Imagen tomada de elperiodico.es
Ya sabemos que esto no va a ocurrir, pero, ¿y si pasara como
en las películas?
¿Se imaginan que el golpismo del PSOE fuese una opereta para
sacar a Rajoy de su madriguera?
Así de entrada no se ve ¿Verdad?
Pero imaginemos que el sábado el PSOE vota “no” a la investidura
de Rajoy. No parece creíble, pero tampoco lo parece que se humillen hasta dar
otra vez la presidencia al más inútil de los inútiles y a una garantía para el
desastre del Estado.
Pues hagamos el esfuerzo de creer, por un momento, en esa
negativa ¿Se imaginan el ridículo de Rajoy? Todo lo que ha ganado con el golpe
interno del PSOE se esfumaría. En especial si al final de la votación el
portavoz del PSOE atendiera a los medios y hablara de la falta de sensibilidad
del candidato, la nula autocrítica, la falta de negociación y, ante todo, el
nulo propósito de enmienda que las aburridas palabras con las que ha mantenido
sus naturales mentiras el candidato. Eso sin contar la prepotencia del PP en
general al verse nuevamente controlándolo todo.
Al tiempo, el mismo portavoz, debería ofrecer al candidato
la posibilidad de presentarse nuevamente, pero tratando con más agradecimiento
a quienes le van a prestar apoyo y menos prepotencia contra todos. En pocas
palabras, que muestren sus deseos de mejorar lo que han destrozado hasta hoy.
Un candidato normal se retiraría de inmediato, pero Mariano,
viéndolo tan cerca, aún se metería más en el barro. Después de todo ya lo
habrían sacado de esa zona de comodidad que es para él la indolencia.
Como creo que la humildad y la decencia no están entre las
pocas virtudes del PP, Rajoy jamás hará y dirá aquello que debe y estaríamos
abocados a unas nuevas elecciones. La diferencia sería que el PSOE habría
recuperado parte de compostura y el PP saldría muy tocado de ese fracaso de su
candidatura. Además, de rebote, tras apoyar al PP, Ciudadanos también perdería
votos a favor de un PSOE más a la derecha.
Esto supondría unas elecciones navideñas mucho más abiertas
de lo esperado, porque la supuesta victoria del PP estaría en entredicho.
Sería magnífico, pero por desgracia la realidad es otra. En
el PSOE sigue mandando un señor que no supo evitar su envilecimiento y que,
además, necesita que no se investigue demasiado. Vamos, que el golpismo
socialista necesita que la corrupción del PP se perpetúe tanto como Ciudadanos
desea entrar a pillar su trozo de pastel.
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