Si alguien pensaba que solo el equipo de Rajoy eran unos
ineptos, se equivocaba. Ahora Europa nos acaba de decir que no se ha enterado
ni un pito de lo que pasa en España y nos quiere imponer nuevos recortes, a
cambio salvar Bankia, sobre los que ya se han realizado con anterioridad. Bien quieren arruinar a nuestro país para
siempre o no tienen ni puta idea del destrozo que el equipo de Rajoy ha hecho
ya en el país.
Hace mes y medio, cuando supusimos que la deuda de Bankia no
superaba los cinco mil millones, dijimos que la mejor solución era dejar
quebrar esta entidad e intentar taponar las vías de agua que esto supusiera.
Era demasiado grande para rescatarla y no tiene suficiente importancia como
para arrastrar, por si sola, al resto del sector bancario. Pero aceptar la quiebra
hubiese supuesto hacer un estudio contable de la empresa y buscar responsables
y como la mayoría de ellos pertenecen al Partido Popular y, además, muchas
cuentas implicarían a políticos de la Comunidad de Madrid (no diremos nombres),
optaron por la nacionalización.
A nadie se le escapa que esto ya se sabía que era un gran
error, pero lo que no nos esperábamos es que ahora descubrimos que, una vez
pringado el Estado, tenemos en Bankia una deuda de 19.000 millones… o por lo
menos esa cantidad cubriría la parte que evitaría su quiebra. Y, claro, para no
perder lo ya invertido, los “tontos” (prefiero decirlo así y no decir lo que
pienso) buscan ese dinero en Europa. Diría que esta es la gota que rebosa el
vaso de la intervención financiera, pero esto no es una gota, es un auténtico
chorrazo de dinero. De hecho, según algunas evaluaciones, es más dinero del que
supone el valor real de la entidad. Son cuatro quintas partes de lo que, entre
unas cosas y otras se lleva la insolidaria iglesia católica apostólica y romana de las instituciones
públicas cada año. También puede verse como el presupuesto de sanidad y
educación juntos (y nos quedamos cortos)… y lo más aberrante, ahora que
empezamos a tener casos de hambrunas en nuestro propio país, con ese dinero se
podría quitar el hambre del mundo durante toda una década.
Pero no, Mariano y su trupe quieren seguir huyendo hacia
adelante y ahora Europa le pide otra Reforma Laboral para pagarlo y volver a
introducir a los jubilados que no han cumplido los 67 años en el mercado
laboral, es decir, en el paro. Si los Mariano boys parecen un pelín
retardadillos, no digamos de sus colegas europeos que o bien no se han
molestado en mirar la documentación que se les ha enviado sobre España o es que
se quieren asegurar de que no levantemos cabeza en siglos, eso solo lo saben
ellos.
Así que la cuestión ahora es si Rajoy va a decidir darnos la
puntilla a cambio de salvar a Bankia o va a recuperar (si es que alguna vez la
tuvo) la cordura y se va a decidir a plantar cara al problema como se merece. Está
claro que si la situación empeora para los trabajadores, conforme nos vayan
despidiendo ya no tendremos esperanzas de lograr un empleo digno, así que
nuestra única salida será echarnos al monte. Podríamos decir que el único
consejo viable es decir a los jóvenes que dejen de estudiar, ya son inútilmente
de los más preparados y los cursos, a partir de ahora, tendrán que cambiarlos
por órganos vitales. Mejor es que a partir de ahora todos empecemos a aprender el manejo de todo tipo de armamento que
el país que se nos viene encima solo nos dará de comer mediante el uso de la
extrema violencia.
Así pues, he aquí el dilema: “¿La Bankia o la vida?”
Imagen extraída
de la web de “Público” www.publico.es