viernes, 5 de febrero de 2021

ANÁLISIS DEL 14F. Parte 1: Los dos grandes bloques

 

ANÁLISIS DEL 14F.

Parte 1: Los dos grandes bloques

 

Nuevas elecciones autonómicas en Catalunya y nuevo análisis de la situación de partida. Y como resulta invariable desde 2010, dos bloques prácticamente idénticos a la situación anterior: el bloque independentista y el bloque unionista o españolista. A estos dos bloques les denominará, errónea y manipuladoramente, los medios de prensa de la Caverna Mediática: separatista o nacionalista y constitucionalista. Digo lo de erróneos porque ni los españolistas son verdaderos constitucionalistas, ni el independentismo es nacionalismo, aunque el españolismo si lo es y en las peores acepciones de este; podríamos aceptar el término separatista, aunque se diga dándole una cierta connotación negativa. Desde el punto de vista independentista, a pesar de no contar con unos medios que manipulen igual y que, por tanto, no se atrevan a escribirlo en sus páginas de esta forma, el bloque independentista es denominado bloque demócrata y el españolista es el bloque facha o franquista.

Como se puede ver de todo esto, ambos bloques son antagónicos y puede que, hasta irreconciliables. Esa es la razón de que los partidos de ambos bloques se acusen entre sí de ser colegas de algún partido del otro bloque. Desgraciadamente, mientras estas acusaciones tengan utilidad, el problema de fondo, gane quien gane, no tiene solución aparente.

Así que la población está dividida, aparentemente. Entre un 42 y un 53% de los votantes son del bloque independentista, mientras los del bloque unionista oscilan entre el 38 y el 48%. Sabiendo que existe un grupo de votantes indefinidos no superior al 7%, ya vemos que existe una base de indefinición que tiene que afectar al resultado de las elecciones de forma similar a como ha sucedido en comicios anteriores.

De este modo, salvo que suceda alguna cuestión extraña que pudiese alterar los más elementales principios democráticos, el resultado, entre bloques sería el de siempre: victoria del bloque independentista, pero obligando a los partidos miembros a grandes sacrificios pactistas para superar sus abismales diferencias. Cabe decir que si el saldo democrático decantara la balanza del lado unionista, el problema de los partidos de este bando sería similar.

El problema de estas elecciones es que la extraña cuestión capaz de violar los más esenciales principios democráticos, ya ha sucedido. La mayoría de partidos ya había acordado retrasar estos comicios fuera del aterrador tercer pico de la pandemia de COVID-19, pero la JEC, siempre presta a convertir la democracia en su cortijo privado, está forzando a mantener, inexplicablemente (o sí, por la razón que todos sabemos), la fecha del 14F. Dicen que a rio revuelto ganancias de pescadores, lo que aún no sabemos es si los pescadores están en una isla o en un diccionario…

Lo bueno de toda esta polémica del JEC y la fecha, ha dejado de lado que la empresa que se va a hacer cargo del recuento será la misma que ya fue acusada de barrer para los intereses del IBEX-35 con sus “errorcillos”.

En fin, que una cosa va a ser mi supuesto extrapolado de la información de la voluntad de voto, y otro muy diferente el producto de la alteración del voto producido por la pandemia. Como esa variable es más difícil de cuantificar, la voy a suprimir.

Primero definiremos qué áreas son dominadas por cada bloque.

El bloque unionista acostumbra a ser el más votado en el área metropolitana de Barcelona, aunque en los últimos años ha ido perdiendo fuelle en las ciudades del Vallés, también es una gran derrota para este bloque que la urbe que le da nombre (Barcelona) sea, de un tiempo a esta parte, un territorio independentista y en pleno avance. A este anillo de la ciudad, donde el Baix Llobregat es su máximo exponente, es lo que se ha dado en llamar: cinturón rojo, porque en las elecciones de los años 80 y 90, eran de alternativas socialistas y comunistas. Desgraciadamente, muchas de estas localidades estaban llenas de inmigración que no había sido capaz de integrarse y que fueron fáciles de manipular por un partido, marca blanca del PP, que nació con la única voluntad de romper en dos Catalunya: Ciudadanos. Más desgraciadamente aún, partidos como Podem-ElsComuns y el PSC, en lugar de intentar sus votos perdidos con una honestidad invariable, han jugado la carta del populismo y no han dudado en aceptar caramelos de la ultraderecha españolista cuando les ha convenido.

Otra zona donde el voto españolista tiene un gran número de adeptos, es la zona industrial de Tarragona.

Cabe decir que todas las zonas de voto de mayoría españolista, son muy pobladas, pero también que, salvo localidades muy concretas, sus victorias son bastante pírricas.

Por otra parte el resto del país es de mayorías independentistas, siendo estas más amplias cuanto menores son las poblaciones.

Algún día analizaremos más a fondo las razones que impulsan a unos ciudadanos y a otros a votar partidos independentistas o unionistas. Por ahora nos conformaremos a explicar qué son y cómo se distribuyen a lo largo de la geografía ambos bloques. Y en las próximas dos partes analizaremos las posibilidades de voto dentro de cada uno de estos bloques.

No hay comentarios: