Imagen tomada de http://233grados.lainformacion.com/blog/2014/03/las-portadas-del-11-m-diez-a%C3%B1os-despu%C3%A9s.html Artículo recomendado.
Llevamos
muchos años preocupándonos con eso del populismo y usando esa palabra para
justificar las decisiones que la gente toma cuando ejerce el voto. Intentamos
justificar, con el populismo, la decepción que nos produce la humanidad. Cuanto
más grandes son los problemas del Mundo, más tenemos que escuchar la palabra
populismo. Sin embargo, no sabemos muy bien qué es el populismo, y ello es
debido a que nos aferramos a la definición del diccionario y aceptamos lo que
en los medios nos cuentan aquellos que dicen lo que más nos interesa. Y es que
hemos comprado todo tipo de populismos y ya no sabemos ver la realidad más allá
de estos.
Afortunadamente,
hoy he escuchado una nueva definición de populismo que me puede ayudar a
diferenciar cuando hay solo una forma pueril de alcanzar el poder, a través del
desconcierto y la falta de empatía de la gente, y cuando se está tratando de
solucionar los problemas del Mundo, uno a uno.
Esa
definición dice que populismo es pretender resolver problemas complejos con
soluciones sencillas. Es decir, se pone el foco en una sola cosa y se obvia lo
demás.
Visto así,
nos damos cuenta que el populismo es la base de la mayor parte de ideologías de
extrema derecha como el nazismo y el fascismo. Que nadie pierda de vista como
hacia 1990 el embrión del PP empezó a ganar votos afirmando que todos los
problemas del país eran por culpa de los vascos y los catalanes; que los vascos
eran unos terroristas y los catalanes eran unos insolidarios. De este modo, en
solo 6 años, con la connivencia del PSOE, el PP llegó al poder. Desde entonces sus
políticas sencillas no han parado de generar problemas complejos, pero siempre
tienen en la chistera otra solución sencilla, que no soluciona nada, que lo
agrava todo, pero que sigue convenciendo a los tontos de siempre para
permitirles mantener sus manos en nuestras carteras.
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