En Barcelona el 12 de
Octubre es uno de esos festivos de libre disposición por parte de los
comerciantes en que estos pueden abrir, pero de año en año son cada vez menos
los que abren. La cuestión es que los comerciantes pueden tener mucha
disposición, pero no así los ciudadanos que evitan, en la medida de lo posible,
salir a la calle ese día para evitar encontrarse con las hordas llegadas
allende de toda España con el único fin de gamberrear y cometer tropelías en la
Ciudad Condal, enfundados en una sabana con símbolos “preconstitucionales”
(fachas para quien no le vayan las ambigüedades literarias).
De este modo, lo que
tenía que ser un día de negocio igualitario, a pasado a serlo solo para las
grandes superficies que se pueden permitir un sistema de seguridad propio que
ahuyente a los fachas violentos de sus comercios.
En los últimos años la presencia de los Mossos d’Esquadra ha evitado grandes desmanes, sin embargo esta vez, con una exagerada y poco adecuada
presencia de Policía Nacional, no dudamos que los grupos antifascistas, en
especial los de origen anarquista (sustrato natural de esta ciudad), saldrán a
hacer frente a posibles grupos de fachas provocadores. Espero equivocarme, pero
si sale la Policía Nacional a las calles (con su parcialidad desmesurada), el
caos puede estar garantizado. Creemos que el Gobierno Central, con esta actitud
tan poco ecuánime y tan irracional, solo pretende desestabilizar la paz
ciudadana que reina provocadoramente en una Catalunya altamente reivindicativa.
Así que, si el sábado
pasa algo, pregunten a Fernández.
La imagen que aparece en este artículo, como no, está extraída de “El
Jueves”.
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