martes, 1 de mayo de 2012

Rajoy es un delincuete


Vamos a ver porque digo que Rajoy está cometiendo un delito de alta traición contra el Reino Parlamentario de España. Rajoy pretende una revolución del pueblo en el país para poder aplastarla y establecer una dictadura.

 Cuando uno gobierna para todos debe intentar ser ecuánime en su forma de otorgar beneficios y sacrificios. Mi padre me explicó hace mucho que cuando montas un mueble de Ikea, debes ir apretando todos los tornillos de una misma plancha poco a poco y por igual. Cuando te empeñas en apretar un solo tornillo al límite sin los demás, la pieza no queda bien e incluso puedes romperla. De esta última forma es como está gobernando el PP.
Puedo entender que en su corta manera de ver el mundo y bajo el influjo de Angela Merkel, la austeridad sea la única solución aparente, pero no se le puede demandar únicamente al mismo sector de la población una y otra vez. Es más, la misma Reforma Laboral parece diseñada para convertir a los trabajadores en esclavos, todo son palos a los obreros y no hay ni un solo guiño que haga percibir un solo sentimiento humanidad hacia ese colectivo. Es como si fuese la culminación de una venganza personal guardada en el interior de un negro corazón durante años y años. Pero no es ninguna culminación porque el resto de leyes han sido cortadas por el mismo rasero. En busca de un empobrecimiento masivo de los menos favorecidos y un enriquecimiento masivo de los que el pueblo ve como verdaderos responsables de esta crisis. Es como si el gobierno de Rajoy solo gobernara para intentar provocar a la población y averiguar cuál es el límite antes de montar una revolución. Análogamente sigue otro proceso similar con las Comunidades Autónomas, intentando asfixiarlas. El ejemplo más notable es Catalunya y dio comienzo con Aznar. El Estado central recibe de los catalanes entre 7 y 12 veces más de lo que les retorna (eso sin contar la trampa del IVA), pero  al mismo tiempo le obliga a gastos innecesarios y que no le pertenecen, quedando solo para las corporaciones de esa comunidad, a pesar de los acuerdos autonómicos, entre un 10 y 20% de dinero sobre el que puede operar. Es curioso que siendo una comunidad histórica, tiene menos margen de maniobra que ninguna otra, especialmente Madrid. Luego, además, tenemos la trampa del IVA que, hace ya algunos años, se permitió que las empresas nacionales hicieran un solo pago en el lugar donde están sus oficinas centrales ¿Y adivinan a dónde se han trasladado todas las oficinas centrales en los últimos 15 años? En lugar de contestar les recordaré las palabras de Esperanza Aguirre cuando Gas Natural se propuso adquirir Endesa: “¡Antes alemana que catalana!”. Bueno creo que la frasecita responde a muchas más preguntas que solo esta ¿Verdad?
Por si la pinza contra los trabajadores y los emigrantes no estuviese completa, el señor Gallardón ha empezado amover leyes inspiradas en el opus Dei. ¿Cuándo comprenderán esta gentuza que toda religión que se mezcla con el poder es una religión corrupta? No voy a ahondar en los detalles porque quien más quien menos ha leído los términos de todas las reformas y presupuestos del gobierno Rajoy y es consciente, salvo que tenga algún interés personal poco lícito o una ceguera ideológica con retardo mental, de la orientación de cada uno de los movimientos del PP.
Los presupuestos de la austeridad piden a las CC.AA., que son las que dan los servicios a los ciudadanos, que lleven al límite sus recortes, en cambio el Estado Central, que debería hacer los verdaderos recortes en caprichitos, sigue con estos. Por si fuera poco, todos esperábamos que la iglesia, aún al margen de este gobierno de inútiles, intentara contentar al pueblo bajándose su dinero asignado motu proprio. Pero no, los príncipes de la iglesia, lejos de intentar su cara amable al pueblo cuando este sufre, no recortan, ni se cortan, ni un ápice en sus privilegios.
De este modo hemos comprendido que los banqueros, el gobierno, la iglesia, las multinacionales y las asociaciones de empresarios son los enemigos del pueblo y que están aprovechando esta crisis para ver hasta donde aguantamos. Para alargar más nuestro sufrimiento los jueces y las fuerzas de orden público, sus perros de presa, cuentan con nuevas leyes y nuevos medios para crear un entorno de opresión. Otro método es el de atacar las diferencias para que estas revelen con el lema de divide y vencerás. En Catalunya, en solo 3 meses, los partidarios de la independencia han aumentado entre un 30 y un 50% (las encuestas con que se cuentan son muy parciales, pero la sensación es muy notable y compartida, por primera vez, en las autonomías de Mallorca y Valencia). Todos están de acuerdo en una cosa, el PP hace daño.
Y por último tenemos el eslabón perdido: los sindicatos. CC.OO. y UGT desde comienzos de los años 90 se han ido distanciando paulatinamente de los trabajadores y sus líderes tienen ahora más la imagen de políticos incultos y tan corruptos como el resto de políticos, que el de los líderes de los trabajadores que el pueblo necesita. Pero gracias a ellos hemos comprendido que los actuales actos del PP no vienen dados por la actual crisis, sino que son totalmente premeditados, ya que desde 2004 el PP lleva alimentando una campaña de desprestigio de esta representación de los trabajadores mientras alimenta, a la vista de todos, sus corruptelas. Es obvio que no son los sindicatos que nos merecemos y menos sus líderes, pero no tenemos otros y los necesitamos contra la maledicencia gubernamental. Entre tanto ahí es donde, precisamente, ha fracasado el PP más. La gente, el pueblo, cuando ha sido preciso, ha hecho de tripas corazón y ha salido a la calle con esos mismos sindicatos por los que niega estar representado. Rajoy y el PP sabe que algo e les está escapando, pero sigue su tenaza y en el colmo de su desvergüenza y lejos de dar explicaciones por su mal gobierno, amenaza a los ya millones de manifestantes con… REFORMAS TODOS LOS VIERNES.
Eso sí arropadito en congreso por los suyos. Si hasta ahora sus acciones eran moralmente punibles, después de esta afirmación categórica de que no está gobernando por España, sino contra los españoles, creo sinceramente que hay razones legales para considerar a RAJOY UN DELINCUENTE.
Los cargos serían de alta traición al pretender robar en masa el dinero y los derechos del pueblo a favor de unos pocos, pero esta declaración no hubiese sido posible, aunque era evidente, sin las palabras dichas por él en ese congreso con que afirma que muestras suposiciones son una realidad por él reconocida.

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