martes, 3 de julio de 2012

¿Austeridad? ¿Qué austeridad?



¿Austeridad? ¿Qué austeridad?

El actual gobierno ha impulsado reformas y recortes con la intención de acabar con el déficit fiscal del Estado. Todo y que España es el país que tenía el porcentaje más bajo de Europa en emisión de deuda, se aceptaron sin rechistar las cuotas impuestas por la Merkel. Fruto de esta capitulación los mercados pudieron cebarse con nuestro país que ha tenido que responder en cada emisión de deuda con un pago inasumible de intereses. Es decir, que esta capitulación ha sido la base del desfase que nos impedirá cumplir lo pactado.
Por si todo esto no fuera en sí mismo un despropósito, el PP en el poder, ha dejado el peso de la crisis exclusivamente sobre los hombros de las clases media y baja, desligando a las grandes empresas (incluidas las extranjeras), la banca y los sectores financieros, que con esa ayuda han podido deshacerse de sus anclajes en nuestro país, despedir su mano de obra de forma fácil y barata, y llevarse su dinero cobarde allende nuestras fronteras. Es decir, Rajoy y su equipo ha dado la puntilla al pueblo con el único valor de descapitalizar el país.
Entre tanto, los gastos indebidos de los que tanto nos hemos quejado durante años, siguen proporcionando el alegre sumidero por donde desaparecen todos nuestros esfuerzos. Hace años cuando se propuso la España de las autonomías fue para que el Estado central no mantuviera  una cohorte tan numerosa de empleados (especialmente políticos y cargos de confianza) reduciendo los gastos al mínimo con muchos controles, tal y como lo hacen Alemania o Suiza (ejemplos a seguir en este ámbito de cosas). Desgraciadamente el afán de poder de los partidos que han gobernado en Madrid (PP y PSOE) ha imposibilitado la racionalización de estos recursos. De hecho, el PP intenta robar a las autonomías el control administrativo de todo cuanto, en su día, se logró descentralizar. De hecho siempre han procurado dejar en manos de las CC.AA. todo lo que suponen gastos, pero manteniendo en Madrid el control económico. El perfecto ejemplo lo constituye, sin duda, el modo en que Aznar  descentralizó, por obligación la SS, conservando el control de su tesorería. Y hoy, a pesar de que el dinero sigue pasando por Madrid, los recortes de Rajoy se restringen, casi exclusivamente, a las CC.AA.
Desde aquí proponemos una serie de recortes que sí podría hacer Madrid y que supondrían, casi en seguida, salvar la senda del déficit.
-Substitución del Senado por una cámara de representación autonómica con un delegado por autonomía. Recorte: 380 millones.
-Eliminación de todos los coches oficiales salvo los ministros: 25 millones.
-Modificar el salario de todos los cargos políticos y ponerlos en función del salario mínimo interprofesional, racionalizándolos a las tareas a realizar. Si se hace correctamente y se dispone una ley  que abraque municipios (en función de sus habitantes) y CC.AA., el ahorro puede llegar a 1.300 millones de euros.
-Supresión de las diputaciones y delegaciones del gobierno cuyas atribuciones pasarían a las CC.AA.. Recorte: 3.600 millones de euros.
-Substitución de las dietas comida en la administración por vales comida: 300 millones.
-Racionalización de todo el conjunto de dietas par políticos y cargos. Se puede llegar a recortar hasta: 3.600 millones de euros.
-Recortes en gastos de representación, donde se puede llegar a ahorrar hasta 26 millones de euros.
-Eliminación de los cargos de confianza no estrictamente necesarios y el retorno a la carrera funcionarial de las subsecretarías. Esto supondría más de 1.000 millones de recorte.
-Supresión de cuestiones de caprichos del ejecutivo como los retrocesos en los ámbitos jurídicos y educacionales que ya deberían estar transferidos y los ministerios correspondientes prácticamente desmantelados: 1.300 millones.
-En un momento de crisis no podemos pagar a fundaciones no dedicadas exclusivamente a la ayuda de personas necesitadas, a credos varios o con ideologías opuestas al ámbito democrático. Y aquí hablamos también de las fundaciones creadas por partidos políticos, hablamos de la iglesia y de organizaciones como la fundación Franco. Entre unos y otros, por uno u otro medio (ya que algunos reciben sus ingresos además de por la vía normal, también de los presupuestos de ministerios, ayuntamientos y CC.AA.) se puede ahorrar el conjunto del Estado cerca de 50.000 millones de euros.
-A la casa real se le ha pedido un recorte del 5%, pero solo de su principal fuente de ingresos, cuando lo lógico sería demandar que llegaran hasta el 20% y desde todas las fuentes, lo que supondría cerca de 50 millones de euros de ahorro.
-Las vacaciones de los altos cargos del estado serán exclusivamente financiados por estos. Proporcionándoles, eso sí, una escolta limitada y una vigilancia perimetral, por parte de los cuerpos del Estado, acorde con su cargo y peligro de atentado hacia su persona y las de sus familiares. Si tomamos como ejemplo las vacaciones de los últimos presidentes, se puede ahorrar entre 25.000 y 60.000 euros, pero dado que hay más cargos que ponen a cuenta del Estado o los diferentes organismos oficiales, sus viajes y vacaciones (véase el caso Divar), el ahorro superaría largamente el millón de euros y puede que incluso más. Aunque puede que esto se pudiera abreviar en el caso de las dietas.
-Retrasar los proyectos faraónicos e inútiles  (como el AVE) que solo sirven para aumentar el gasto y substituirlos por los de infraestructuras necesarias y que pueden aumentar el valor económico del país (como el corredor del Mediterráneo). A la raga supondría ahorro y beneficio, pero por el momento serían las gallinas que entran por las que salen.
-Con la redistribución de materias a las comunidades autonómicas, sobran al menos cinco ministerios y la mitad del personal en los restantes. Cierto que parte de ese personal debería pasar a las comunidades autónomas, pero aún así, tanto en personal como en trámites podríamos ahorrar más de 200 millones de euros.
Y todo esto, de cara a Madrid, solo es arañar la superficie de los recortes, pero si suman verán que este año ya podíamos alcanzar los acuerdos con Europa y sin subir aún los impuestos. Habríamos ahorrado más de 61.000 millones de euros. Prácticamente lo que solicita la banca para seguir ejerciendo su acción vandálica sobre las microeconomías domésticas de nuestro país  y que, a la postre, son la base del sistema macroeconómico del mercado. Y esto, como ya hemos dicho, solo es arañar la superficie.


Imagen tomada de www.finanzzas.com