Hace unas semanas me di de alta en www.bloguzz.com, una página en que fabricantes y patrocinadores se ponen en contacto con blogers para que prueben sus productos y opinen en sus respectivos blog’s, como me pareció interesante seguí el procedimiento. Es así como llegó a mis manos la promoción “sucedió en un SEGUNDO” de CASIO. Esta promoción está representada por la cámara fotográfica Exilim-FC100, un modelo a tener muy en cuenta de cara a las vacaciones.
Entre otras prestaciones, que ya comentaremos, cuenta con un sistema que, una vez configurado (sólo es darle a un botón para tener la máquina preparada), permite hacer fotografías consecutivas, mientras se tiene el botón de disparo apretado a fondo, hasta un total de 30 en un segundo. A esta característica hace referencia la citada promoción (“sucedió en un SEGUNDO”). Y esa es la característica con la que he estado trabajando desde que me llegó la máquina de prueba. Sin embargo... ¿saben cuán rápido transcurre un segundo? Y al mismo tiempo, ¿saben cuán espaciadas pueden llegar a ser esas 30 divisiones de ese tiempo? Hasta verme en la disyuntiva no he comprendido la dimensión de ambas cuestiones, aparentemente contradictorias y realmente ciertas.
Probé con la manía de meterse el dedo en la nariz, tal vez en busca de petróleo, de un compañero de trabajo, y fallé reiteradas veces en el momento de iniciar la exposición. Intenté el típico experimento del globo estallando y sólo una de las imágenes llegaban a captar una imagen borrosa del instante clave. La caída de objetos, el levantamiento de una falda, un accidente de moto, una torcedura de tobillo al bajar un bordillo... fallé, fallé, fallé y fallé... Y lo que es peor, casi me cuesta, en algún caso un ojo morado. Reza la promoción con la frase: “¡Un segundo puede hundir la reputación de cualquiera!”. De momento casi pierdo la mía con unos fallidos intentos que rozan la inmoralidad. Para sacar partido de esta interesante prestación de la máquina hay que ser ágil de gatillo cual pistolero del far-est, no obstante tendrás en tus manos un auténtico Winchester de repetición en lugar del vulgar Colt de acierta a la primera o muere en el intento.
Como ya dije, puede ser la máquina perfecta para las vacaciones, cuando los momentos estelares llegan con su pertinente aviso. O las fiestas familiares, ahora ya tendremos la perfecta imagen del proceso durante el cual el abuelo deja sus pulmones sobre la tarta intentando apagar las 81 velas. Y esa parada de palomita de nuestro hijo sobre la arena de la playa y... por qué no, tendremos algunas oportunidades más para captar el escurridizo rayo verde (concretamente 30 oportunidades más). Me recuerda, salvando las distancias, las EOS-5 y 6 de aquella época en que aún andábamos con carretes en la nevera. Salvo que aquellas máquinas, ya entonces, tenían precios que rondaban las 110.000 pesetas, unos 700 euros de hoy, pero que para el nivel de vida de la época podían equivaler a más de 2000 euros de hoy.
Las características de la Exilim-FC100 son impresionantes, con un zoom óptico de 5x y 9.1 mega pixels, puede hacer las delicias de cualquiera. Si además añadimos la capacidad de filmar en cámara rápida, es decir, crear imágenes en cámara lenta, estamos ante una pequeña maravilla.
Para comparar sus excelentes características, en mi caso he podido contar con otra máquina de dos generaciones atrás, concretamente la Exilim S880, un modelo que, en su momento, ya logró impresionarme. Hay que avisar que en el mundo de la fotografía digital las generaciones se suceden con una velocidad de vértigo. Esta tenía cerca de 7 mega pixels y un zoom óptico de 3x. Tal vez era más que suficiente en un entorno doméstico, pero díganme quién, especialmente en vacaciones, no busca una cámara superior a la anterior. El único pero comercial es precisamente algo que yo considero una virtud: su pequeño tamaño. Todas las Exilim caben en una mano y, a pesar de sus prestaciones no son auténticos mamotretos, desgraciadamente el “Homo Vacacionalis” necesita llevar a cuestas un pesado artilugio para grabar ese rollo estacional con que deberá torturar a sus visitas en los siguientes meses.
¡Ya está! Creo que estas próximas vacaciones me voy a preparar una colección de fotografías con imágenes de “Homos Vacacionalis” llevando a cuestas sus cámaras y filmadoras antediluvianas.
Como es lógico también debemos contar aquellas cosas que no nos han gustado del modelo y que en mi caso ha sido el manual de instrucciones. Ya sé que la mayoría de personas no llegan a leérselo nunca, pero cuando se tienen tantas características reseñables, el hecho de no ahondar en sus explicaciones (aunque sea en un apéndice) va en contra del producto. De hecho para poder sacar partido a la cámara he tenido que experimentar mucho con ella y aún hay cosas que desconozco. Tal vez exista un manual más completo en formato digital, pero como decía un profesor de comunicación, la documentación que no se pasado a formato de papel no existe de verdad.
De los muchos intentos trabajados con el sistema de 30 imágenes en un segundo, me quedo con la selección de tres consecutivas de la caída de una caja de pañuelos. Posiblemente no es nada del otro mundo, pero ya he explicado que esta prestación puede lograr una mejor adaptación en la resolución de eventos ya previstos que en el uso experimental.
Finalmente quiero agradecer a Bloguzz y a Casio esta magnífica oportunidad cuyo resultado espero sea del agrado de todos.
¡Ah!, por cierto... Si queréis una como esta, pero no ya os habéis gastado los cerca de 300 euros que hacen falta, en las reservas para Benidorm, tenéis una oportunidad siguiendo las instrucciones en http://sucedioenunsegundo.com/competicion.php. Preparar vuestro Colt, relajar vuestra moral, pactar con vuestra víctima y... ¡suerte!
1 comentario:
Hola, Kami.
La descomposición en fotogramas de una grabación videográfica te da lo que buscas.
Hice esa grabación de la comunión de mi sobrina.
La mejor fotografía que tenemos de ella es uno de esos fotogramas.
Estaba editando y se me ocurrio hacer la prueba.
En la reflex analógica tengo un motor de disparos sucesivos.
Llegué a manejar la cámara con él.
He visto la publi y no me ha llamado la atención, pero he seguido tu discurso. El de este post y el anterior.
Quería dejarte un saludo.
Supongo que la foto es del Ebro pasando por Zaragoza.
Yo soy de Huesca.
Un abrazo y buen veraneo.
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