martes, 10 de enero de 2012

El posible Nobel de la Paz a Otegui desata una tormenta en Twitter



Se ha desatado una tormenta en twitter porque se ha divulgado que la izquierda abertzale ha propuesto a Otegui para el Nobel de la Paz. Hay que decir, no obstante, que quienes han puesto el grito en el cielo han sido el facherío nacional y la España Cañí. La propuesta viene de mucho más lejos de lo que algunos se piensan. Concretamente de las profundidades del imperio británico. Pero es que allende los mares saben que el señor Arnaldo lleva trabajando para que ETA abandone las armas desde hace más de cinco años. Son muchos en el mundo abertzale que piensan, desde comienzos de los noventa, que la lucha armada había perdido su sentido, pero la fuerza que los más violentos ejercían sobre los demás y, sobre todo, lo inapropiado del tema GAL, hicieron imposible un mejor desenlace antes de hoy.
Una prueba de cómo habían cambiado las cosas pudo ser el, creo que falso, atentado a Aznar que algunos miembros de la banda pudieron, tal vez haber pactado con el aparato publicitario del que después sería el presidente, y que tuvo una víctima inocente como daño colateral. Era obvio que los terroristas conocían el blindaje del vehículo del entonces candidato del PP, la cantidad de explosivos utilizados era claramente insuficiente para dañarlo, sin embargo, la deflagración hacia fuera no era tan controlable y generó víctimas inocentes. Es posible que no existan más pruebas y que sean achacables a la chapucería de la banda, pero las acciones al respecto de don José María durante su presidencia, incluida su lapidaria denominación de la banda, no me dejan ninguna duda. Por lo menos al resto del mundo si tendrían que generarle unas pocas… de dudas, digo.
Paro la acción que más me llamó la atención y más me repugnó, fue el cambio de denominación del CSI por CNI. Con este cambio el servicio de inteligencia nacional no solo alteraba su nombre, sino también servicio a la nación por un servicio al gobierno, algo intolerable para un país que se llama democrático. De un plumazo había desaparecido aquel resorte que permitía al CSI vigilar al gobierno para evitar que se propasara. Al mismo tiempo el gobierno, como si de un cuerpo policial más se tratara, dictaba las prioridades de investigación. Fruto de este cambio los especialistas se centraron en la kale borroka, pero dejaron de lado el terrorismo internacional, a pesar de que los caprichos bélicos del gobierno del PP nos habían puesto en el objetivo del islamismo. Doscientas víctimas inocentes, de todas formas, no les hubieran descabalgado del poder de no haberse empecinado en culpar a ETA de lo que el “modus operandi”, la situación de la banda y, sobretodo, las tempranas palabras de Arnaldo Otegui desmentían ¿Cuándo ETA había desaprovechado la oportunidad de apuntarse un tanto brutal? Pero por aquel entonces ETA ya no se podía permitir acciones que no se dirigieran directamente a los núcleos del poder. Tiempo atrás los atentados de Hipercor y el concejal Blanco habían desconectado a la banda del mundo aberzale. Una cosa era la lucha armada por la independencia de Euzkadi y otro el exterminio de inocentes. ETA había perdido el rumbo y el sentido, y ni la llegada de las derechas al poder podía enardecer a lo que un día fueron sus bases. Posiblemente aún habría personas que enarbolarían las fotos de etarras como si fueran héroes, pero para la mayoría eran unos mafiosos que habían puesto a los verdaderos independentistas en el disparadero.
En estas salsas, y con el PSOE ya en el poder, en 2006 ETA anuncia una tregua permanente. Desgraciadamente aquellos que eran herederos de un terrorismo aún más brutal como fue el régimen franquista, se empeñaron en poner el máximo de palos a las ruedas de la paz (los mismos que hoy claman al cielo ante el posible Nobel de Otegui). Con todo, creo sinceramente que la tregua tampoco se hubiese podido mantener mucho tiempo. El núcleo violento de la banda seguía muy vivo y, aunque ya eran muchos los que hablaban de paz, los más duros dieron un golpe de mano dentro de ETA representado por el atentado de la T4. La enorme cantidad de explosivos utilizados en aquella acción hacían prever una orgía de sangre en los siguientes meses, pero en lugar de eso se mostraban sus grandes carencias. Entre tanto Otegui ya había cambiado su lenguaje, todo y que se notaba que ETA mandaba sobre el discurso político (algo que se hubiese podido evitar de no haber ilegalizado a Batasuna en 2003), las palabras del líder habían perdido su agresividad. De hecho se notó que la banda había intentado puentear al propio Otegui frente a los medio, pero estaba claro que la voz entre líneas del batasuno era también la que los abertzales no podían transmitir más allá de los filtros etarras.
Así que a pesar de su encarcelamiento, de la ilegalización de Batasuna y de la mordaza ejercida por los violentos, Otegui logro colar, en nombre de la mayoría de los abertzales, un mensaje de Paz. Creo que es algo mucho más meritorio que las acciones de Juan Carlos para traer esta “democracia” tutelada tras tomar el testigo de Franco y, sin embargo, también fue nominado al Nobel. Nadie, desde la racionalidad, puede culpar a Otegui de las 829 víctimas de ETA (tampoco a Juan Carlos se le puede culpar del millón de muertes del franquismo, muchos miles después de la guerra). Pero es que hay un número enorme de Nobeles de la Paz que sí son directos responsables de muchas muertes e incluso auténticos genocidios.
Pues con la tormenta “Otegui al Nobel de la Paz” descubrimos que la información ha sido filtrada a través del PP después que el CNI (ya sabemos que nueva forma antidemocrática de funcionar tiene) se la entregara al mismísimo señor Rajoy ¿Qué perversa intencionalidad tiene todo esto en manos de un partido que siempre ha sacado partido del tema ETA?

La imagen es una captura de la web del diario QUÉ!

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