continuación de contraer una gripe, tendremos todos esos casos que hacen de la vulgarizada gripe algo no tan inofensivo.

Así pues la gripe común no es una enfermedad tan benigna, pero siguiendo, desde el primer momento, reposo, hidratación, buena alimentación y un tratamiento sintomático simple (antipiréticos, dieta para casos de gastroenteritis, etc.), podemos pasarla en casa sin peligro de formar parte del destacado grupo de los veinte mil. En el caso de la gripe A es lo mismo exactamente. La diferencia de esta nueva gripe con la anterior es que como la mayoría de nosotros no ha entrado en contacto con virus similares, las posibilidades de contagio, en caso de entrar en contacto con el virus son más elevadas. Por lo demás esta nueva gripe es incluso más floja que algunas de las que llegaron en los últimos años (en especial la de 2003). Aunque con la expectación generada, tal vez nos sirva para conducirnos de una forma más apropiada para evitar el contagio tanto de esta como de la otra gripe. Si de verdad están interesados en ello tanto como en obtener una información fidedigna sobre el tema, una compañera de red me ha pasado, mediante su interesante blog, la siguiente dirección que es muy interesante y dedicada en exclusiva a una información veraz sobre la gripe A: http:\\gripeycalma.wordpress.com .

Espero que no cojan ninguna de las dos gripes, pero si les toca, tal y como reza en ese blog, “ante todo mucha calma”.

La imagen se tomo del blog de mi amiga ardilla roja: http://ardilla-roja.blogspot.com/, a ella le debo el conocimiento de ese otro blog tan interesante sobre este tema tan específico y tan de moda.

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